México
La protesta social manifiesta y latente
Contra lo que se supone, la protesta social en Jalisco se ha incrementado significativamente
Quizá la supuesta calma política jalisciense no sucedió nunca. Lo que sí ocurría era un fuerte, casi completo control de los medios, y entonces no nos enterábamos de los hechos. Esta presencia social en la calle y la inconformidad creciente han hecho que hoy los medios no tengan más opción que abrirles espacios. Aún así, la complejidad del conflicto social es imposible que se exprese toda a través de los medios. Hay que suponer, entonces, que lo que vemos es apenas un fragmento de lo que está sucediendo en las profundidades de nuestra sociedad plena de agravios.
Ahora bien, dentro de ésta ya recurrente protesta destacan aquellas relacionadas con la defensa del territorio y los recursos naturales. Se defiende la tierra, los bosques, los ríos y todo cuerpo de agua en riesgo de ser despojado o contaminado; se lucha contra los basureros y su producción de lixiviados letales; contra las obras de vialidad y transporte urbano, malas, caras y que no consideran centralmente al usuario y al peatón. La idea del servicio público ha sido sustituida definitivamente por el criterio mercantil y de ganancia. La política hidráulica que se reduce a la construcción de presas de altísimos presupuestos y de dudosa utilidad, ha sido motivo permanente de la inconformidad. Hasta ahora los proyectos de presas planteados durante los gobiernos panistas han terminado en fracaso, o sumamente complicados. Así ha sucedido con los proyectos de Arcediano, San Gaspar y ahora en El Zapotillo. Mucho dinero público se ha tirado en ellos. Se lucha y protesta también contra el constante intento de cambiar los usos de suelo para facilitar el desarrollo del capital inmobiliario, violando y haciendo inútiles las leyes que establecen las Áreas Naturales Protegidas.
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