México
Emilio en España
Lo más sencillo en este momento es reprocharle al gobernador que se haya ido a España, cuando en el Estado los actos de inseguridad apuntan todos a un aumento del miedo
Emilio, el hombre que gobierna Jalisco y que es conocido por los habitantes de este Estado y por los mexicanos en todo el país (y en los Estados Unidos) con una gama de apodos que en este espacio ya es ocioso reproducir, estará los próximos días haciendo una invitación a quienes deseen escucharlo en la Feria Internacional de Turismo, a venir a nuestra ciudad en los Juegos Panamericanos del mes de octubre.
Es importante distinguir entre una cosa y otra, aunque parezca elemental. Pero es que están tan revueltos los tiempos que ya no se sabe.
Primero. Mal por Emilio, el señor de la mentada, que se va a Europa cuando en el centro de la capital de su Estado recién mataron a dos niñas (11 de enero) en un enfrentamiento entre vendedores de droga al menudeo; su viaje es innecesario porque hay recursos y personal de sobra para que sean otros quienes promuevan a Jalisco y los Panamericanos.
Segundo. Después del impacto general por las dos chiquillas asesinadas, durante el amanecer del domingo hubo un bloqueo en la carretera a Chapala, con balas, granadazos y vehículos quemándose hasta ser chatarra, porque un grupo de narcotraficantes habían peleado con policías estatales durante todo el sábado previo, al grado de atacar el domicilio particular del director de la Policía de Chapala e instalaciones de la Policía de Guadalajara.
Estos hechos, muy al margen de si ya se puede hablar o no de un narcobloqueo —porque para el secretario general de Gobierno, el precandidato Fernando Guzmán, todavía hay discusión en el uso de términos—, debieron bastar para que Emilio, el inquilino de Casa Jalisco, interrumpiera su viaje y se quedara a tratar de enviar un mensaje solidario. Pero la decisión fue otra.
Y como decía al principio, lo más sencillo es reprochárselo, criticarlo por estar lejos cuando lo que se requiere es un liderazgo comprometido, cercano y sólido de un gobernante para con los gobernados.
Pero que ahí quede. No más censuras para un señor que apenas el pasado jueves, recriminaba a propósito de las dos niñas fallecidas: “Las autoridades locales se preocuparon más por ganar la siguiente elección y cuidar la imagen personal que en resolver los problemas de fondo. Por eso afirmo: a mí lo que me importa son las familias de Jalisco, no las elecciones de 2012”.
Hace cuatro años, el mismo individuo que asegura no le importan las elecciones de 2012, prestaba juramento para cumplir y hacer cumplir la Constitución como gobernador de Jalisco. Cabe agregar ahora a esa conocida fórmula “y si no, que las familias de Jalisco se lo reclamen”.
Síguenos en