México
Iglesia católica condiciona diálogo con el PRD
Representante jurídico de la Arquidiócesis de México dice que la institución religiosa está dispuesta a retomar las conversaciones con la nueva dirigencia perredista
En entrevista, el encargado de la representación jurídica de la Arquidiócesis de México expresó que ante las contiendas electorales que se avecinan, el acercamiento sería provechoso tanto para la Iglesia católica como para el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Aseveró que entre esa fuerza política y la Iglesia católica siempre habrá confrontación por temas ideológicos y difícilmente asumirán posturas iguales, pero la institución religiosa está dispuesta a retomar las conversaciones con la dirigencia perredista que resulte electa.
Recordó que en otros tiempos han tenido relaciones constructivas y hasta coincidentes, como en el caso de la impugnación a la llamada "reforma petrolera", pero durante la dirigencia de Jesús Ortega Martínez en el partido del sol azteca el desencuentro fue inevitable.
Por ello, el abogado insistió en que retomar el diálogo entre las partes requiere como condición previa que se retiren esas demandas, que calificó como "absurdas e inútiles".
Mencionó que la Arquidiócesis de México mantiene una relación institucional con el Gobierno del Distrito Federal, pese a que su titular Marcelo Ebrard también ha demandado a integrantes de la jerarquía católica.
La diferencia es que esas demandas son de carácter personal y se tramitan por la vía civil, explicó, mientras que las del PRD son de carácter político y ante autoridades políticas, por los cual instó a que se desistan de ellas para poder reanudar el diálogo.
Martínez Gómez se refirió también a la renuncia del embajador estadunidense en México, Carlos Pascual, a quien la semana anterior se le dedicó un crítico editorial en el semanario "Desde la fe", órgano de comunicación del arzobispado de México.
Pascual es una buena persona y un católico practicante que visitaba con frecuencia la Catedral Metropolitana, pero la naturaleza de su trabajo implicaba contar con la confianza de sus anfitriones, es decir del gobierno mexicano, recordó.
La confianza institucional entre México y Estados Unidos es la base para una relación constructiva, abundó el abogado, al tiempo que confió en que las relaciones entre ambos países se fortalecerán con la presencia de un nuevo representante del Gobierno de Estados Unidos.
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