México
El sentido del poder…
Y digo que no porque ésos mismos que ante los micrófonos y cámaras echan pestes y culebras diciéndose hasta de lo que se van a morir
Si Usted sigue las noticias políticas, sean en la letra impresa o las ondas hertzianas de la radio, o por el televisor podría creer que entre los protagonistas existe un odio cerval por como hablan; por cómo discuten; por las frases que utilizan ridiculizando, las más de las veces ofensivas a fin de imponer criterios, opiniones o ideas, -- éstas las más pocas ya que los pensantes no son los que más proliferan en ése medio --, dando la impresión de que se la viven peleando entre los partidos y, por ende, los partidistas atacando y defendiendo.
Nada más lejos de la realidad. Se lo aseguro.Y escribo esto porque una de las grandes “cualidades” de un político es profesional trascender en su
proyección personal.
Ése saber sonreír cuando las tripas se les hacen nudo aguantando lo que aguantarse haya.
Ése cebarse el lomo para que resbalen recordatorios familiares y demás frases hirientes con los que muchos ciudadanos expresan su descontento y rechazo.
Ése tragar, lo que tragarse haya, poniendo la mejor de las caras causando buena impresión.
¿Y qué de todo esto?
Que no hay que creer todo lo que se mira ni tampoco lo que se escucha cuando entre políticos se tiran a dar, atacando y defendiendo, haciendo pensar que casi se van a matar… No, no hay que creerlo.
Y digo que no porque ésos mismos que ante los micrófonos y cámaras echan pestes y culebras diciéndose hasta de lo que se van a morir, pueden estar comiendo, cenando y departiendo con sus “contrincantes” apenas unas horas después.
Sí, por supuesto, los ciudadanos tan comunes como corrientes, -- y más éstos últimos que por lo general resultan más propicios y vulnerables por su ignorancia misma --, se quedan con el “aquí va a haber muertos”.
Nada, que no. Son numeritos manifiestos de montajes premeditados, estudiados y hasta ensayados que a la postre vienen a significarse como el “circo” político para entretener.
Y vendrán los acuerdos; las coaliciones entre partidos antagónicos que nada, absolutamente nada por cuanto a ideología y tendencias tienen en común ni qué ver.
Están maquinándose alianzas entre, figúrese Usted, PAN y PRD para el Estado de México. ¿Candidatos? el blanquiazul Bravo Mena y el amarillo Alejandro Encinas. Ya… