México
Florence Cassez luchará contra la injusticia
Con una sentencia de 60 años, la reclusa francesa asegura su inocencia y pide su repatriación
Utiliza un par de prendedores en el cabello, con flores blancas, en cada costado de su frente; aretes plateados que le regaló su papá y en la muñeca izquierda el reloj que recibió de sus padres. En la derecha, el brazalete que dice su nombre; lleva un dije plateado, como el color de sus zapatos.
En el área de visitas los custodios y las internas se muestran amables con ella. Su mejor amiga asegura que la respetan porque ven cómo ha luchado por su inocencia. En la prisión aprendió a hablar por completo el español.
Esta mujer, quien fue directora en una tienda departamental en Francia, quiere hablar, aunque dice que sus palabras recibirán castigo. Está esperando a lo lejos antes de entrar a la zona de visitas. Hay una pequeña tienda con reja en una esquina y mesas y sillas de plástico, como las que usan en los centros botaneros. Florence sonríe y ofrece “¿café o té?”.
En la mesa recibe un par de cajetillas de cigarros, una tarta de frutas y un libro, el de la periodista francesa Anne Vigna. Se sienta a un costado de la entrada al salón. Entonces, dice: “Quiero que la gente en verdad me conozca”.
— ¿Qué es lo que quieres decirle a todos los mexicanos?
— Que usen mi caso para los que sufren injusticia, lo que me pasó les puede pasar a todos. A los políticos les pido que usen mi caso para ayudar a los otros. Me dieron poder y lo voy a utilizar. Tiene sentido mi vida y debo utilizar ese poder a favor de muchos que sufren injusticias en México. No callaré más, lo político se lo dejo al presidente Sarkozy (Nicolas, mandatario francés), a mis padres y a los diputados de mi país, mis abogados luchan en lo jurídico; creo en el tribunal de La Haya y en la Corte Interamericana.
Hay una enorme duda (con respecto al manejo de su caso) sobre si esas tres personas estaban secuestradas en el rancho. Además me dieron delito de delincuencia organizada, cuando Israel todavía no está sentenciado.
Dónde está la delincuencia organizada, la Constitución dice que deben ser tres personas como mínimo.
— ¿Qué les dirías a los testigos?
— Que aquí aprendí que la vida da muchas vueltas, que no hagas algo que no te gustaría que te hicieran, no sé cómo pueden dormir con lo que hicieron. Ellos saben que no los traté, que nunca los vi. Vivir con una mentira no es cualquier cosa. Yo viví un secuestro, esas 20 horas que me tuvo la Policía. Tengo 10 mil preguntas que hacerles. No sé por qué la señora Cristina cambió su declaración… de Ezequiel primero dijo que nunca me vio, que sólo un mechón del cabello y las caderas, ¿cómo puede decir que me reconoce?
— ¿Fuiste torturada?
— Luis Cárdenas Palomino me pegó para que dijera lo que él quería a las cámaras, nunca le importó que hubiera medios. Para ese momento ya habían pasado 20 horas desde que me detuvieron. No había dormido, tenía frío, no entendía a lo que él quería llegar, las groserías que me decía las desconocía.
Ya en la camioneta, estaba sentada junto a Israel Vallarta, a un lado estaba un oficial de la AFI. Le dije: “Usted me podrá pegar todo lo que quiera, pero jamás voy a decir lo que usted quiere”. Levantó el puño y me amenazó. Intervino el policía para que no lo hiciera, yo temblaba, entonces me dio más cachetadas.
— ¿Qué pasó en la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO)?
— Fue terrible, me desnudaron cinco veces. Nunca había una mujer cerca, me ordenaban: date la vuelta, agáchate y ábrete los glúteos. Me tomaron las huellas. Llegaron policías y se burlaron de mí. Después un hombre me videograbó y me preguntó nombre, edad, origen, por qué delito vienes, a cuántos plagié; nunca respondí las últimas, fueron como tres horas, me insultaron.
Cassez describe el Centro de Arraigos como un hotel acondicionado, con paredes blancas y una cámara en el centro del techo, un baño y una regadera. Sólo salían para desayunar, comer y cenar, con las manos cruzadas en la espalda y con la cabeza abajo, en fila, mujeres y hombres, los escoltaban policías federales.
— ¿Tienes rencor a México?
— Contra México no. Hago una gran diferencia, separo muy bien lo que es el Gobierno, la Policía y la corrupción. El mexicano es noble, es bueno, aquí descubrí gente maravillosa, el mexicano corta el pan para darte la mitad.
— ¿Qué pasa con Israel Vallarta?
— Nunca lo amé, hace tiempo que dejé de culparlo de lo que me pasa, lo culpé durante mucho tiempo.
