México

Es hora…

‘‘México no es el mismo’’, dijo de entrada. Y enumeró 10 grandes cambios que deben hacer que los panistas se sientan orgullosos

Después de hacer un enérgica defensa de los cuatro años de su gobierno y de los 10 que llamó de gobiernos humanistas, el Presidente Felipe Calderón convocó a millones de mexicanos a “ir por más”. En el Auditorio Nacional se sintió el redoblar de los tambores y el llamado a la lucha fue inequívoco: “Es hora, amigos, es hora de renovar el ánimo para ver coronado con éxito el cambio que iniciamos. […] Reasumamos el coraje, la gallardía, para luchar contra los resabios del autoritarismo que aún aprisionan a muchos mexicanos, que aún frenan el desarrollo nacional. […] Es momento, amigas y amigos, de apretar el paso y de hacerlo con pasión, y de hacerlo con alegría, y proclamar que vamos por más… Porque México no se merece quedar varado a la mitad del camino del cambio democrático que hemos emprendido, y mucho menos la tragedia de regresar a lo antiguo, a lo autoritario, a lo irresponsable. […] Vamos por más. Porque nuestra obra no ha concluido”.

Antes de llamar a la batalla, el Presidente nos contó y les contó a los panistas lo que según él le ocurrió a México en esta última década. Y lo hizo de una manera que nunca antes habían intentado los panistas: cómo el recuento de una serie de éxitos que han transformado de forma positiva la vida de los mexicanos. “México no es el mismo”, dijo de entrada. Y enumeró 10 grandes cambios que deben hacer que los panistas se sientan orgullosos. En una sucesión de contrastes entre el antes, es decir, cuando gobernaba el PRI, y un Hoy insistente y con mayúscula producto de 10 años de gobiernos panistas, el Presidente fue desgranando sus argumentos de por qué México es mucho mejor. Algunas frases: “Hoy las familias tienen mayores oportunidades para superar la pobreza… En democracia, más familias mexicanas que nunca han adquirido su propia casa, hoy las familias pueden escoger su propia casa y no tienen, como antes, que vivir donde un burócrata decidía… Hoy México tiene una economía sólida, que protege a su gente... Hoy tenemos una democracia en la cual gozamos plenamente de nuestros derechos y de nuestras libertades… Hoy el poder público no tiene secretos”.

Es hora… les dijo a los panistas y todos entendieron. Los priistas se pusieron furiosos. César Augusto Santiago dijo ayer en la Cámara: “El Jefe de Estado no debe ser un vulgar encargado del éxito electoral de su partido, sino mirar por el bien de la nación”. Ya quién sabe. No estamos acostumbrados, es un hecho, pero los presidentes priistas no lo hacían porque tenían el control de su sucesión. Y quizá sea mejor ver a un presidente salir a defender abiertamente su gobierno y encabezar a su partido, que jugar como Fox con las viejas reglas tratando de descarrilar al adversario jurando que era sólo un espectador.

Ganamos al menos en claridad.
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