México
Episcopado desconoce si hay donativos del narco
Obispos señalan que ministros de la Iglesia no aceptarán dinero de procedencia ilícita turbio
CIUDAD DE MÉXICO (09/NOV/2010).- La Conferencia del Episcopado Mexicano
(CEM) sostuvo que no tiene conocimiento de que ministros de la
Iglesia católica reciban donativos o limosnas procedentes del narcotráfico.
Advirtió que a pesar de los problemas que aquejan a las comunidades de salud y pobreza, no aceptarán dinero que pueda tener algo turbio, por lo que colaborarán con las autoridades si detectan que esto sucede.
"Siempre se nota si vemos un pueblo pobre y, de pronto, aparece una construcción ostentosa. Hay que investigar, y nosotros estamos abiertos a que se investigue siempre que tengamos alguna pista o elemento y colaboraremos totalmente con el gobierno, la autoridad civil para que se lleve a fondo cualquier investigación", dijo el vocero del Episcopado, Víctor René Rodríguez.
En conferencia de prensa en la que participaron también los obispos de Campeche, Ramón Castro y Castro, y de Valle de Chalco, Luis Artemio Flores Calzada, destacó la importancia que tiene para la Iglesia colaborar, más en cuestión de prevención, en el combate al narcotráfico.
En el acto, realizado en el marco de la 90 Asamblea Plenaria de la CEM, los obispos expresaron su "apoyo incondicional" a su compañero encargado de la diócesis de Ecatepec, Onésimo Cepeda, ante las acusaciones de presunto fraude procesal, e insistieron en que no tienen noticias de que lleguen "paquetes de dinero" a las parroquias.
"Si llegaran, tenemos la convicción de que el fin no justifica los medios y esos casos, si se dieran, ni purifican las conciencias, ni purifican el dinero, ni podemos meter dinero sucio a un lugar dedicado para la alabanza y gloria de Dios y para la formación de la comunidad cristiana", insistió Rodríguez.
Artemio Flores expuso como antes el territorio mexicano sólo era de paso de drogas y ahora se ha convertido en consumidor, por lo que la lucha por los espacios y la defensa de los territorios entre narcotraficantes a agravado la violencia en el país, ante lo cual todos los sectores y niveles de gobierno deben participar para revertirla.
Sobre el particular, en un comunicado leído por los tres obispos mencionados a nombre de la CEM, resaltaron que retoman la Exhortación Pastoral "Que en Cristo nuestra Paz, México tenga vida digna", que es una tarea muy importante debido al creciente fenómeno de la violencia "que percibimos como realidad compleja y nos descubre tres grandes y graves crisis: de legalidad, de debilitamiento del tejido social y de valores, en el entorno social, cultural, político y económico".
La sociedad, subrayaron, se ha debilitado en el campo político, en la convivencia cotidiana y la dimensión ética, generando una progresiva crisis cultural y social, cuyas manifestaciones son la violencia, la corrupción, la dificultad para la procuración y administración de la justicia y la lentitud para llevar a cabo reformas válidas y de fondo.
"En este contexto, nuestra participación en medio de la sociedad, es indispensable para garantizar el derecho humano fundamental a la libertad religiosa, signo de una auténtica democracia.
"La Iglesia no busca ni pide privilegios, solo requiere un marco jurídico democrático para desarrollar una positiva colaboración en la resolución de los problemas sociales. Por lo que nos corresponde fomentar el diálogo para la defensa y promoción de la libertad religiosa y de la dignidad humana", concluyeron.
Advirtió que a pesar de los problemas que aquejan a las comunidades de salud y pobreza, no aceptarán dinero que pueda tener algo turbio, por lo que colaborarán con las autoridades si detectan que esto sucede.
"Siempre se nota si vemos un pueblo pobre y, de pronto, aparece una construcción ostentosa. Hay que investigar, y nosotros estamos abiertos a que se investigue siempre que tengamos alguna pista o elemento y colaboraremos totalmente con el gobierno, la autoridad civil para que se lleve a fondo cualquier investigación", dijo el vocero del Episcopado, Víctor René Rodríguez.
En conferencia de prensa en la que participaron también los obispos de Campeche, Ramón Castro y Castro, y de Valle de Chalco, Luis Artemio Flores Calzada, destacó la importancia que tiene para la Iglesia colaborar, más en cuestión de prevención, en el combate al narcotráfico.
En el acto, realizado en el marco de la 90 Asamblea Plenaria de la CEM, los obispos expresaron su "apoyo incondicional" a su compañero encargado de la diócesis de Ecatepec, Onésimo Cepeda, ante las acusaciones de presunto fraude procesal, e insistieron en que no tienen noticias de que lleguen "paquetes de dinero" a las parroquias.
"Si llegaran, tenemos la convicción de que el fin no justifica los medios y esos casos, si se dieran, ni purifican las conciencias, ni purifican el dinero, ni podemos meter dinero sucio a un lugar dedicado para la alabanza y gloria de Dios y para la formación de la comunidad cristiana", insistió Rodríguez.
Artemio Flores expuso como antes el territorio mexicano sólo era de paso de drogas y ahora se ha convertido en consumidor, por lo que la lucha por los espacios y la defensa de los territorios entre narcotraficantes a agravado la violencia en el país, ante lo cual todos los sectores y niveles de gobierno deben participar para revertirla.
Sobre el particular, en un comunicado leído por los tres obispos mencionados a nombre de la CEM, resaltaron que retoman la Exhortación Pastoral "Que en Cristo nuestra Paz, México tenga vida digna", que es una tarea muy importante debido al creciente fenómeno de la violencia "que percibimos como realidad compleja y nos descubre tres grandes y graves crisis: de legalidad, de debilitamiento del tejido social y de valores, en el entorno social, cultural, político y económico".
La sociedad, subrayaron, se ha debilitado en el campo político, en la convivencia cotidiana y la dimensión ética, generando una progresiva crisis cultural y social, cuyas manifestaciones son la violencia, la corrupción, la dificultad para la procuración y administración de la justicia y la lentitud para llevar a cabo reformas válidas y de fondo.
"En este contexto, nuestra participación en medio de la sociedad, es indispensable para garantizar el derecho humano fundamental a la libertad religiosa, signo de una auténtica democracia.
"La Iglesia no busca ni pide privilegios, solo requiere un marco jurídico democrático para desarrollar una positiva colaboración en la resolución de los problemas sociales. Por lo que nos corresponde fomentar el diálogo para la defensa y promoción de la libertad religiosa y de la dignidad humana", concluyeron.
Síguenos en