México
Facebook, WLive y los pedófilos
Nunca como ahora en la historia de la Humanidad los pedófilos se han sentido tan fuertes y poderosos
Nunca como ahora en la historia de la Humanidad los pedófilos se han sentido tan fuertes y poderosos. Encontramos una red de 92 pornógrafos infantiles que reúne a hombres de Brasil, Holanda, Estados Unidos, Inglaterra, Singapur, Tailandia, México y España; circulan libremente ante la lenta comprensión de las autoridades sobre la verdadera fuerza criminal que estos sujetos, individual y colectivamente, tienen en nuestros vecindarios y en el mundo entero.
El problema más grave que enfrentamos es que la pornografía infantil y la pederastia siguen siendo tabú, no sólo para la sociedad, sino para las grandes corporaciones y para algunos gobiernos que se niegan a invertir adecuadamente en la creación y operación de ciberpolicías especializadas.
Recientemente el diario inglés “The Daily Mail” publicó una nota sobre pedófilos que rastrean niños y niñas a través de Facebook, y se habían cebado en el poblado de Torbay, Inglaterra, y abusado de 20 niños. Posteriormente el diario hizo una campaña para prevenir a 16 mil estudiantes del peligro de esa red criminal. La reacción de Facebook fue la de amenazar con tomar acción penal, argumentando que el periódico no tiene evidencia de que esa red social haya sido utilizada para facilitar esos crímenes. El argumento es inteligente, las leyes en Inglaterra perseguirían a un periodista que, a pesar de estar investigando, tuviera en su poder cualquier evidencia fotográfica de pornografía infantil. Pero Facebook se equivoca. Ningún periodista está acusando a la empresa de cometer delitos, nuestro trabajo es evidenciar cómo ciertas redes se han convertido en herramientas para criminales, lo cuál exige un trabajo serio de colaboración para enviar un mensaje claro a estos pedófilos: nuestros niños y niñas no están en venta, no son objetos para la explotación y quien así lo considere será perseguido en cualquier país. Ésa, y no otra, debería ser la actitud.
Desde hace años llevo a cabo una investigación para obtener evidencia de cómo se vinculan los pedófilos que comparten archivos de pornografía infantil, con los que la producen y a la vez con aquellos que han encontrado en las redes sociales una herramienta criminal para obtener información y robar niños y niñas, abusar de ellos y filmarles individualmente. La impunidad con que estos sujetos se mueven es impresionante. En aras de la legalidad al documentar con video y fotografía las páginas encontradas, lo hago con ayuda de expertos y un par de ciberpolicías cuya labor es imprescindible hoy en día.
La experiencia de civiles comprometidos en hacer más seguro el ciberespacio en países como España, Brasil, México, el Reino Unido y Estados Unidos demuestra claramente que las empresas cibernéticas mantienen la prerrogativa de cerrar páginas cuando alguna es denunciada por pornografía; el problema es que esa prerrogativa no conlleva corresponsabilidad legal en todos los países, y como hemos documentado (videograbando) cierran la página un día y en menos de 24 horas ya hay una red de 120 pedófilos especializados en bebés de uno a cuatro años, compartiendo las mismas fotos de abusos gráficos que estaban en la página recientemente cerrada.
Insisto en que no se trata de demonizar a las redes sociales, su utilidad es vital para la educación, la comunicación, la ciencia y el entretenimiento. Pero la gravedad de los casos exige una acción conjunta urgente, coordinada y unificada en todo el mundo.
Efectivamente a Facebook, Windows Live, Bebo, Myspace, Skyblog, a Hi5, Orkut y Cyworld o Tuenti no les corresponde hacer labor policiaca, pero por la naturaleza de sus negocios resulta imprescindible que actúen de manera responsable, ética, directa y efectiva en proteger a su clientela menor de 18 años. Facebook ganó sólo en 2010 dos mil millones de dólares, por su liderazgo bien podría defender a los usuarios que le permiten enriquecerse de tal forma. Éste es un fenómeno del siglo XXI que exige acciones directas, hay miles de usuarios dispuestos a colaborar en limpiar las redes, el reto es unirse efectivamente; acallarlo pone en peligro a la infancia de todo el mundo.
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