México

Háblanos claro, Marcelo

Prometes disminuir la pobreza. Fomentar el progreso. Entregarte por los que quieren un cambio. Reorganizar lo que está mal

Estás a favor de las alianzas. Pero no las buscas fuera de la izquierda. Lo que menos necesitas es confrontarte con Andrés. Es obvio. Pero no se te escucha convencido. Insistes en el acuerdo PRD-PT-Convergencia. Que habrá un solo candidato de izquierda. Que habrá una encuesta. Que será abierta. Que quien resulte mejor posicionado, gana. Que se sabrá en un año. Que mientras, cada quien haga su trabajo. Que está en su derecho.

Que el acuerdo se va a tener que respetar a como dé lugar. “Sí, sí”, repites, porque todos los acuerdos que ha hecho él los ha cumplido. Que tú también. Aseguras que la jefatura de Gobierno se la debes a los electores. No niegas que ‘El Peje’ te ayudó “muchísimo”. “Sería yo un ingrato, sería un tipo mal nacido”, aclaras. Pero que quien votó por ti fueron los ciudadanos. Que te debes a ellos primero. Niegas que Andrés haya dado a entender que podrías traicionarlo. Pero aclaras: “Lo que no voy a hacer es traicionar a la gente que quiere que haya un cambio en México”.

Presumes: tu ciudad es primer lugar nacional en competitividad. En inversión privada; nacional y extranjera. Líder en desarrollo tecnológico. Motor de la economía nacional. Estás confiado. Tienes tus números. Terminarás obras a tiempo. Educación. Agua potable. Supervía. Dos nuevas cárceles. Más Metrobús. Línea 12 del Metro. Todo calculado. “No podemos esperar 20 años”, dices. Menos uno, digo. Demandas equidad fiscal. Acusas a la Federación de castigar a la capital. Es política, admites. Hoy los estados autorizan la deuda, explicas. Te traen corto. De cada peso, te dan siete centavos. Migajas. Quieres una Constitución para la ciudad. Que ya no sea el Distrito Federal. Que nos gobernemos sin pedir permiso. Tampoco perdón.
Prometes disminuir la pobreza. Fomentar el progreso. Entregarte por los que quieren un cambio. Reorganizar lo que está mal.  

Que no vas a reprimir marchas pacíficas. Que la ley te lo impide. Que la bronca es del Congreso. Que el hampa va a la baja. Que la Policía es ejemplo. Que no has pactado con el narco. Que la ciudad no es territorio ensangrentado. Que estamos mejor que antes. Que izquierda es equidad para todos.

Prometes regresar el Ejército a los cuarteles. No modificar el 27 constitucional. Defender el Estado laico. Pero, ¿por qué nunca darle la mano al Presidente? ¿Por cosas de 2006? ¿Por principio? ¿Qué no es mezquindad ni soberbia? ¿Temes a Andrés Manuel? Háblanos aún más claro, Marcelo.

EL MONJE LOCO: Osvaldo Rodríguez es dueño de El Diario de Juárez. El mismo que en 2001 encarceló a Isabel Arvide por difamación, calumnias y daño moral. Arvide publicó que Rodríguez lavaba narcodinero. Es el mismo El Diario, que ahora pide tregua al crimen. Que descalifica al Estado de derecho. Al que “chamaqueó” un Nava pirata. Ya se sabe. Ya se supo…
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