Se pone seria cuando habla de Eduardo Cuauhtémoc Margolis Sobol, empresario de seguridad que sirvió para el Mosadd israelí, ex socio del hermano de Florence y con quien tuvo un pleito legal por diferencias en un negocio y que también establecía relaciones comerciales con Israel Vallarta, ex novio de Florence Cassez al momento de que fue detenida.
— ¿Por qué crees que te detuvieron?
— El día que me detuviero, me dijeron que no tenían nada en contra mía, que yo me iba a trabajar, que sabían que no tenía nada que ver. Pero cambió todo por la madrugada, desde que me detuvieron me tuvieron cerca del Monumento a la Revolución. Como a las cuatro o cinco de la mañana me llevaron al rancho, entonces me esposaron, empezaron las groserías. Esa pregunta me la he hecho todo este tiempo: ¿por qué estoy aquí? Nunca acepté los cargos, en su cara evidencie el montaje mediático de mi detención y puse en ridículo a Genaro García Luna, eso es lo que no me perdonan.
— ¿Si tuvieras enfrente al Presidente Calderón y a Genaro García Luna, qué les dirías?
— Separaría a las dos personas. Al Presidente Felipe Calderón Hinojosa le diría que así como está el Tratado de Estrasburgo y la carta firmada por su puño, por qué no lo aplica, y si busca repatriar a mexicanos presos en España y Estados Unidos, cómo quiere que la gente crea en su palabra, si no cumple un convenio internacional.
Al señor García Luna le diría que ¿por qué tanta mala fe? ¿Por qué se ensañan conmigo? ¿Por qué después de ese programa de Denise Maerker cambiaron los testimonios (de los testigos)? El señor García Luna no estaba presente el 9 de diciembre, el que me pegaba era Luis Cárdenas Palomino.
“Sarkozy dice que me sacará”
El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, se comprometió personalmente con su compatriota Florence Cassez --sentenciada en México a 60 años de cárcel por el secuestro de tres personas, delincuencia organizada y portación de armas al encabezar la banda de Los Zodiaco-- a no dejarla sola y liberarla.
Tres días antes de llegar a México en marzo de 2009, Sarkozy habló con Cassez, conocía su caso por el abogado Frank Berton y el Procurador General de París, Jean Paul Marin; decía que México no había cumplido una promesa hecha por el entonces procurador Eduardo Medina Mora.
Florence vive hoy en la cárcel de Tepepan. Ahí purga su condena pese a las irregularidades que, asegura, se han documentado en torno a su detención y al proceso judicial por el secuestro de Cristina Ríos, su hijo Cristian y de Ezequiel Elizalde.
“La resolución de apelación llegó el martes 3 de marzo. El viernes por la noche llegó una persona de la embajada de Francia con dos tarjetas telefónicas, me dio un número de un celular mexicano y me pidió: hable, y marqué el número”.
Cuatro años y tres meses después de su detención a unos tres kilómetros del Rancho Las Chinitas, en la carretera federal México-Cuernavaca, un 8 de diciembre de 2005, Cassez hace una serie de revelaciones a sobre su acercamiento con el presidente Sarkozy.
“Era el presidente Sarkozy quien contestó, me dijo que no me iba a dejar, que yo era como si fuera de su propia familia, que no me diera por vencida, que confiara. Ese día me pidió que firmara la repatriación y le dije que no, que firmarla sería reconocer un delito que no cometí. Me insistió que firmara, que confiara en él, que él sabía lo que hacía. Me dijo que en los próximos días (durante la visita de Estado a México) yo podía escuchar cosas pero que confiara en él… que no me iba a dejar sola y no lo ha hecho, desde entonces he platicado con él en al menos cinco ocasiones”.
La comunicación
Casi un mes antes de la visita presidencial de Sarkozy a México, el 6 de febrero de 2009, Los Pinos envió al Eliseo una carta firmada por el Presidente Calderón, en la que dejaba claro a su homólogo que México analizaría, como se hizo, la posibilidad de allanar la repatriación de Cassez.
Florence Cassez afirma que la resolución a su apelación a la sentencia inicial de 96 años de cárcel, con la que se logró que la pena fuera de 60 años, no fue una reducción de condena.
Dice que no se pudo comprobar el secuestro del esposo de Cristina Ríos y además le retiraron el cargo por posesión de cartuchos útiles, pero dejaron la portación de armas, en total le retiraron 26 años de la pena inicial.
Interpreta que la simultaneidad de las penas, según las leyes mexicanas, establece que los cargos que se mantenían firmes deberían cumplir penas de manera paralela. Es decir, la pena mayor, que sería de 20 años, sería el castigo máximo que se aplicaría a Cassez. Pero la supuesta reducción de sentencia la obliga a purgar una condena de 60 años.
