México
Haitianos luchan por trabajar en México a dos años del desastre
La falta de perfeccionamiento del idioma, es una de las principales barreras
CIUDAD DE MÉXICO (11/ENE/2012).- Los haitianos que llegaron a México como consecuencia de la devastación que produjo el terremoto en su país hace dos años siguen enfrentando dificultades para conseguir un empleo, entre ellas no saber bien o no hablar el idioma español.
La zona occidental de la isla que comparten República Dominicana y Haití fue sacudida a las 16:53 horas del 12 de enero de 2010 por un sismo de siete grados en la escala de Richter, que afectó sobre todo al territorio haitiano, donde murieron al menos 316 mil personas.
La destrucción que causó el movimiento telúrico fue mayúscula, tanto que miles de haitianos se vieron obligados a dejar su país y trasladarse a otras naciones, donde la supervivencia se ha convertido en una labor mucho más difícil que en su propia tierra.
Perseguidos por la crisis económica mundial que dificulta el mercado laboral y con el estigma de ser extranjeros, estar refugiados y no dominar el idioma local, cientos de haitianos enfrentan una complicada situación en México.
En entrevista con Notimex, Wilner Metelus, originario de Haití, presidente del Comité Ciudadano de Defensa de los Naturalizados y Afromexicanos, reconoció que a dos años de la tragedia y pese a que ingresaron a México con visas humanitarias que teóricamente les permiten trabajar, la realidad es que muchos de sus connacionales no consiguen empleo.
La población de haitianos en México se compone en su mayoría por hombres de entre 25 y 40 años de edad, con instrucción a nivel medio superior y muchos de los cuales no dominan el idioma español.
Muchos enfrentan discriminación y no encuentran trabajo por la falta de documentos nacionales, pese a que el Instituto Nacional de Migración (INM) les otorgó los necesarios para trabajar, y porque no hablan español.
Eso dificulta su supervivencia porque carecen de recursos económicos suficientes para pagar renta, comprar comida y solventar otras necesidades inmediatas.
Además, según Metelus, algunos niños haitianos que llegaron con sus familias no han sido matriculados en las escuelas porque no son admitidos.
En entrevista por separado, Jean Pierre Moise Dorce, ministro consejero y encargado de Negocios de la embajada de Haití en México, reconoció que darles permiso de trabajo fue uno de los apoyos importantes que otorgó México a sus connacionales cuando el terremoto.
Sin embargo es su mayoría no lo han encontrado por lo que tienen que autoemplearse, por ejemplo en la impartición de clases particulares de francés o contratados en pequeñas empresas que lamentablemente no son muy serias.
Aun así aseguró que 'no hay un problema haitiano en México', pues de acuerdo a los registros de la embajada, la mayoría de quienes vinieron a México tras del terremoto, ya se regresaron.
Además las autoridades mexicanas han manifestado su disposición a revisar caso por caso lo que ocurre con los haitianos que viven en México, a fin de garantizarles condiciones adecuadas.
En ese sentido, comentó que resulta complicado establecer cuántos haitianos viven en México. 'No hay muchos. Aunque llegaron más de mil con el temblor, la mayoría ya se regresó'.
El Cuarto Informe 2006-2012 de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (con cifras de 2010) señaló que 27 haitianos entraron a México bajo el esquema de reunificación familiar, pero 64 familias recibieron visa humanitaria de no inmigrantes.
En tanto, el Comité Ciudadano de Defensa de los Naturalizados y Afromexicanos identifica a 506 ciudadanos haitianos con autorización como refugiados, mientras que casi mil 200 más están en territorio mexicano bajo otros esquemas legales.
En total la comunidad haitiana, incluidos menores de edad, se calcula en mil 700 personas, repartidas sobre todo en el Distrito Federal, aunque también los hay en Hidalgo, Veracruz y Acapulco.
El encargado de Negocios de la embajada de la isla caribeña solicitó a los mexicanos que no vean en su país sólo a la nación más pobre del mundo, sino a un territorio fértil para las inversiones, sobre todo en infraestructura.
De acuerdo con previsiones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) Haití podría crecer ocho por ciento este año, lo que significa la posibilidad de inversiones muy productivas en la isla.
Es cierto que ha resultado complejo resolver los problemas causados por el terremoto, pero hay oportunidades que se pueden aprovechar a favor de Haití y también de México, señaló.
No obstante la perspectiva de Metelus es distinta ya que, según él, el atraso económico, el desorden administrativo y el exceso de fuerzas militares internacionales en Haití retrasan el desarrollo.
