México
Espino dice ser espiado desde la Presidencia
Manuel Espino señala que allegados al presidente Calderón han desplegado el trabajo de agentes de la inteligencia mexicana para que puedan seguirlo en sus actividades
CIUDAD DE MÉXICO.- Manuel Espino sostiene que el primer círculo de colaboradores del Presidente Felipe Calderón ha utilizado a agentes de la inteligencia mexicana, que estaban desplazados en Europa, para seguirlo, además de empujar una estrategia para manipular a los medios de comunicación nacional a fin de posicionarlo como abierto detractor del Ejecutivo federal.
En las galeras del libro Señal de alerta, advertencia de regresión política en México, de las que “El Universal” tiene copia, acusa que los procuradores Daniel Cabeza de Vaca y Eduardo Medina Mora confirmaron la operación de seguimiento.
Espino narra que en los primeros meses del actual sexenio, cuando buscaba la presidencia de la ODCA —Organización Demócrata Cristiana de América—, hubo un intento “infructuoso” de obstaculizar su candidatura con el envío de emisarios a los países de la región para pedir a los partidos el voto en su contra.
“Reunidos los capos del calderonismo se preguntaron qué hacer conmigo y hacia dónde encaminarían sus planes rumbo a la sucesión del Comité Ejecutivo Nacional. Arturo Sarukhán, que sonaba para canciller, propuso intervenir mi teléfono y que Andrés Chao, ex empleado del Cisen —Centro de Información y Seguridad Nacional— en Europa, se encargara de contratar los servicios para armar una cueva y desde ahí rastrear mis movimientos”, indica.
Agrega que la información que recibió establecía que habían traído de España a Carlos Nava, ex agente de la PGR, para ejecutar la operación, que después de varias semanas de grabar sus conversaciones la AFI —Agencia Federal de Investigación— dio con el domicilio desde donde se realizaba la operación.
Sobre el manejo mediático de sus declaraciones rechaza que en algún momento haya censurado las decisiones o políticas del Presidente Calderón.
Afirma: “Tal como sucedió con la prensa nacional que, a petición del área de comunicación de Los Pinos, se presta a la manipulación de la información cuando se trata de hacer aparecer como ‘Manuel Espino no apoya a Calderón’, primero desde el PAN y ahora desde la ODCA”.
Pone por ejemplo que las declaraciones que hizo durante una gira a España —previas a la visita oficial de Calderón— en las que criticó “la actitud tolerante” de Zapatero con ETA, fueron manejadas como si él hubiera querido dañar la visita del Ejecutivo mexicano al país ibérico.
Narra que al regreso de su gira se reunió con Calderón en Los Pinos y que se salvó el asunto y “hasta agradeció mis expresiones en Madrid y me aseguró que en lo absoluto había dañado su acercamiento con el Gobierno español”.
“El manejo mediático —dice en otra parte del libro—, inducido desde el área de comunicación de Los Pinos fue el que había machacado y deslizado a las columnas políticas desde la campaña su vocero: Espino no apoya a Calderón”.
En las galeras del libro Señal de alerta, advertencia de regresión política en México, de las que “El Universal” tiene copia, acusa que los procuradores Daniel Cabeza de Vaca y Eduardo Medina Mora confirmaron la operación de seguimiento.
Espino narra que en los primeros meses del actual sexenio, cuando buscaba la presidencia de la ODCA —Organización Demócrata Cristiana de América—, hubo un intento “infructuoso” de obstaculizar su candidatura con el envío de emisarios a los países de la región para pedir a los partidos el voto en su contra.
“Reunidos los capos del calderonismo se preguntaron qué hacer conmigo y hacia dónde encaminarían sus planes rumbo a la sucesión del Comité Ejecutivo Nacional. Arturo Sarukhán, que sonaba para canciller, propuso intervenir mi teléfono y que Andrés Chao, ex empleado del Cisen —Centro de Información y Seguridad Nacional— en Europa, se encargara de contratar los servicios para armar una cueva y desde ahí rastrear mis movimientos”, indica.
Agrega que la información que recibió establecía que habían traído de España a Carlos Nava, ex agente de la PGR, para ejecutar la operación, que después de varias semanas de grabar sus conversaciones la AFI —Agencia Federal de Investigación— dio con el domicilio desde donde se realizaba la operación.
Sobre el manejo mediático de sus declaraciones rechaza que en algún momento haya censurado las decisiones o políticas del Presidente Calderón.
Afirma: “Tal como sucedió con la prensa nacional que, a petición del área de comunicación de Los Pinos, se presta a la manipulación de la información cuando se trata de hacer aparecer como ‘Manuel Espino no apoya a Calderón’, primero desde el PAN y ahora desde la ODCA”.
Pone por ejemplo que las declaraciones que hizo durante una gira a España —previas a la visita oficial de Calderón— en las que criticó “la actitud tolerante” de Zapatero con ETA, fueron manejadas como si él hubiera querido dañar la visita del Ejecutivo mexicano al país ibérico.
Narra que al regreso de su gira se reunió con Calderón en Los Pinos y que se salvó el asunto y “hasta agradeció mis expresiones en Madrid y me aseguró que en lo absoluto había dañado su acercamiento con el Gobierno español”.
“El manejo mediático —dice en otra parte del libro—, inducido desde el área de comunicación de Los Pinos fue el que había machacado y deslizado a las columnas políticas desde la campaña su vocero: Espino no apoya a Calderón”.