México
Jet se desplomó por una abrupta pérdida de control de la aeronave:ASA
El director de Aeropuertos y Servicios Auxiliares aseguró que debido a que los motores se encontraban rotando casi hasta el final se ha descartado que una falla en los mismos
CIUDAD DE MÉXICO.- El director de Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), Gilberto López Meyer, aseguró que el cambio que provocó la entrada del Learjet 45 a la zona donde se desplomó fue por una "abrupta" pérdida de control de la aeronave.
Durante la explicación que presentó en conjunto con el titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Luis Téllez, el directivo detalló que la ruta normal de la aeronave era de norte a sur, sin embargo al perder el control el desplome de la misma fue de sur a norte.
Explicó que el viernes se realizó una réplica de la trayectoria que siguió la aeronave con la velocidad aproximada que traía, lo que evidenció que "la maniobra es muy brusca y eso claramente comprueba lo que suponíamos, una súbita, agresiva, pérdida de control en los últimos segundos del vuelo".
Detalló que un indicio es que el motor derecho se fragmentó en dos partes, lo que permite establecer la velocidad de rotación, por lo que se aprecia que hasta el final venía girando ya que se encuentra deformada.
Con respecto a si el piloto de la aeronave no respetó la velocidad indicada, Téllez dijo que están revisando el material que está en el lugar de los hechos y la información bruta que procesa el radar, es decir, la que llega a las antenas y se mete a la computadora, así como los datos que se encuentran en las turbinas.
"Estamos analizando exactamente a qué velocidad venía y que distancia del avión que lo procedió en el aterrizaje, todo está por determinarse con un grado de exactitud muy importante, pero lo que tenemos de evidencia es que ambas turbinas venían funcionando a la misma velocidad".
López Meyer dijo que se descarta una despresurización, ya que esto se da cuando la aeronave está volando a una mayor altura, misma que funciona cuando el avión está a 40 mil pies de altura y la función es que en cabina se mantenga una atmósfera de ocho o nueve mil pies, que es la que se tienen en tierra.
"A las altitudes que estaba volando la aeronave no hay ninguna posibilidad de que aun cualquier falla de la despresurización pudiera haber afectado las condiciones físicas de cualquiera de los pilotos o pasajeros, sabemos que el avión venía bien en todos sus parámetros", puntualizó.
Durante la explicación que presentó en conjunto con el titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Luis Téllez, el directivo detalló que la ruta normal de la aeronave era de norte a sur, sin embargo al perder el control el desplome de la misma fue de sur a norte.
Explicó que el viernes se realizó una réplica de la trayectoria que siguió la aeronave con la velocidad aproximada que traía, lo que evidenció que "la maniobra es muy brusca y eso claramente comprueba lo que suponíamos, una súbita, agresiva, pérdida de control en los últimos segundos del vuelo".
Detalló que un indicio es que el motor derecho se fragmentó en dos partes, lo que permite establecer la velocidad de rotación, por lo que se aprecia que hasta el final venía girando ya que se encuentra deformada.
Con respecto a si el piloto de la aeronave no respetó la velocidad indicada, Téllez dijo que están revisando el material que está en el lugar de los hechos y la información bruta que procesa el radar, es decir, la que llega a las antenas y se mete a la computadora, así como los datos que se encuentran en las turbinas.
"Estamos analizando exactamente a qué velocidad venía y que distancia del avión que lo procedió en el aterrizaje, todo está por determinarse con un grado de exactitud muy importante, pero lo que tenemos de evidencia es que ambas turbinas venían funcionando a la misma velocidad".
López Meyer dijo que se descarta una despresurización, ya que esto se da cuando la aeronave está volando a una mayor altura, misma que funciona cuando el avión está a 40 mil pies de altura y la función es que en cabina se mantenga una atmósfera de ocho o nueve mil pies, que es la que se tienen en tierra.
"A las altitudes que estaba volando la aeronave no hay ninguna posibilidad de que aun cualquier falla de la despresurización pudiera haber afectado las condiciones físicas de cualquiera de los pilotos o pasajeros, sabemos que el avión venía bien en todos sus parámetros", puntualizó.
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