México

En recuerdo de Agustín Granados… a tres años

Hay nubes negras en el cielo. Mal presagio

El Presidente promete un buen 2010 a los mexicanos. En el tradicional mensaje de año nuevo nos receta píldoras de optimismo y una soflama al estilo de Miguel Ángel Cornejo, para dopar el desánimo. Sin embargo, hay nubes negras en el cielo. Mal presagio.

Estamos de capa caída. Se nos vino encima la avalancha de aumentos: ISR, IVA, IDE, telecomunicaciones, cerveza, cigarros, agua, gas, gasolina, diesel, electricidad, metro, tren ligero, predial, tenencia, licencias, verificación… y contando, otros bienes y servicios necesarios para vivir. La canasta básica en el DF subió 30% en cuatro días. El cicatero miniaumento al minisalario, se esfumó en un soplo.

Las lúgubres profecías de los babalawos de la santería yoruba quedarán cortas. Un estudio del Centro de Análisis Multidisciplinario de la Facultad de Economía de la UNAM, señala que en 2010, el poder adquisitivo de los trabajadores continuará en “picada”, tomando en cuenta que en este sexenio ha caído poco más de 37 por ciento. Hace un año los protagonistas políticos pusieron en marcha un plan de acción emergente, en apoyo al empleo y a la economía familiar; se congeló el precio de los combustibles. Es obvio que el control de daños, aplicado en 2009, ya no es viable. La manera como se manejó el relevo en Banxico hace que toda la responsabilidad de la estrategia económica recaiga en Los Pinos. Felipe Calderón habrá de asumir la responsabilidad que él mismo procuró. La cuesta que viene, será de enero a diciembre; empinada 90 grados. Será una barbaridad.

En el mensaje de Año Nuevo, Calderón trata de convencer a la sociedad de la pericia oficial para combatir al crimen organizado con códigos desorganizados. El fuego cruzado con el narcotráfico ha costado más de 15 mil 500 vidas y muchos dudan que el esfuerzo valga la pena. Si bien se lograron golpes contundentes contra el cártel de los Beltrán Leyva. ¿Muerto “El Barbas” y capturados, Carlos Beltrán Leyva, cinco zetas asesinos y otros ocho mil 392 criminales, se acabó la rabia? La DEA alerta sobre la posibilidad de narcoataques contra blancos civiles. Calderón repite lo que dijo ayer en Acapulco: “El Gobierno seguirá actuando contra quienes pretenden someter a los mexicanos y hacernos sus siervos, acatar sus instrucciones, obedecer sus extorsiones y vivir con miedo”. Hace 50 años John F. Kennedy le dijo a su pueblo: “no pregunten qué puede hacer su país por ustedes, sino qué pueden hacer ustedes por su país”. En este 2010 y bajo estas circunstancias, nosotros, ¿qué podemos hacer por México? Es momento de convocar al debate civil. La política es demasiado importante para dejarla sólo en manos de los políticos; basta ya de balancear el trasero frente a la ventana del vecino.

Hace falta indignación; empoderar al ciudadano; proponer la revolución posible, una que no muera en el intento.
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