
México
Gobernadores nerviosos
En Tamaulipas, Eugenio Hernández ha tenido que cambiar todas sus rutinas y su agenda, además de reforzar su seguridad
Hay, por ejemplo, los que aún no asumen la gubernatura y ya enfrentan un desafío directo de los narcos. Es el caso del gobernador electo de Chihuahua, César Duarte, a quien el crimen organizado le ha matado ya a dos parientes cercanos —sus sobrinos Mario Humberto Medina y Alberto Porras Duarte, ejecutados en julio pasado— y hace unas semanas fueron secuestrados tres colaboradores directos y cercanos al futuro mandatario, a los que se llevaron de las oficinas del gobernador electo.
Otro caso es el del gobernador saliente de Durango, Ismael Hernández Deras, a quien sus propios compañeros priistas han visto “muy nervioso” ante el temor de ser objeto de alguna acusación que lo vincule al narcotráfico. En reuniones recientes con otros mandatarios a las que ha asistido, Hernández Deras, quien deja el poder la semana próxima, ha expresado preocupación por una supuesta acusación de la PGR o de alguna otra instancia federal.
En Tamaulipas, Eugenio Hernández ha tenido que cambiar todas sus rutinas y su agenda, además de reforzar su seguridad, tras la ejecución del candidato priista a la gubernatura, Rodolfo Torre Cantú; la cercanía y afecto del candidato asesinado con el gobernador saliente, hizo que su ejecución fuera vista como un mensaje directo de los ejecutores al aún mandatario tamaulipeco.
El temor a un atentado contra un gobernador también está latente. Apenas el 23 de agosto, el mandatario electo de Sinaloa, Mario López Valdez (Malova), advertía que temía por su vida: “Aquí ya mataron en el país un candidato a la Presidencia de la República, que iba a ser presidente; mataron a uno que iba a ser gobernador… Han matado a varios legisladores, a varios alcaldes, recientemente al de Santiago, en Nuevo León. No tardan en que puedan matar a un gobernador… como van las cosas”.
Así de nerviosos, entre la acusación y las amenazas, andan varios de los gobernadores del país.
NOTAS INDISCRETAS… La que no cabía ayer de gusto en Los Pinos era la primera dama, Margarita Zavala. Y es que por primera vez Estados Unidos reconoce al Gobierno de México por algo que no sea la captura de un narco. Gil Kerlikowske, zar antidrogas estadounidense, anunció el lunes en la reunión binacional antidrogas, que la administración Obama copiará el modelo de los centros “Nueva Vida”, para el tratamiento, rehabilitación y prevención de adicciones; y la impulsora de esos centros fue justamente Zavala. Una de cal por las que van de arena… Los dados repiten escalera. Buen tiro.
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