México
La pesadilla de la tenencia
No hay que brincar todavía de emoción, ni salir corriendo a vender el auto viejo, pero hay buenas noticias
Sólo fueron palabras, pero fueron poderosas, no sólo porque recogen un sentimiento de agravio fiscal, sino porque hay un interesante consenso, primero entre todas las fuerzas partidistas representadas en el Congreso, y luego entre este poder y el Ejecutivo. Se pusieron de acuerdo, aunque sea verbalmente, para quitar este perverso impuesto. Quitarlo del todo. Borrarlo del mapa y de la ley de ingresos.
Actualmente, la tenencia es un impuesto federal pagado en oficinas estatales. Los estados se quedan, desde hace relativamente poco, con 100% de lo que cobran y, quizá en buena medida por ello, al Gobierno federal le pareció relativamente sencillo decretar su desaparición para 2012 y dejar la decisión de cobrarla en manos de cada Estado.
Este decreto fue como una carambola de tres bandas. Primero, le hace un agujero considerable al bolsillo gubernamental. En Jalisco, el agujero ése es del tamaño de mil 900 millones de pesos. Nomás tres veces lo que le hace falta a Educación para hacerle frente a la demanda educativa.
En segundo lugar, afecta políticamente al partido gobernante en cada Entidad. Lo ponen a parir chayotes: o se queda sin ese dinero, o le hace frente a la furia ciudadana si crea la tenencia local. No está fácil.
En tercer lugar, impacta en la cartera de los ciudadanos. Dejar de pagar tenencia anual da un respiro del orden de miles de pesos a las familias mexicanas y, por si fuera poco, le puede dar un empujón a la comercialización de autos nuevos y a la deschatarrización de las calles.
El caso es que los gobiernos locales están en una encrucijada: cobrar los puede dejar sin votos, y no cobrar les hará un agujero. El Gobierno de Querétaro escogió el agujero y ya no hay tenencia en ese lugar. El gobernador de Jalisco, en cambio, había optado por la tenencia estatal, e incluso mandó una iniciativa a finales del año pasado para decretar su creación y sustituir la tenencia federal. Ayer, sin embargo, Emilio González Márquez se echó para atrás y apoyó la postura de los legisladores, encabezada por el coordinador del PAN, Abraham González Uyeda. Todo indica que para 2012 la tenencia será una pesadilla superada, y aunque deberán echar mano de la imaginación para ajustar los recursos, dan ganas de sonreír. La verdad, la verdad, dan ganas de creerles.
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