México

Jalisco exige a la Conagua que Yuriria desfogue hacia Chapala

La presa guanajuatense es la más llena de la cuenca Lerma-Chapala; según Jalisco, ya rebasó el nivel desde el cual está obligada a enviar agua

GUADALAJARA, JALISCO (30/JUL/2012).- La Comisión Estatal del Agua (CEA) de Jalisco asegura que mantiene una vigilancia constante para que no se otorguen volúmenes adicionales de agua para otras entidades federativas, de acuerdo con el Convenio de Distribución de Aguas Superficiales de la Cuenca Lerma-Chapala. Sin embargo, la Comisión Nacional de Agua (Conagua) ni siquiera les avisó sobre las maniobras realizadas en el primer semestre del año en la Presa Solís y la Laguna de Yuriria, que le permitirán a esta última un excedente de 32 millones de metros cúbicos (m3).

“Nosotros identificamos que Solís bajaba y Yuriria subía; entonces, nos generó una inquietud y le pedimos una explicación a la Conagua. La respuesta, por escrito, fue que realizaban trabajos en Solís”, afirma Héctor Castañeda, director de Cuencas y Sustentabilidad de la CEA en Jalisco.

—¿Tampoco les avisaron que Yuriria rebasará su nivel de almacenamiento por orden del Comité Técnico de Operación de Obras Hidráulicas?

—No tenemos esa información. No sabemos nada sobre ese excedente.

Mientras el nivel de operación en Yuriria se marcó en los 188 millones de metros cúbicos (m3), la Conagua autorizó que el almacenamiento sea hasta los 220 millones de m3. Todas las cifras se refieren al corte más reciente de la Conagua, del pasado viernes.

“La pregunta es: ¿dónde acomodarán esa agua? Si, como está, la laguna ya tiene problemas de inundación”, añade el funcionario estatal, quien adelanta que exigirá una respuesta al Gobierno federal, con la intención de que el agua sea enviada al Lago de Chapala. “Eso no es aceptable por el Gobierno de Jalisco. Yuriria no debe almacenar un metro cúbico más. El agua debe escurrir a Chapala”.

Eugenio García Barajas, vocero en Jalisco de la Conagua, responde que no hay irregularidades en el tema. “Es un caso especial porque se le extrajo agua a Solís para realizar trabajos de rehabilitación. Al final, en noviembre se hace un balance de las presas, se analiza cuánta agua hay para saber si se cumplió con el mínimo de distribución para los usuarios y se hace la distribución del próximo ciclo. Aquí hay transparencia, no hay irregularidades y no se esconde nada”.

Y añade: “Son cuestiones técnicas que permiten a la Conagua regular los vasos o las presas para tener un espacio para las precipitaciones o escurrimientos fuertes; así se opera sin riesgo para la población e infraestructura, de acuerdo con el comité técnico, con ingenieros con mucha experiencia”.

Con el Acuerdo de Distribución de Aguas Superficiales de la Cuenca Lerma-Chapala, firmado en diciembre de 2004 por la Federación y los estados de México, Michoacán, Guanajuato y Jalisco, deben existir desfogues en presas que rebasen su capacidad de almacenamiento y derramar el líquido hacia Chapala, sitio donde culmina el Río Lerma, que inicia en Estado de México.

De las 11 presas ubicadas en la Cuenca, solamente Yuriria rebasa su capacidad de operación, pero no desfogará hacia Chapala porque retendrá agua hasta que registre un almacenamiento de 220 millones de metros cúbicos. Del resto, solamente los embalses de Tepetitlán (Estado de México) y Tepuxtepec (Michoacán) están por encima de 80%; es decir, si continúan las lluvias como hasta ahora, ambas presas derramarán agua a la Cuenca, pero será almacenada en Solís (Michoacán) porque apenas se encuentra a 33.3 por ciento.

“El escenario es complejo para Chapala”, explica García Barajas. “Si la Presa Solís no alcanza 100%, no aportaría agua para Chapala. La mayoría de los embalses de la Cuenca está debajo de 60%, entonces el escenario no es positivo; hay un pronóstico conservador, pero todo puede pasar y caer un temporal extraordinario. Hoy, solamente Yuriria podría desfogar en las próximas semanas”.

Mientras las 11 presas ubicadas en la Cuenca Lerma-Chapala tienen una capacidad de dos mil 054 millones de metros cúbicos, actualmente reportan mil 132. Entre éstas sobresale Solís, pues tiene un almacenaje de 800 millones de m3… pero apenas tiene 267 millones, por eso es difícil que derrame líquido hacia Chapala en el presente temporal.

Por lo pronto, a finales de septiembre hay un corte de las precipitaciones y los niveles de embalses para hacer el pronóstico de la temporada.

Arrastra déficit

Los escurrimientos provocados por las lluvias de los últimos días provocan que Chapala reciba 33.3 m3 por segundo provenientes de la Cuenca. Esta cantidad aumentaría si Yuriria desfogara de acuerdo con el Convenio de Distribución de Aguas Superficiales. Por otra parte, ingresan a Chapala otros 14.3 metros cúbicos por segundo del Río Zula.

