México
La protesta es legítima: Juan Ramón de la Fuente
Ante el aumento de las marchas, el ex rector de la UNAM destaca la participación de jóvenes como lo más significativo
GUADALAJARA, JALISCO (29/NOV/2014).- Las protestas en México son legítimas y pacíficas, afirma
Juan Ramón de la Fuente, ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Subraya que los “pequeños” actos de provocación generados durante las marchas por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa no “manchan” las movilizaciones pacíficas, pero hay que actuar con “mucha sensibilidad”.
A pesar de que en México se les ha criminalizado, destaca, la participación de los jóvenes es lo más significativo de las protestas. “Se han convertido en un grupo vulnerable. Detrás del clamor de ‘vivos se los llevaron, vivos los queremos’, lo que hay es una demanda de justicia. Y en una democracia lo que realmente no puede fallar es la justicia, pero creo que nos está fallando”.
A través de las redes sociales, puntualiza, los manifestantes han dejado claro que los sistemas tradicionales de participación ciudadana son insuficientes para ellos: “Prefieren la marcha pública, la plaza en donde encuentran elementos de solidaridad y en donde se sienten en mejores posibilidades de expresarse”.
Aquí en Jalisco, los manifestantes de todo tipo han tomado las calles para gritar sus descontentos. La Secretaría General de Gobierno reporta que entre enero y octubre de este año se han registrado 110 marchas, a diferencia de las 82 realizadas en 2012 (un año electoral).
Tras las protestas, el colectivo Más de 131 ITESO reconoce que incide en la agenda mediática; la Federación de Estudiantes Universitarios afirma que, al salir de la universidad, se acercó a los problemas ciudadanos; #YoSoy132GDL destaca que la movilización de la denuncia social por parte del grupo ayuda a los ciudadanos a estar más informados y ser más demandantes; la Asamblea de Estudiantes Universitarios señala que inició un proceso organizativo que hace mucho no se veía internamente en la UdeG, mientras la Normal de Atequiza asegura que ha logrado el reconocimiento de su comité estudiantil.
Por su parte, la Asamblea Magisterial Democrática de Jalisco, la Asociación de Comerciantes Establecidos, los ex braceros, los vendedores ambulantes y grupos maiceros y lecheros aceptan que no han conseguido los objetivos que impulsaron en sus marchas.
Guadalupe Morfín, experta en derechos humanos, coincide en que el papel de los jóvenes es el de una energía activa y esperanzadora: “Las manifestaciones sirven para canalizar una indignación, sirven como vehículo de expresión del coraje, de la legítima exigencia de que se actúe con apego a la verdad. Hay que devolverle legitimidad a la política, digo, dicen, decimos muchos”.
A pesar de que en México se les ha criminalizado, destaca, la participación de los jóvenes es lo más significativo de las protestas. “Se han convertido en un grupo vulnerable. Detrás del clamor de ‘vivos se los llevaron, vivos los queremos’, lo que hay es una demanda de justicia. Y en una democracia lo que realmente no puede fallar es la justicia, pero creo que nos está fallando”.
A través de las redes sociales, puntualiza, los manifestantes han dejado claro que los sistemas tradicionales de participación ciudadana son insuficientes para ellos: “Prefieren la marcha pública, la plaza en donde encuentran elementos de solidaridad y en donde se sienten en mejores posibilidades de expresarse”.
Aquí en Jalisco, los manifestantes de todo tipo han tomado las calles para gritar sus descontentos. La Secretaría General de Gobierno reporta que entre enero y octubre de este año se han registrado 110 marchas, a diferencia de las 82 realizadas en 2012 (un año electoral).
Tras las protestas, el colectivo Más de 131 ITESO reconoce que incide en la agenda mediática; la Federación de Estudiantes Universitarios afirma que, al salir de la universidad, se acercó a los problemas ciudadanos; #YoSoy132GDL destaca que la movilización de la denuncia social por parte del grupo ayuda a los ciudadanos a estar más informados y ser más demandantes; la Asamblea de Estudiantes Universitarios señala que inició un proceso organizativo que hace mucho no se veía internamente en la UdeG, mientras la Normal de Atequiza asegura que ha logrado el reconocimiento de su comité estudiantil.
Por su parte, la Asamblea Magisterial Democrática de Jalisco, la Asociación de Comerciantes Establecidos, los ex braceros, los vendedores ambulantes y grupos maiceros y lecheros aceptan que no han conseguido los objetivos que impulsaron en sus marchas.
Guadalupe Morfín, experta en derechos humanos, coincide en que el papel de los jóvenes es el de una energía activa y esperanzadora: “Las manifestaciones sirven para canalizar una indignación, sirven como vehículo de expresión del coraje, de la legítima exigencia de que se actúe con apego a la verdad. Hay que devolverle legitimidad a la política, digo, dicen, decimos muchos”.
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