México
Escasez de agua y alimentos generarían conflictos entre países: G20
Destacan que 700 millones de personas viven sin acceso al agua, y el cambio climático amenaza con provocar más sequía
Los líderes de los Congresos de las naciones más desarrolladas del mundo, expusieron que el tema del agua debe ser uno de los prioritarios en el mundo, sobre todo porque de ello derivan temas como la producción alimentaria, la calidad de vida de millones de seres humanos y el desarrollo industrial.
Se destacó que en el mundo viven 700 millones de personas sin acceso al agua y el cambio climático amenaza con provocar más sequía en diversas regiones, lo que a su vez aumenta el riesgo de tensión entre las naciones en búsqueda del líquido vital, advirtieron legisladores participantes en el IV Foro de Presidentes de Parlamentos del G20.
Kazuya Tamaki, integrante de la Cámara de Consejeros de Japón, refrendó el riesgo de que el aumento poblacional, el desarrollo económico y el cambio climático propicien una crisis, además de "una escasez del líquido todavía más seria de la que enfrentamos hoy en día".
Advirtió, "existe el potencial de que se incrementen las tensiones" por este recurso entre los países que lo comparten a través del subsuelo, ríos y otras fuentes.
Reiteró que a pesar de los esfuerzos para facilitar su acceso, aún existen alrededor de 750 millones de personas en este planeta, en especial en África Subsahariana, que no tienen agua potable.
En lo anterior coincidió el legislador por Sudáfrica, Mininwa Jahannes Mahlangui, quien enfatizó que "las poblaciones crecientes y el cambio climático llevarán a una escasez del agua mucho más seria de la que enfrentamos hoy en día, y por lo tanto también existe el potencial de que se incrementen las tensiones en busca de agua entre los países que comparten recursos"
Ante ello, propuso ampliar los usos sustentables del agua y ampliar los acuerdos internacionales al interior de la ONU, a fin de que sea posible que el G20 concrete soluciones a los cuatro desafíos que enfrentan:
Uno, regular el uso del agua; dos, disminuir el desperdicio y contaminación; tres, fomentar el tratamiento y, finalmente, invertir en tecnología renovable para disminuir el uso del líquido vital.
En su turno, Eduardo Frei Ruiz, del Parlamento de Chile, expuso que 25 por ciento de habitantes carece de tratamiento y saneamiento de agua, lo cual explica por qué el 88 por ciento de la población mundial se vea afectada por enfermedades diarreicas, que causan la muerte de más de un millón 600 mil personas al año.
"El futuro de la humanidad se juega una gran medida en las iniciativas que enfrentamos para asegurar la sustentabilidad del agua, en este periodo debemos pasar de la cultura de la voracidad, del acaparamiento y la especulación, que beneficia a unos pocos, a enseñar a compartir para que el beneficio sea colectivo", puntualizó el ex mandatario chileno.
El parlamentario Mansour Alcaraidee de Arabia Saudita comentó que la demanda de agua se incrementará por el aumento de la población y la producción animal, "se calcula que la población se incrementará de seis mil 900 millones en el 2010 a ocho mil 300 millones en el año 2030 y nueve mil 100 millones en 2050".
La presidenta de la Comisión de Cambio Climático en el Senado mexicano, Ninfa Salinas Sada, destacó que no se pueden postergar más los compromisos asumidos en el Protocolo de Kioto, en la Mesa sobre Legislación para el Cambio Climático, una Economía Verde y Administración del Agua Para el Desarrollo Industrial, la Seguridad Alimentaria y la Generación de Energía.
"El año pasado-, recordó, la COP 18, sorprendió al mundo con la llamada Puerta Climática de Doha, que autoriza otra prórroga más, ahora de ocho años para el cumplimiento de los compromisos plasmados en el Protocolo de Kioto... De no haber sido por esa salida, Kioto habría expirado a finales del 2012.
...Se debe cambiar esta dinámica, concentrémonos en lo que podemos hacer unidos. Afrontar el cambio climático genera oportunidades".
En el marco de este foro también se analizó el tema de la volatilidad en los precios de los productos básicos que pone en peligro la seguridad alimentaria de los segmentos más vulnerables de la población mundial y en este sentido urge establecer medidas para asegurar la sustentabilidad de la producción agrícola y estabilizar los costos de los commodities.
Se destacó que pese a los avances, la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) apunta que aún existen 870 millones de personas que padecen hambre en el mundo, por lo que es necesario regular el mercado a nivel mundial, a fin de sentar equidad en beneficio de las naciones más pobres.
El presidente de la Cámara de Representantes de Indonesia, Mohamad Sohibul, coincidió en que la alteración de la oferta alimentaria puede afectar los esfuerzos globales para lograr la primera de las Metas del Milenio, que es aliviar la pobreza y el hambre en el mundo.
"El incremento de precios aumenta el riesgo de hambruna entre los pobres y, por lo tanto, la volatilidad de los precios alimentarios deben de ser adecuados para evitar la inestabilidad", apuntó.
Ante ello, enfatizó, el G20 debe tomar medidas concretas, "diferentes asociaciones entre países desarrollados y en desarrollo deben fortalecerse, en especial en términos de mecanismos de financiamiento y para el desarrollo de los sectores agrícolas", enfatizó.
En ello coincidió Norma Amanda Abdala de Matarazzo, diputada de Argentina, quien refrendó que una de las principales causas del hambre en el mundo es la existencia de un sistema de comercio internacional injusto y fuertemente distorsionado por políticas agrícolas proteccionistas, a partir de la cual los países desarrollados se benefician con la transferencia de recursos provenientes de las naciones de menor desarrollo.
Bajo este argumento, estableció que para combatir la inseguridad alimentaria es necesario que las naciones emprendan la regulación de mercados de capitales, junto con mayor inversión en tecnología y programas sociales que mejoren la productividad agrícola en las naciones.
En su turno, el senador canadiense Noël A. Kinsella advirtió que la producción global de alimentos se tendrá que incrementar 70 por cierto para el 2050, a fin de alimentar a lo que entonces será una población de más de nueve mil millones de personas en toda la tierra.
El presidente Interino de la Gran Asamblea Nacional Turca, Mehmet Saglam, recordó que los costos de los productos básicos aumentaron drásticamente en 2007 y los primeros seis meses de 2008, "creando una crisis mundial que ha causado inestabilidad social y política, así como disturbios en países desarrollados y en desarrollo".
Destacó este problema y los altos índices de desempleo "han hecho que se padezca la volatilidad en la materias primas y eso también ha puesto gran presión al comercio".
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