“En Chapala, la recuperación máxima del año pasado fueron 24 centímetros, mientras este año van 27 centímetros”, informa Eugenio García Barajas, vocero en Jalisco de la Conagua.

“Sin embargo, el lago no alcanza a recuperar lo perdido en la temporada de estiaje porque debe subir 1.45 metros para no seguir incrementando su déficit. Esto es lo ideal. En porcentajes, para esta misma fecha, el año pasado Chapala estaba a 65% de su capacidad de almacenamiento; hoy está a 50.9%, una diferencia de 1.11 metros menos en el almacenamiento. A pesar de ello, hay agua suficiente para satisfacer a la Zona Metropolitana de Guadalajara y el uso agrícola”.

De las 11 presas ubicadas en la Cuenca Lerma-Chapala, en el corto plazo los pronósticos apuntan que solamente recibirá escurrimientos de la Laguna  de Yuriria. Solís, el embalse más grande, se encuentra a 33% de su capacidad

RUTA DEL AGUA A CHAPALA

Los niveles actuales en la Cuenca


Todas las presas deben estar a 100% para desfogar hacia el vaso lacustre. Las cifras corresponden al corte del viernes.

Presa                       Estado                           Nivel de almacenamiento

José A. Alzate          Estado de México              41.3%

Ignacio Ramírez        Estado de México               52.3%

Tepetitlán                  Estado de México               79.1%

F. Fabela                  Estado de México               24.3%

Tepuxtepec               Michoacán                         89.9%

Solís                        Guanajuato                         33.3%

Yuriria                      Guanajuato                        105.5%

Ignacio Allende         Guanajuato                         40.7%

Melchor Ocampo       Michoacán                         37.2%

La Purísima              Guanajuato                         35.7%

Peñuelitas                 Guanajuato                        28.3%

Total de almacenamiento de presas                     55.1%

NOTA:
Deben existir desfogues en presas que rebasen su capacidad de almacenamiento y derramar el líquido hacia Chapala, de acuerdo con el Acuerdo de Distribución de Aguas Superficiales.

FUENTE:
Conagua

LA VOZ DEL EXPERTO

Acuerdo a favor de Guanajuato

Antonio Gómez Reyna
(Investigador de la UdeG)

Cada estado retiene agua en la Cuenca Lerma-Chapala, pero en la Presa Solís es donde se queda la mayor parte tras el Acuerdo de Distribución de Aguas Superficiales. Esta presa aumentó su capacidad e impactó el sistema hídrico porque el agua es retenida. Cuando cierran los acuerdos para determinar los trasvases convienen enviar el agua de Solís a la Laguna de Yuriria, ambos en Guanajuato, entonces los manejos de gobiernos han impactado a Chapala, que es un vaso regulador natural y no un sistema particular.

El gran error es que los sistemas en la Cuenca superior e inferior han sido impactados, mientras el Gobierno de Jalisco se ha visto débil frente al sistema federal. La Ley de Aguas establece que la cantidad de agua que recibes en los distritos urbanos la utilizas y la regresas al sistema, pero Guanajuato es la Entidad que más retiene el líquido. Si a esto le sumamos que la parte superior de la Cuenca está erosionada y la cantidad de habitantes sigue incrementándose, todo se traduce en impactos negativos para Chapala.

Desde la Presidencia de Vicente Fox se manejó la preferencia hacia Guanajuato, y el ejemplo es El Zapotillo, una presa en construcción en Jalisco que beneficiará principalmente a León.

El colmo es que el agua pluvial en la metrópoli se va prácticamente al drenaje. No se aprovecha.

LA VOZ DEL EXPERTO

Agua contaminada


Fernando Córdova Canela (Investigador de la Universidad de Guadalajara)

No es bueno que se retenga agua en Guanajuato, pero, por otra parte, qué bueno que no llega el líquido de la Presa Solís a Chapala. A ese embalse llegan aguas negras de Salamanca, La Piedad y otras ciudades aledañas al Río Lerma… hay mucha contaminación hasta de una refinería; entonces, no es cuestión menor.

Hace falta una política pública más agresiva para sanear el agua, así como una tecnificación de los sistemas de irrigación, porque en todos los distritos agrícolas asentados hay un gran dispendio de agua. El Gobierno de Jalisco debe defender que llegue agua a Chapala, pero limpia.

Por otra parte, ante el escenario de Chapala, el Estado debe aceptar que hay alternativas para abastecer de agua a la población. El aprovechamiento del agua de lluvia puede aportar beneficios, pero se requieren tecnologías. Hay ejemplos, como en Querétaro, donde se creó un programa de cisternas urbanas donde se almacena agua de lluvia con tratamiento. En Corea del Sur también hay un estándar de aprovechamiento de agua y surgió con la aplicación de un desarrollo inmobiliario en el que la autoridad negoció con el empresario y se construyó infraestructura para que esa agua se aplique para riego, incendios y áreas deportivas, entre otros. Berlín y Australia se suman a los conceptos de presas urbanas donde se retiene el agua de lluvia y se aprovecha en áreas verdes.
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