México
Familiares de víctimas se reúnen en el Casino Royale
A un mes de la tragedia, alrededor de 100 personas acuden para refrendar su exigencia del esclarecimiento de los hechos
MONTERREY, NUEVO LEÓN (26/SEP/2011).- A un mes del incendio en el Casino Royale en el que murieron 52 personas, familiares de las víctimas acudieron al sitio de la tragedia para decir “’no los olvidaremos”.
Los deudos acudieron para orar por el descanso eterno de los fallecidos y refrendar su exigencia de justicia ante un hecho que generó el repudio nacional e internacional.
Entre las ruinas del otrora centro de apuestas de la avenida San Jerónimo 205, que muestra las huellas del fuego que consumió el sitio y provocó esta desgracia sin precedentes, los regiomontanos acudieron en silencio a recordar al ser querido.
La fachada del inmueble ennegrecido por el humo del incendio provocado por criminales, fierros retorcidos, vidrios quebrados, coronas secas y veladoras apagadas fueron los únicos testigos del llanto silencioso de hombres y mujeres, e incluso niños que se acercaron al lugar.
Sin importar el quemante sol, los hijos, padres, hermanos y demás deudos de los fallecidos, con flores y velas en mano, vestidas en su mayoría de blanco, clamaron castigo para los responsables y, en algunos casos, apoyo económico para quienes la tragedia los rebasó.
Tal es el caso de Alejandro Morales Ángeles, un hombre de 58 años con problemas de apéndice y quien perdió a su hijo Rubén Morales Castillo, de 19 años. El joven fallecido era el sustento de la familia.
El día del atentado era para Rubén su primera jornada de trabajo en el Casino Royale, y a la fecha Alejandro no ha obtenido respuesta de la empresa sobre alguna indemnización, sólo los apoyos funerarios y de despensa de autoridades estatales, insuficientes para paliar la precaria condición económica, y ahora emocional, de la familia Morales Castillo.
Alrededor de 100 personas se congregaron a lo largo de la tarde en la casa de apuestas, a diferencia de la misa del sábado, oficiada en la Basílica de Guadalupe de esta ciudad, aunque con la misma impotencia y pesar por lo acontecido.
Una manta en blanco y letras rojas quedó a un costado de la entrada del casino Royale, donde se saltan las palabras: “no los olvidaremos”.
El incendio provocado por miembros de “Los Zetas” en las instalaciones del centro de apuestas la tarde del 25 de agosto, provocó la muerte por asfixia y quemaduras de 52 personas y dejó otras 10 lesionadas, en lo que se considera el peor ataque contra civiles por parte del crimen organizado, en este sexenio.
El Presidente Felipe Calderón condenó un día después el ataque al casino y calificó de “verdaderos terroristas” a quienes de manera premeditada y con alevosía prendieron fuego al local.
La Procuraduría General de Justicia (PGR), a cargo de la investigación federal, ha revelado que el móvil del ataque está relacionado con el intento de extorsión al dueño del casino, a quien presuntamente exigían hasta 140 mil dólares.
Hasta el momento, hay nueve retenidos.
El incendio tiene en la cuerda floja al alcalde regiomontano Fernando Larrazabal, cuyo hermano Manuel Jonás fue captado en video junto al secretario de Desarrollo Humano, Miguel Ángel García, aparentemente extorsionando al dueño del Casino Red.
El PAN nacional le pidió a Larrazabal solicitar licencia para ser investigado, pero el edil se negó y fue privado de sus derechos políticos.
PARA SABER
Ataque en Tampico
Una persona muerta dejo un ataque a balazos perpetrado por un comando contra el Casino Tropicana de Tampico. Los hechos se registraron la madrugada de ayer, donde perdió la vida Mario Alberto Moctezuma Lucero, quien era vigilante.
Los deudos acudieron para orar por el descanso eterno de los fallecidos y refrendar su exigencia de justicia ante un hecho que generó el repudio nacional e internacional.
Entre las ruinas del otrora centro de apuestas de la avenida San Jerónimo 205, que muestra las huellas del fuego que consumió el sitio y provocó esta desgracia sin precedentes, los regiomontanos acudieron en silencio a recordar al ser querido.
La fachada del inmueble ennegrecido por el humo del incendio provocado por criminales, fierros retorcidos, vidrios quebrados, coronas secas y veladoras apagadas fueron los únicos testigos del llanto silencioso de hombres y mujeres, e incluso niños que se acercaron al lugar.
Sin importar el quemante sol, los hijos, padres, hermanos y demás deudos de los fallecidos, con flores y velas en mano, vestidas en su mayoría de blanco, clamaron castigo para los responsables y, en algunos casos, apoyo económico para quienes la tragedia los rebasó.
Tal es el caso de Alejandro Morales Ángeles, un hombre de 58 años con problemas de apéndice y quien perdió a su hijo Rubén Morales Castillo, de 19 años. El joven fallecido era el sustento de la familia.
El día del atentado era para Rubén su primera jornada de trabajo en el Casino Royale, y a la fecha Alejandro no ha obtenido respuesta de la empresa sobre alguna indemnización, sólo los apoyos funerarios y de despensa de autoridades estatales, insuficientes para paliar la precaria condición económica, y ahora emocional, de la familia Morales Castillo.
Alrededor de 100 personas se congregaron a lo largo de la tarde en la casa de apuestas, a diferencia de la misa del sábado, oficiada en la Basílica de Guadalupe de esta ciudad, aunque con la misma impotencia y pesar por lo acontecido.
Una manta en blanco y letras rojas quedó a un costado de la entrada del casino Royale, donde se saltan las palabras: “no los olvidaremos”.
El incendio provocado por miembros de “Los Zetas” en las instalaciones del centro de apuestas la tarde del 25 de agosto, provocó la muerte por asfixia y quemaduras de 52 personas y dejó otras 10 lesionadas, en lo que se considera el peor ataque contra civiles por parte del crimen organizado, en este sexenio.
El Presidente Felipe Calderón condenó un día después el ataque al casino y calificó de “verdaderos terroristas” a quienes de manera premeditada y con alevosía prendieron fuego al local.
La Procuraduría General de Justicia (PGR), a cargo de la investigación federal, ha revelado que el móvil del ataque está relacionado con el intento de extorsión al dueño del casino, a quien presuntamente exigían hasta 140 mil dólares.
Hasta el momento, hay nueve retenidos.
El incendio tiene en la cuerda floja al alcalde regiomontano Fernando Larrazabal, cuyo hermano Manuel Jonás fue captado en video junto al secretario de Desarrollo Humano, Miguel Ángel García, aparentemente extorsionando al dueño del Casino Red.
El PAN nacional le pidió a Larrazabal solicitar licencia para ser investigado, pero el edil se negó y fue privado de sus derechos políticos.
PARA SABER
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