México
Entre ángeles y demonios
Reforma política del Presidente Calderón
Considero indispensable debatir el tema de la reforma política en nuestro país, pero con los matices y contrastes que se refieren a la forma en que se presentó y al contenido de la misma. Es cierto que la grave crisis económica y social por la que atraviesa el país nos lleva a concluir que son otras las prioridades del momento y que por tanto, no debemos soslayar la importancia que revisten las reformas hacendaria y laboral; sin embargo, es oportuno incluir en la agenda nacional el debate de todas ellas, dando a cada una su importancia.
Como referí, la iniciativa presidencial contiene 10 elementos, entre los que destaco la elección consecutiva, las candidaturas independientes y la reducción del número de legisladores.
Con la elección consecutiva hasta por un período de 12 años, se puede establecer un sistema puntual de rendición de cuentas, que permite al ciudadano aprobar o rechazar la gestión de sus elegidos y por otra parte, fortalecer la carrera parlamentaria o la experiencia en los cargos administrativos. Sin embargo, existen opiniones que señalan que en la actualidad esto puede ya operar, toda vez que nuestro sistema político permite transitar de manera consecutiva de un cargo de elección popular federal a otro de carácter estatal o municipal y viceversa. Además hay sectores que argumentan que existe el riesgo de establecer una peligrosa relación entre los representantes populares y ciertos grupos de interés; situación que también puede presentarse en el caso de las candidaturas independientes. Tanto la elección consecutiva como la independencia de los candidatos respecto de los partidos políticos hace al legislador más autónomo, con la posibilidad de pactar en lo individual con grupos y personas, incluso con el propio Presidente, quien podrá acercarse cuando no tenga mayoría en las Cámaras y negociar en lo particular con los representantes populares, dejando a un lado los partidos, lo que fortalecería la presencia del Poder Ejecutivo en demérito del Legislativo.
Respecto del número de legisladores federales, el Presidente propone reducirlo. La Cámara de Senadores pasaría de 128 a 96 integrantes y la de Diputados de 500 a 400. En este sentido la oposición reconoce la necesidad de transformar el Congreso de la Unión, pero con la condición de que también se actualice el Poder Ejecutivo, para lo que plantean, entre otros asuntos, se discuta lo concerniente a la revocación de mandato y a la ratificación de los secretarios de despacho por parte del Congreso. La reducción de diputados y senadores, sobre todo de los plurinominales, o de representación proporcional, es un tema muy atractivo para la opinión pública. No obstante hay quienes opinan que eliminar los plurinominales es propuesta frívola, ya que este mecanismo es el único para que los partidos pequeños crezcan y se forme un auténtico sistema de partidos competitivos y de alto nivel político, siempre y cuando respondan a criterios de capacidad, sensibilidad y genuino servicio a la sociedad.
Como se aprecia hay quienes señalan que las reformas tienen como objetivo modernizar el sistema político mexicano, pero por otra parte hay quienes arguyen que éstas apuntan a fortalecer al Poder Ejecutivo federal y a disminuir tanto al Poder Legislativo como a los gobiernos estatales. De igual manera afirman que con la reforma el Presidente Calderón enfoca sus baterías para contraer la presencia de los partidos políticos dentro de la sociedad.
Dentro de unas cuantas semanas el Congreso de la Unión entrará a discutir la reforma política. Esperando que el debate sea del más alto nivel para beneficio de la Nación, nosotros seguiremos caminando, día con día, entre ángeles y demonios.
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