México
Estiman rezago de 8.9 millones de casas
El bajo poder adquisitivo de los aspirantes a un crédito hipotecario es lo que traba el crecimiento en la materia
CIUDAD DE MÉXICO.- El rezago habitacional en México es de casi 8.9 millones de viviendas, es decir, 36.7 millones de personas habitan en “casas” edificadas con materiales precarios (cartón, lámina, asbesto, madera, carrizo) en paredes y techos.
De acuerdo con un reporte realizado por la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF) y la Fundación Centro de Documentación e Información de la Vivienda (Cidoc), la política pública de vivienda instrumentada en la presente década permitió que este rezago disminuyera de 9.5 millones de casas en 2004 a sólo 8.9 millones al cierre de 2008.
“Existe una disminución de 6.3% sustentado en un mayor número de financiamientos hacia las familias. Entre 2004 y 2008 se otorgaron 4.8 millones de créditos para adquisición de vivienda nueva y mejoramiento de la ya existente”.
Pero los esfuerzos que realiza el Gobierno mexicano de la mano con empresas en este sector para proveer de forma exitosa vivienda depende, entre otros factores, del poder adquisitivo de esa demanda.
La metodología para estimar el rezago de vivienda en México por parte del Gobierno federal tiene dos versiones: una es la de la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi), que sostiene que el rezago sólo es de 4.2 millones de casas contra las 8.9 millones que revela el documento de la SHF y Cidoc. Hoy día casi nadie en el sector público y privado se anima a explicar esa diferencia en las cifras y en las apreciaciones.
Sólo Eugene Towle, socio director de Softec, lo califica como “un dato inútil”. Para él lo que vale es cómo se mueve el mercado, el cual es capaz de abastecerse de casas por la vía formal o la no tan formal.
“Con la crisis económica actual lo que aumentará no es la vivienda deficiente, como definen el rezago las instancias gubernamentales, sino que aumentará la venta ilegal de terrenos, la construcción en zonas de alto riesgo y la comercialización informal de propiedades así como el hacinamiento”.
Cada año la demanda de vivienda es de poco más de 750 mil hogares en promedio (que es el número de matrimonios que reporta el Registro Civil) y poco menos de la mitad es atendida de manera oportuna, ya sea con vivienda nueva o usada. El resto, es gente que se queda a vivir con sus padres o en el cuarto de algún familiar o amigo.
Estas personas en su mayoría habitan en el tipo de vivienda que detalla el reporte y no tienen acceso a un ingreso a través de un empleo.
Hay molestia por déficit de casas
En el Distrito Federal existe un rezago histórico de más de dos millones de viviendas y una constante demanda anual debido a la conformación de nuevas familias; pero en su proyecto de presupuesto para 2010, el Gobierno capitalino sólo consideró dos mil 400 millones de pesos como presupuesto para ese rubro. De esos recursos, mil 800 ya se encuentran comprometidos, por lo que sólo se destinarían 600 millones de pesos para nuevas obras de vivienda destinada a los sectores sociales más pobres.
Integrantes del Movimiento Urbano Popular (MUP) se manifestaron frente al Antiguo Palacio del Ayuntamiento, en la Plaza de la Constitución, en defensa del presupuesto. Con ellos acudieron dos diputados quienes acusaron que de las 200 mil viviendas que prometió construir durante su Administración, Marcelo Ebrard no ha edificado ni 50 mil.
LA FRASE
Las casas autoconstruídas son consideradas por la política pública como una anomalía de mercado, indigna de tomarse en cuenta, aún cuando reconocen su derrama económica.
Rino Torres, investigador y economista.
CRÓNICA
“Autoconstrucción salva a cementeras”
Jacinto suda y suda en la entrevista. Se disculpa por no atendernos como se debe porque si no se apura se le seca la mezcla. Debe aprovechar ahora porque no tendrá dinero sino hasta acabar diciembre para comprar más cemento, arena y grava.
Casi hasta arriba del Ajusco está su casa, misma que empezó a construir hace siete años. A mediados de noviembre, con el frío calándole las manos mojadas, construye un nuevo cuarto que será para su hija. “Ya no debe dormir con nosotros”, explicó tímido.
Hombres como Jacinto son los que salvarán este año a las fabricantes de cemento en México. Cada año en el país, más de tres millones de nuevos cuartos se edifican sábado a sábado y este sector conforma 35% de la demanda nacional de cemento (valorado en 13.5 mil millones de toneladas).
Cada fin de semana con ayuda de amigos, familiares, vecinos y compadres, millones de “Jacintos” construyen en los cinturones suburbanos de las grandes metrópolis del país su casa con sus propias manos. Sólo Jacinto se gastó como 47 mil pesos para construir ese nuevo cuarto en una casa muy pegada a la Carretera a Picacho, en el Distrito Federal. Si todos gastaron lo mismo la derrama de este mercado en 2009 sería de más de 140 mil millones de pesos.
“Este año la caída en la demanda de cemento será de 7% y hubiera sido peor de no ser por este segmento de mercado y algunas obras de infraestructura que sí iniciaron su construcción este año”, reconoció Gustavo Gastelum, director de relaciones externas y de comunicación de Holcim Apasco.
La autoconstrucción de vivienda significa, desde hace décadas, el segmento que aporta los mayores ingresos de Cemex, Holcim Apasco, Cruz Azul y de Grupo Cementos Chihuahua. Ahí es donde está la verdadera lucha de las estrategias comerciales.
