México
Espino dice que lo expulsaron del PAN por ir arriba en encuestas
Reta a César Nava comprobar las acusaciones de que apoyó al PRI en las pasadas elecciones del 2009
CIUDAD DE MÉXICO (03/DIC/2010).- El ex dirigente nacional del PAN, Manuel Espino Barrientos, aseguró que se le expulsó del blanquiazul -el pasado fin de semana- porque va arriba en las encuestas de todos los “precandidatos” panistas que son cercanos al presidente Felipe Calderón, de cara al 2012.
En una carta que envió a los medios de comunicación, Espino Barrientos invitó a competir "abiertamente y en buena lid" con la certeza de la democracia interna que fortalece a su partido.
Retó a Nava a un debate para que le compruebe que apoyó al PRI en las pasadas elecciones del 2009 y por eso fue expulsado del partido.
"Esta actitud de Nava sustenta la tesis de que se pretende expulsarme porque en varias encuestas hacia el 2012 estoy encima de los precandidatos calderonistas", refirió.
"Lo reto –a Nava- a que sustente lo que dijo ante nuestros compañeros senadores. Que presente pruebas y acredite sus dichos, haciendo un último esfuerzo de honestidad antes de dejar la presidencia de nuestro partido. Que su epitafio político no sea una mentira más. Sé que César Nava no aceptará mi reto, porque es congruente en las prácticas del secreto y el engaño: sumará a su fulera y efímera historia política un capítulo más de vergüenza y falsedad", acotó.
Reveló que recibió la mañana de este viernes una grabación en la sede de su movimiento “Volver a Empezar”, de donde se desprende una conversación entre una de sus colaboradoras Jeanette Moisés Ramírez con un miembro de la Comisión de Orden del PAN en el estado de Sonora, Eduardo Salas González.
En la conversación, Espino relata que Salas González fue "presionado" por miembros de la Comisión de Orden del Comité Ejecutivo Nacional del PAN como por la Comisión de Orden del Estado de México.
"Esto me llena de indignación y tristeza escuchar la voz de Eduardo Salas reconociendo que fue presionado", dijo el duranguense en la misiva.
Cabe recordar que Salas y el presidente de la Comisión de Orden de Sonora, Francisco Bueno, votaron a favor de que se expulsara a Espino del partido y María del Carmen votó en contra.
Por ello, dijo Espino, relevó a Eduardo Salas de toda responsabilidad en la persecución de la que soy objeto.
"Esta acción ilegal de espionaje acredita que no se me expulsó por métodos éticos. No enfrenté un proceso justo, sino un juicio sumario. En mi expulsión se hizo realidad el adagio de que la justicia política primero es política pero nunca justicia".
"Deploro tajantemente este intento anónimo de intimidar a mis colaboradores, espetándonos con prepotencia que nuestras comunicaciones están intervenidas. Mostrarnos con cinismo que somos presa de espionaje político es una vulgar demostración de poder que no conseguirá amilanarnos. Todo lo contrario. Ver estas malas artes refrenda mi compromiso de seguir luchando por una política más limpia, ética y transparente".
Adelantó que se reservan el derecho de emprender las acciones jurídicas conducentes por el espionaje telefónico.
Reiteró que se siente orgulloso de que no lo han acusado de enriquecimiento inexplicable, de nepotismo o de ejercer funciones injerencistas. "Yo no he firmado pactos a espaldas del partido. A mí no me señalan por vínculos con el crimen organizado ni he comprado departamentos millonarios. Muy por el contrario, se me acusa de ejercer la libertad de expresión a la que todos tenemos derecho".
"Anuncio que las prácticas intimidatorias no harán mella en mis convicciones. No me detendrá el espionaje, venga de quien venga. Tampoco podrá frenarme una campaña negra de mentiras. Persistiré en mi esfuerzo de recurrir a todos los medios políticos y jurídicos de los que dispongo para conservar mi militancia, no por mí, sino por todos aquellos panistas cuyos derechos han sido atropellados, esos hermanos de causa a los que la imposición y el autoritarismo han reducido a la condición de mayoría silenciosa".
