México

La suerte de Aristóteles

Al alcalde con aspiraciones de gobernador, Jorge Aristóteles Sandoval Díaz, como dice el refrán, le llueve sobre mojado

Al alcalde con aspiraciones de gobernador, Jorge Aristóteles Sandoval Díaz, como dice el refrán, le llueve sobre mojado.

Su administración puede presumir de haber organizado razonablemente bien  los festejos del aniversario 469 de la fundación de la ciudad, pese a los temores resultantes del ataque con granada, el sábado 12 de febrero, en el Butter Club.

Pero la violencia está tercamente presente. Ayer fue ejecutado el hermano de uno de sus colaboradores más cercanos, el secretario general del Ayuntamiento, Roberto López Lara.

Aunque se trata de un drama particular y no está en principio relacionado con la administración, quienes intentan, por todos los medios, desacreditar el trabajo de Aristóteles y reducir sus posibilidades para el año 2012, harán referencia al hecho y machacarán que se trata de una prueba más de lo “sospechosa” que es la gestión del primer alcalde priista después de una larga temporada de gobiernos tapatíos panistas.

Ayer mismo, el equipo de comunicación del Gobierno de Guadalajara evitó hacer conexión con el lamentable hecho de la muerte del hermano del secretario general y sugirió respetar la privacidad del funcionario.

Y hay más: desde días atrás ha circulado en las redes sociales  un documento elaborado por Netzahualcóyotl Ornelas, secretario particular del alcalde; es un memorándum de cuatro páginas repleto de recomendaciones (algunas ridículas) que en el fondo tratan de consolidar una suerte de blindaje sobre la imagen del presidente municipal, con miras a sus posibilidades electorales.

No es ninguna sorpresa, porque en estos días casi todas las actividades de gobierno giran en torno del futuro electoral; lo sorprendente es que si el documento está destinado a secretarios o directores de área, alguno de ellos (o ellas) disparó  “fuego amigo” y lo filtró.

Entre las solicitudes a los funcionarios, el irónicamente llamado “código aristotélico” sugiere que se ubique a los actores relevantes de la ciudad para que el alcalde comparta con ellos una comida o un desayuno; también se les pide que “sean prudentes en sus declaraciones” y se asesoren antes de participar en cualquier entrevista, con el coordinador de Comunicación del Ayuntamiento, Alberto Lamas Flores.
Otra sugerencia, quizá la más simpática de todas, es que no compren vehículos ostentosos.

De hecho, les ponen un tope: 350 mil pesos máximo. Para rematar, les piden no usar aviones privados para trasladarse “a algún lugar nacional o internacional”.

No está mal, dicho sea de paso, que a los funcionarios públicos les pidan portarse bien, pero hay niveles.

Así, entre dramas humanos y ocurrencias que más parecen chistes malos, se está jugando la suerte de Aristóteles.
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