México

La estrategia del Gobernador

Ningún jalisciense en décadas se había expresado tan despectivamente sobre los homosexuales

Las declaraciones mediáticas del gobernador siempre me han parecido de mal gusto.

Ligeras en algunos casos, ocurrentes en el mejor de ellos, por supuesto excluyo la mentada hecha presumiblemente bajo los efectos del alcohol, y el comentario en torno a los gays, en estado sobrio.

Pareciera que en el trazo de su estrategia mediática, tanto él como sus asesores en verdad creen que el PAN y parte de la sociedad mexicana necesitan ver a un hijo desobediente, como lo fue en su momento Felipe Calderón en el gabinete de Vicente Fox, quien por cierto, inició dando la nota en Jalisco.

Ningún jalisciense en décadas se había expresado tan despectivamente sobre los homosexuales. En los años treinta, el Gobierno del Estado los puso a barrer calles en medio de burlas e insultos, antes de enviarlos a un reclusorio a la Ciudad de México. Víctimas de esa vergonzosa y obtusa medida fue Chucho Reyes Ferreira, orgullo del arte popular mexicano, y Diego Rivera, su defensor solidario.

José Clemente Orozco los caricaturizó en el periódico sindical “El Machete”, bajo el título “Los anales”; décadas después Juan José Arriola, en su novela La feria, retrató la mentalidad pueblerina de la época en torno al tema: ¿Y qué me dice usted de los otros?/ De los tú me entiendes…/ Los del yo no sabía…/ Así era de chiquito/ A mí me daban miedo las mujeres/ Ay Dios Tú, a mí me dan asco fuchi.

Por cierto, otro personaje de la cultura nacional, el escritor Salvador Novo, declarado homosexual (en su obra Estatua de sal), fue uno de los intelectuales más importantes que dio realce a las páginas de la revista “La Nación” (cuando merecía la pena leerla); esta revista es hasta ahora el órgano de difusión oficial del Partido Acción Nacional (PAN).

Es inconcebible que un gobernador en su calidad de representante popular haga comentarios discriminatorios, particularmente si es del PAN, cuyo primer principio de doctrina es el respeto inminente a la dignidad de la persona humana.

Incluso ya como partido en el Gobierno, fue uno de los principales promotores a nivel internacional de la Convención UNESCO sobre la Protección y Promoción de la Diversidad de las expresiones culturales.

Ahora que, visto el hecho bajo su condición de militante, cabría preguntar al gobernador si no le dan asquito los gays afiliados al PAN o los que trabajan en el Gobierno.

En fin, cuando no es el alcohol, es la imprudencia o la ocurrencia mediática, el caso es que no deja de dar la nota a nivel nacional.

Sólo debería tener presente dos cosas: que el último jalisciense que ocupó la Presidencia de la República, Victoriano Huerta, murió de cirrosis, y que el primer presidente panista de México, Vicente Fox, fue víctima de su propia estrategia.
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