México

La decisión de Josefina

Anoche, Josefina Vázquez Mota terminó de tomar una decisión que seguramente marcará su carrera política

Anoche, Josefina Vázquez Mota terminó de tomar una decisión que seguramente marcará su carrera política. La diputada federal panista no se inscribió para ser candidata del PAN al Gobierno del Estado de México.

Cuentan quienes lo rodean —lo publicamos hace meses—, que el gobernador mexiquense, el priista Enrique Peña Nieto, sólo le temía a un nombre de los muchos que barajó su oposición en la carrera sucesoria local: Josefina. El perfil, la operación política, la condición de mujer de la coordinadora parlamentaria le derivaban en una rival francamente competitiva.

Ella siempre dijo que no quería la gubernatura mexiquense. Que su objetivo era ser candidata del PAN a la Presidencia del país. Se negó una y otra vez, con todo y que se lo pidieron desde muy arriba en su partido y en el Gobierno federal.

¿Se equivocó? ¿Desdeñar las súplicas del PAN-Gobierno para hacer un esfuerzo contra Peña Nieto a nivel local le costará en sus aspiraciones de llegar a la Silla Grande? Se sabrá en meses.

Hoy, Vázquez Mota está empatada con Santiago Creel en las preferencias electorales que marcan las encuestas. Son los dos mejor posicionados en el PAN, pero figuran muy abajo de López Obrador, no se diga de Peña Nieto.

Con esos datos, cualquiera desde afuera diría: “Hizo bien Josefina, si tiene a un estirón la candidatura grande para qué se va por la chica”. Sin embargo, hay factores internos del PAN que pesan:

Primero, Vázquez Mota no es la candidata del Presidente Calderón y en cualquier momento, con el apoyo del Gobierno federal, le puede rebasar otro suspirante.

Y segundo y más importante, haberse ido de candidata al Estado de México le hubiera enfrentado a Peña Nieto con un año de anticipación que si espera a la carrera mayor (bajo el supuesto de que ambos lleguen), por tanto, hubiera contado con más tiempo para atacar al adversario favorito. Además, la exposición mediática que le hubiera tocado por ser la aspirante panista al Gobierno estatal más grande del país le habría servido para ampliar sus niveles de conocimiento entre la gente de todo México. Y de haber logrado un buen resultado —incluso quizá perdiendo la elección, pero estrechando la distancia que hoy está 45 del PRI contra 15 del PAN— podría ser vista como la heroína que abolló la carrocería de Peña Nieto, lista para dar el golpe final en julio de 2012. Eso, nos dicen algunas fuentes bien ubicadas dentro de su partido, le habría dado muchos puntos entre los militantes que a través de una votación definen la candidatura presidencial que prácticamente tendría en la bolsa. Pero el hubiera no existe.

Los allegados a Josefina aseguran que ella quiere enfrentar al dueño del changarro, no a sus gerentes. Y que por eso quiere esperarse a la grande. Contra Peña, no contra el candidato de Peña. Y están confiados. Veremos si la decisión de no arriesgarse al sacrificio local termina encumbrándola o desvaneciéndola.

Saciamorbos

A diferencia de Pasta de Conchos, dicen que esta vez hubo buen ambiente entre políticos rivales en Sabinas.
Síguenos en

Temas

Sigue navegando