Por último, anunció que recurrirá a los tribunales porque "estoy seguro de que allí se restituirán plenamente mis derechos como miembro de Acción Nacional, en congruencia con mis 33 años de militancia".
En una carta que envió a los medios de comunicación, Espino Barrientos invitó a competir "abiertamente y en buena lid" con la certeza de la democracia interna que fortalece a su partido.
Retó a Nava a un debate para que le compruebe que apoyó al PRI en las pasadas elecciones del 2009 y por eso fue expulsado del partido.
"Esta actitud de Nava sustenta la tesis de que se pretende expulsarme porque en varias encuestas hacia el 2012 estoy encima de los precandidatos calderonistas", refirió.
"Lo reto –a Nava- a que sustente lo que dijo ante nuestros compañeros senadores. Que presente pruebas y acredite sus dichos, haciendo un último esfuerzo de honestidad antes de dejar la presidencia de nuestro partido. Que su epitafio político no sea una mentira más. Sé que César Nava no aceptará mi reto, porque es congruente en las prácticas del secreto y el engaño: sumará a su fulera y efímera historia política un capítulo más de vergüenza y falsedad", acotó.
Reveló que recibió la mañana de este viernes una grabación en la sede de su movimiento “Volver a Empezar”, de donde se desprende una conversación entre una de sus colaboradoras Jeanette Moisés Ramírez con un miembro de la Comisión de Orden del PAN en el estado de Sonora, Eduardo Salas González.
En la conversación, Espino relata que Salas González fue "presionado" por miembros de la Comisión de Orden del Comité Ejecutivo Nacional del PAN como por la Comisión de Orden del Estado de México.
"Esto me llena de indignación y tristeza escuchar la voz de Eduardo Salas reconociendo que fue presionado", dijo el duranguense en la misiva.
Cabe recordar que Salas y el presidente de la Comisión de Orden de Sonora, Francisco Bueno, votaron a favor de que se expulsara a Espino del partido y María del Carmen votó en contra.
Por ello, dijo Espino, relevó a Eduardo Salas de toda responsabilidad en la persecución de la que soy objeto.
"Esta acción ilegal de espionaje acredita que no se me expulsó por métodos éticos. No enfrenté un proceso justo, sino un juicio sumario. En mi expulsión se hizo realidad el adagio de que la justicia política primero es política pero nunca justicia".
"Deploro tajantemente este intento anónimo de intimidar a mis colaboradores, espetándonos con prepotencia que nuestras comunicaciones están intervenidas. Mostrarnos con cinismo que somos presa de espionaje político es una vulgar demostración de poder que no conseguirá amilanarnos. Todo lo contrario. Ver estas malas artes refrenda mi compromiso de seguir luchando por una política más limpia, ética y transparente".
Adelantó que se reservan el derecho de emprender las acciones jurídicas conducentes por el espionaje telefónico.
Reiteró que se siente orgulloso de que no lo han acusado de enriquecimiento inexplicable, de nepotismo o de ejercer funciones injerencistas. "Yo no he firmado pactos a espaldas del partido. A mí no me señalan por vínculos con el crimen organizado ni he comprado departamentos millonarios. Muy por el contrario, se me acusa de ejercer la libertad de expresión a la que todos tenemos derecho".
"Anuncio que las prácticas intimidatorias no harán mella en mis convicciones. No me detendrá el espionaje, venga de quien venga. Tampoco podrá frenarme una campaña negra de mentiras. Persistiré en mi esfuerzo de recurrir a todos los medios políticos y jurídicos de los que dispongo para conservar mi militancia, no por mí, sino por todos aquellos panistas cuyos derechos han sido atropellados, esos hermanos de causa a los que la imposición y el autoritarismo han reducido a la condición de mayoría silenciosa".
Por último, anunció que recurrirá a los tribunales porque "estoy seguro de que allí se restituirán plenamente mis derechos como miembro de Acción Nacional, en congruencia con mis 33 años de militancia".
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