México

En cárceles capitalinas se da el narcomenudeo

Autoridades hallan en celdas básculas grameras e insumos para ''cortar'' o ''cocinar'' la cocaína. También circulan otros estupefacientes

CIUDAD DE MÉXICO (24/ENE/2011).- En el interior de los centros de reclusión capitalinos se encuentran “laboratorios” para modificar drogas que luego se venden, a través de grupos de narcomenudistas, entre la propia población penitenciaria.

Internos y personal de los penales de la ciudad de México advirtieron sobre esta situación, que avala la información oficial sobre decomisos de droga en los que se han encontrado, en las celdas, básculas grameras e insumos para “cortar” o “cocinar” la cocaína.

La recién creada Unidad Canina K9 (integrada por siete perros) fue llevada al Reclusorio Oriente el pasado jueves donde, luego de una revisión, encontraron cuatro bultos con aproximadamente 200 gramos de polvo blanco, al parecer cocaína, 870 gramos de mariguana y 100 piedras pequeñas de cocaína.

Los perros antinarcóticos también olfatearon y hallaron dos básculas grameras e insumos para el corte de la droga: cucharas y cuchillos.

Talleres y celdas son los lugares que utilizan los internos para hacer sus “laboratorios” de drogas.

Información recabada entre personal y población penitenciaria señala que hay personas tras las rejas que operan imitando a los cárteles del narcotráfico, pues hay quienes consiguen la droga, quienes la modifican y empaquetan y otros que la surten.

En el Reclusorio Oriente hay internos que se hacen ayudar por hasta 50 narcomenudistas que venden a gritos cocaína en polvo, en piedra, así como cigarros de mariguana.

“La cocaaaa, la piedraaaa, la motaaaaa, qué te vendooo”, ofrecen tanto a internos como a visitas, tal y como lo constató la Agencia de Noticias El Universal.

Los reclusos también la hacen de “dealers”, llevando “los pedidos” hasta las celdas, con servicio durante las 24 horas del día.

Hay internos que exclusivamente se encargan de surtir “los pedidos” nocturnos, cuando las celdas ya fueron cerradas. Esos narcomenudistas operan en contubernio con los celadores, pues no los encierran como al resto, sino que se les permite recorrer las estancias, ofreciendo “vicio”, como le llaman.

En el ingreso de estupefacientes, la visita es parte fundamental para ello, pues cada semana más de 50 mil ciudadanos visitan los penales del Distrito Federal.

La Subsecretaría de Sistema Penitenciario informó que el pasado jueves, día de visita, una mujer fue detenida llevando —vía vaginal— un envoltorio de mariguana de medio kilogramo.

El dolor abdominal que mostró evidenció que llevaba algo escondido, por lo que el personal femenino le solicitó extraerse lo que portaba.
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