México
Gabinetito
No se entiende el por qué alargaron la estancia de Fernando Gómez Mont. Hasta parece que había plan con maña
El Presidente movió a su gente bajo el quítate tú para ponerme yo. No se ve que detrás de los cambios exista el intento de buscar nuevos rumbos.
El gabinete de Calderón se ha ido diluyendo. Tanto Fox como Calderón no han sabido armar equipos. El gabinete de Fox fue definido como Montessori bajo, el supuesto de que cada quien hacia lo que quería (habrá que recordarles a los que así lo veían que en el sistema Montessori no es cierto aquello de que cada quién hace lo que quiere). En el caso de Calderón ha prevalecido lo anodino.
Los cambios del miércoles van definiendo el final del sexenio. El Presidente va a ser el operador político. Gobernación va a ser una extensión de las áreas de seguridad, no es casual que Francisco Blake haya sido mencionado hace algunos meses como posible procurador. El fuerte del nuevo secretario es la seguridad y no necesariamente la política. La oficina de Los Pinos va a tener de nuevo al ahora ex secretario de economía que pasó de noche. Va ser una extensión de la operación política de 2012. El objetivo es claro: por ningún motivo el Presidente quiere entregarle la banda de regreso al PRI, y menos a Peña Nieto.
Los resultados del llamado “superdomingo” muestran que nadie tiene asegurado el futuro. Las elecciones mostraron no sólo la preferencia por candidatos, evidenciaron también que a través del voto por otros se evalúa a los gobernantes en turno. Lo que pasó en Puebla y Oaxaca, y en algún sentido en Zacatecas, Tlaxcala e Hidalgo son prueba de ello. Calderón también va a ser evaluado a través del voto por otros en 2012.
A lo largo de más de cuatro años el Presidente no ha podido tener a alguien en Gobernación que sea un interlocutor político válido y de peso. Cuando no se desatan confrontaciones con el PAN y la oposición, aparecen las intolerancias como en las que cayó Gómez Mont, o la muerte de Juan Camilo Mouriño, o la ausencia de apoyo presidencial. El miércoles se fue quien en medio de muchas contradicciones parecía ser el personaje idóneo para el quehacer político. Acabó entre desafortunadas declaraciones, “tontos útiles” o su ya famosa “creo en Dios”. No pudo, no lo dejaron, y en medio del fuego amigo lo bajaron de la silla.
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