Debido a ello no hay escenario para que los haitianos que viven en México regresen a su país en el corto ni en el mediano plazo, ya que una reconstrucción completa de Haití sólo podrá estar lista en 25 años, de manera que los haitianos se quedarán largo tiempo en el país.
La zona occidental de la isla que comparten República Dominicana y Haití fue sacudida a las 16:53 horas del 12 de enero de 2010 por un sismo de siete grados en la escala de Richter, que afectó sobre todo al territorio haitiano, donde murieron al menos 316 mil personas.
La destrucción que causó el movimiento telúrico fue mayúscula, tanto que miles de haitianos se vieron obligados a dejar su país y trasladarse a otras naciones, donde la supervivencia se ha convertido en una labor mucho más difícil que en su propia tierra.
Perseguidos por la crisis económica mundial que dificulta el mercado laboral y con el estigma de ser extranjeros, estar refugiados y no dominar el idioma local, cientos de haitianos enfrentan una complicada situación en México.
En entrevista con Notimex, Wilner Metelus, originario de Haití, presidente del Comité Ciudadano de Defensa de los Naturalizados y Afromexicanos, reconoció que a dos años de la tragedia y pese a que ingresaron a México con visas humanitarias que teóricamente les permiten trabajar, la realidad es que muchos de sus connacionales no consiguen empleo.
La población de haitianos en México se compone en su mayoría por hombres de entre 25 y 40 años de edad, con instrucción a nivel medio superior y muchos de los cuales no dominan el idioma español.
Muchos enfrentan discriminación y no encuentran trabajo por la falta de documentos nacionales, pese a que el Instituto Nacional de Migración (INM) les otorgó los necesarios para trabajar, y porque no hablan español.
Eso dificulta su supervivencia porque carecen de recursos económicos suficientes para pagar renta, comprar comida y solventar otras necesidades inmediatas.
Además, según Metelus, algunos niños haitianos que llegaron con sus familias no han sido matriculados en las escuelas porque no son admitidos.
En entrevista por separado, Jean Pierre Moise Dorce, ministro consejero y encargado de Negocios de la embajada de Haití en México, reconoció que darles permiso de trabajo fue uno de los apoyos importantes que otorgó México a sus connacionales cuando el terremoto.
Sin embargo es su mayoría no lo han encontrado por lo que tienen que autoemplearse, por ejemplo en la impartición de clases particulares de francés o contratados en pequeñas empresas que lamentablemente no son muy serias.
Aun así aseguró que 'no hay un problema haitiano en México', pues de acuerdo a los registros de la embajada, la mayoría de quienes vinieron a México tras del terremoto, ya se regresaron.
Además las autoridades mexicanas han manifestado su disposición a revisar caso por caso lo que ocurre con los haitianos que viven en México, a fin de garantizarles condiciones adecuadas.
En ese sentido, comentó que resulta complicado establecer cuántos haitianos viven en México. 'No hay muchos. Aunque llegaron más de mil con el temblor, la mayoría ya se regresó'.
El Cuarto Informe 2006-2012 de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (con cifras de 2010) señaló que 27 haitianos entraron a México bajo el esquema de reunificación familiar, pero 64 familias recibieron visa humanitaria de no inmigrantes.
En tanto, el Comité Ciudadano de Defensa de los Naturalizados y Afromexicanos identifica a 506 ciudadanos haitianos con autorización como refugiados, mientras que casi mil 200 más están en territorio mexicano bajo otros esquemas legales.
En total la comunidad haitiana, incluidos menores de edad, se calcula en mil 700 personas, repartidas sobre todo en el Distrito Federal, aunque también los hay en Hidalgo, Veracruz y Acapulco.
El encargado de Negocios de la embajada de la isla caribeña solicitó a los mexicanos que no vean en su país sólo a la nación más pobre del mundo, sino a un territorio fértil para las inversiones, sobre todo en infraestructura.
De acuerdo con previsiones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) Haití podría crecer ocho por ciento este año, lo que significa la posibilidad de inversiones muy productivas en la isla.
Es cierto que ha resultado complejo resolver los problemas causados por el terremoto, pero hay oportunidades que se pueden aprovechar a favor de Haití y también de México, señaló.
No obstante la perspectiva de Metelus es distinta ya que, según él, el atraso económico, el desorden administrativo y el exceso de fuerzas militares internacionales en Haití retrasan el desarrollo.
Debido a ello no hay escenario para que los haitianos que viven en México regresen a su país en el corto ni en el mediano plazo, ya que una reconstrucción completa de Haití sólo podrá estar lista en 25 años, de manera que los haitianos se quedarán largo tiempo en el país.
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