México
Iglesias formalizan ofensiva a matrimonio homosexual
El Consejo Ecuménico de México sostiene que la reforma afectaría 'la médula de la institución matrimonial''
CIUDAD DE MÉXICO (09/JUN/2016).- Un bloque de ocho iglesias, entre ellas la católica, que integran el Consejo Ecuménico de México, se pronunció en contra de la propuesta presidencial de los matrimonios entre personas
del mismo sexo. Afirmó que este tipo de uniones no puede denominarse así, sólo generan confusión.
Expuso que esta posible reforma “afecta la médula de la institución matrimonial” y debilita a la familia.
Al fijar su posición en contra de las iniciativas presentadas el 17 de mayo pasado por el Presidente Enrique Peña Nieto para permitir las uniones entre personas del mismo sexo, el Consejo, al que pertenece entre otras la Arquidiócesis Primada de México, la Iglesia Ortodoxa Griega, así como la Iglesia Evangélica Misionera del Pacto Misión DF, insistió en que “no es lo mismo un matrimonio que se establece entre un hombre y una mujer, que la unión entre dos personas del mismo sexo”.
Indicaron que esta reforma, que sería la de mayor calado en relación al régimen legal del matrimonio, debe contar con el mayor consenso político y social, y considerar que “la heterosexualidad es un elemento constitutivo esencial del propio concepto de matrimonio, el cual o es heterosexual o no lo es”, y no es suficiente la medida para evitar la discriminación contra este sector.
En un comunicado suscrito por la Dimensión Episcopal de Diálogo y Comunión de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), que preside el obispo Carlos Briseño Arch, el Consejo Ecuménico, del que forman parte la Diócesis en México de la Iglesia Ortodoxa en América OCA, la Eparquía Greco Melquita de Nuestra Señora del Paraíso en México y la Eparquía Maronita de Nuestra Señora de los Mártires del Líbano, entre otras, señaló que es inconveniente llamar matrimonios a las uniones homosexuales.
Argumentó que “la remoción de toda discriminación por razón de la orientación sexual no requiere la inserción del nuevo modelo de pareja en la institución matrimonial”.
“Las discriminaciones que se puedan dar en el tejido social no se evitan mediante la configuración legal de un matrimonio que dé cabida a dos realidades diferentes. Se requiere que las innovaciones que se puedan introducir en esta materia estén respaldadas por un amplio consenso político y social”.
“Nos encontramos ante la posible reforma de mayor calado que se haya hecho del régimen legal del matrimonio en la historia de nuestro derecho, ya que afecta la médula de la institución matrimonial. La reforma trasciende al cambio normativo para incidir en uno de los pilares de nuestra cultura jurídica y en la mentalidad social, términos como marido y mujer van a ir perdiendo su sentido”, expuso.
Expuso que esta posible reforma “afecta la médula de la institución matrimonial” y debilita a la familia.
Al fijar su posición en contra de las iniciativas presentadas el 17 de mayo pasado por el Presidente Enrique Peña Nieto para permitir las uniones entre personas del mismo sexo, el Consejo, al que pertenece entre otras la Arquidiócesis Primada de México, la Iglesia Ortodoxa Griega, así como la Iglesia Evangélica Misionera del Pacto Misión DF, insistió en que “no es lo mismo un matrimonio que se establece entre un hombre y una mujer, que la unión entre dos personas del mismo sexo”.
Indicaron que esta reforma, que sería la de mayor calado en relación al régimen legal del matrimonio, debe contar con el mayor consenso político y social, y considerar que “la heterosexualidad es un elemento constitutivo esencial del propio concepto de matrimonio, el cual o es heterosexual o no lo es”, y no es suficiente la medida para evitar la discriminación contra este sector.
En un comunicado suscrito por la Dimensión Episcopal de Diálogo y Comunión de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), que preside el obispo Carlos Briseño Arch, el Consejo Ecuménico, del que forman parte la Diócesis en México de la Iglesia Ortodoxa en América OCA, la Eparquía Greco Melquita de Nuestra Señora del Paraíso en México y la Eparquía Maronita de Nuestra Señora de los Mártires del Líbano, entre otras, señaló que es inconveniente llamar matrimonios a las uniones homosexuales.
Argumentó que “la remoción de toda discriminación por razón de la orientación sexual no requiere la inserción del nuevo modelo de pareja en la institución matrimonial”.
“Las discriminaciones que se puedan dar en el tejido social no se evitan mediante la configuración legal de un matrimonio que dé cabida a dos realidades diferentes. Se requiere que las innovaciones que se puedan introducir en esta materia estén respaldadas por un amplio consenso político y social”.
“Nos encontramos ante la posible reforma de mayor calado que se haya hecho del régimen legal del matrimonio en la historia de nuestro derecho, ya que afecta la médula de la institución matrimonial. La reforma trasciende al cambio normativo para incidir en uno de los pilares de nuestra cultura jurídica y en la mentalidad social, términos como marido y mujer van a ir perdiendo su sentido”, expuso.
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