En cuanto a la demanda que realizan desarrolladoras de vivienda también se tiene otro tipo de estrategia: Las cementeras hacen alianzas y ofertan sus productos a precios con importantes descuentos con tal de que sus silos concreteros figuren en los terrenos donde se construyen los nuevos conjuntos habitacionales del país.
De acuerdo con un reporte realizado por la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF) y la Fundación Centro de Documentación e Información de la Vivienda (Cidoc), la política pública de vivienda instrumentada en la presente década permitió que este rezago disminuyera de 9.5 millones de casas en 2004 a sólo 8.9 millones al cierre de 2008.
“Existe una disminución de 6.3% sustentado en un mayor número de financiamientos hacia las familias. Entre 2004 y 2008 se otorgaron 4.8 millones de créditos para adquisición de vivienda nueva y mejoramiento de la ya existente”.
Pero los esfuerzos que realiza el Gobierno mexicano de la mano con empresas en este sector para proveer de forma exitosa vivienda depende, entre otros factores, del poder adquisitivo de esa demanda.
La metodología para estimar el rezago de vivienda en México por parte del Gobierno federal tiene dos versiones: una es la de la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi), que sostiene que el rezago sólo es de 4.2 millones de casas contra las 8.9 millones que revela el documento de la SHF y Cidoc. Hoy día casi nadie en el sector público y privado se anima a explicar esa diferencia en las cifras y en las apreciaciones.
Sólo Eugene Towle, socio director de Softec, lo califica como “un dato inútil”. Para él lo que vale es cómo se mueve el mercado, el cual es capaz de abastecerse de casas por la vía formal o la no tan formal.
“Con la crisis económica actual lo que aumentará no es la vivienda deficiente, como definen el rezago las instancias gubernamentales, sino que aumentará la venta ilegal de terrenos, la construcción en zonas de alto riesgo y la comercialización informal de propiedades así como el hacinamiento”.
Cada año la demanda de vivienda es de poco más de 750 mil hogares en promedio (que es el número de matrimonios que reporta el Registro Civil) y poco menos de la mitad es atendida de manera oportuna, ya sea con vivienda nueva o usada. El resto, es gente que se queda a vivir con sus padres o en el cuarto de algún familiar o amigo.
Estas personas en su mayoría habitan en el tipo de vivienda que detalla el reporte y no tienen acceso a un ingreso a través de un empleo.
Hay molestia por déficit de casas
En el Distrito Federal existe un rezago histórico de más de dos millones de viviendas y una constante demanda anual debido a la conformación de nuevas familias; pero en su proyecto de presupuesto para 2010, el Gobierno capitalino sólo consideró dos mil 400 millones de pesos como presupuesto para ese rubro. De esos recursos, mil 800 ya se encuentran comprometidos, por lo que sólo se destinarían 600 millones de pesos para nuevas obras de vivienda destinada a los sectores sociales más pobres.
Integrantes del Movimiento Urbano Popular (MUP) se manifestaron frente al Antiguo Palacio del Ayuntamiento, en la Plaza de la Constitución, en defensa del presupuesto. Con ellos acudieron dos diputados quienes acusaron que de las 200 mil viviendas que prometió construir durante su Administración, Marcelo Ebrard no ha edificado ni 50 mil.
LA FRASE
Las casas autoconstruídas son consideradas por la política pública como una anomalía de mercado, indigna de tomarse en cuenta, aún cuando reconocen su derrama económica.
Rino Torres, investigador y economista.
CRÓNICA
“Autoconstrucción salva a cementeras”
Jacinto suda y suda en la entrevista. Se disculpa por no atendernos como se debe porque si no se apura se le seca la mezcla. Debe aprovechar ahora porque no tendrá dinero sino hasta acabar diciembre para comprar más cemento, arena y grava.
Casi hasta arriba del Ajusco está su casa, misma que empezó a construir hace siete años. A mediados de noviembre, con el frío calándole las manos mojadas, construye un nuevo cuarto que será para su hija. “Ya no debe dormir con nosotros”, explicó tímido.
Hombres como Jacinto son los que salvarán este año a las fabricantes de cemento en México. Cada año en el país, más de tres millones de nuevos cuartos se edifican sábado a sábado y este sector conforma 35% de la demanda nacional de cemento (valorado en 13.5 mil millones de toneladas).
Cada fin de semana con ayuda de amigos, familiares, vecinos y compadres, millones de “Jacintos” construyen en los cinturones suburbanos de las grandes metrópolis del país su casa con sus propias manos. Sólo Jacinto se gastó como 47 mil pesos para construir ese nuevo cuarto en una casa muy pegada a la Carretera a Picacho, en el Distrito Federal. Si todos gastaron lo mismo la derrama de este mercado en 2009 sería de más de 140 mil millones de pesos.
“Este año la caída en la demanda de cemento será de 7% y hubiera sido peor de no ser por este segmento de mercado y algunas obras de infraestructura que sí iniciaron su construcción este año”, reconoció Gustavo Gastelum, director de relaciones externas y de comunicación de Holcim Apasco.
La autoconstrucción de vivienda significa, desde hace décadas, el segmento que aporta los mayores ingresos de Cemex, Holcim Apasco, Cruz Azul y de Grupo Cementos Chihuahua. Ahí es donde está la verdadera lucha de las estrategias comerciales.
En cuanto a la demanda que realizan desarrolladoras de vivienda también se tiene otro tipo de estrategia: Las cementeras hacen alianzas y ofertan sus productos a precios con importantes descuentos con tal de que sus silos concreteros figuren en los terrenos donde se construyen los nuevos conjuntos habitacionales del país.
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