México

La boda de Peña Nieto

Enrique Peña Nieto hubiera podido convertir su enlace con la actriz Angélica Rivera ''La Gaviota'' en el evento político del año

Si hubiera optado por eso, el gobernador del Estado de México podría haber sentado en la fiesta de su boda casi a quien le diera la gana: políticos del más alto nivel, empresarios acaudalados, líderes sociales, jerarcas religiosos, dueños de medios de comunicación, artistas famosos, funcionarios de todos los partidos, periodistas de renombre.

Enrique Peña Nieto hubiera podido convertir su enlace con la actriz Angélica Rivera “La Gaviota” en el evento político del año, en una demostración de su musculatura en las encuestas de sucesión presidencial 2012, congregar cantantes que le interpretaran en vivo, servir y decorar sus mesas al máximo lujo posible, ocupar el más exclusivo de los jardines o ranchos para celebraciones, derrochar popularidad y dinero, enfilar el histórico besamanos y terminar matrimoniado por lo religioso, casado por lo civil y ungido por lo político.

No lo hizo. Se organizó un festejo de 200 personas, fundamentalmente familiares y amigos de él y su esposa, y su grupo político. La catedral de Toluca lucía vacía con menos de 100 personas y la recepción fue en la Casa de Gobierno mexiquense, que por ley funge como su vivienda durante su sexenio. La comida fue buena, el vino y el DJ también. Nada que no se vea en una boda de clase media-alta, nomás que en ésta ni Luna de miel hubo.

Lo cierto es que Enrique Peña Nieto organizó una fiesta para él y su mujer, no para sus enemigos. Fue tal el desencanto que las “críticas” tuvieron que salir a especular sobre si el casamiento era en realidad para promover su imagen: y ahí desfilaron plumas y voces que se asumen “serias” viéndose en la necesidad de debatir sobre si en realidad el mandatario amaba o no a su Gaviota. Medios de comunicación usualmente en pleito cantado con el mandatario mexiquense sucumbieron ante el morbo propio y de sus públicos al contar con detalles frívolos los pormenores de las invitaciones, el arribo, las porras, las flores, el banquete, los vestuarios de los protagonistas y sus convidados, como cualquier crónica de sociales de revista del corazón.

La boda era campo minado para Peña y lo logró sortear hasta ahora sin problemas. Entonces se le podrá criticar por no haber actuado en las inundaciones de Valle Dorado, por usar el aparato del Gobierno mexiquense para ganar elecciones del PRI por todo el país, por operar con todos sus recursos contra la alianza PAN-PRD, por verse tibio en la influenza, por los narcos que viven en su territorio, porque matan más mujeres en Edomex que en ningún otro sitio... pero por su boda, no.

Saciamorbos

En una de las mesas, un famoso abogado festejó que un día antes de la boda, el cuestionado antecesor había sido ya totalmente exonerado y no le restaba ningún proceso pendiente.
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