“Ese día, cuando me iban a dar la resolución, tenía mis maletas listas, sabía que era un error, que ese día iría a casa. Bajé a escuchar la resolución y regresé como un zombi a mi celda. Por la noche hablé con un periodista francés y lloré desconsolada. Jacques Yves Tapon me dijo espera y comenzó a grabar, a preguntarme muy serio, ¿hoy qué pides, qué esperas?, y respondí: que el presidente Sarkozy ponga su nariz en mi expediente, que soy inocente, por favor ayúdenme… entonces el abogado Frank Berton tomó mi caso”.
El enviado
Con esa carta en su escritorio, Sarkozy envió de avanzada a México —previo a la visita de Estado que realizó a partir del 7 de marzo— al Procurador General de París, Jean Paul Marin, para que conociera a fondo el caso Cassez y se entrevistara con su homólogo mexicano, Eduardo Medina.
La visita fue del 1 al 4 de marzo. El procurador Marin había conseguido el compromiso del Gobierno mexicano —afirma Cassez a partir, dice, de conversaciones con un asesor personal del presidente Sarkozy— para que la resolución en torno a la apelación de Cassez , a 96 años de cárcel, no apareciera mientras se realizaba la visita presidencial francesa… pero no ocurrió así.
“Misión cumplida” le informó Marin personalmente a Sarkozy, antes de tomar el vuelo de regreso a su país. Le dijo del compromiso mexicano, pero al llegar a París supo que se emitió la reducción de sentencia a 60 años, los cuales ya no podrían ser modificados, narra Cassez.
Al conocer la resolución de apelación —agrega, siempre a partir de las conversaciones que ha tenido con uno de los consejeros presidenciales franceses— la carta firmada por el Presidente Calderón fue difundida por su abogado Frank Berton.
Poco más de tres meses después de la visita de Sarkozy a México, el 22 de junio, 14 días antes de la jornada electoral en la que México eligió a sus 500 nuevos diputados, el Presidente Calderón anunció en cadena nacional que Cassez no sería repatriada y que cumpliría su condena en cárceles mexicanas. Florence sigue en Tepepan. Una comisión binacional ya había analizado el caso. Los detalles de la visión de Cassez sobre este caso serán publicados en su libro, “A la sombra de mi vida”, que será distribuido en México en abril próximo.
Estadía en México
2003
Florence Cassez llega a la Ciudad de México procedente de Béthune, una región enclavada en el Norte de Francia. Ingresó como turista y cambió su situación migratoria a no inmigrante con actividades lucrativas. Comenzó a trabajar en la empresa Marketing and Technologys Imported y luego en Servi Bosque.
2005
La francesa trabaja para un grupo hotelero y vive con Israel Vallarta, integrante de la banda de secuestradores “Los Zodiaco”.
9 diciembre 2005
La PGR anunció que había desmantelado a Los Zodiaco y que uno de sus integrantes era Florence. Se le relaciona con al menos 10 plagios y el homicidio de una de sus víctimas. Ese día se ve por televisión que un equipo de la AFI ingresa al rancho Las Chinitas, ubicado en el kilómetro 29 de la carretera México-Cuernavaca, y el momento de liberar a tres personas secuestradas.
10 febrero 2006
El Gobierno mexicano reconoce que la detención televisiva de Cassez se trató de una recreación.
27 abril 2008
Sentencian a Cassez a 96 años de prisión por el secuestro de cuatro personas, entre ellas un menor de edad.
09 Febrero 2009
Reducen la condena a la acusada, de 96 a 60 años de prisión.
9 marzo 2009
El caso de la ciudadana francesa Florence Cassez, condenada a 60 años de prisión por su participación en una banda de secuestradores domina la agenda de la visita de Estado del presidente de Francia, Nicolas Sarkozy a México.
10 marzo 2009. Se realiza la primera sesión de la Comisión Binacional integrada por funcionarios de Francia y México, que analizará si es procedente que la francesa Cassez cumpla con esta condena en su país; el Gobierno mexicano pretende con esta negociación impedir que en caso de entregarla, sea liberada por las autoridades judiciales francesas.
11 mayo 2009
El testimonio del presunto secuestrador David Orozco, “El Géminis”, integrante de Los Zodiaco, hunde más a Cassez. David Orozco la acusa de planear y ejecutar varios plagios con la banda, así como cuidar a algunas de las víctimas.
22 junio 2009
El Presidente Felipe Calderón anuncia que la ciudadana francesa no será extraditada a Francia y purgará su condena de 60 años en México.
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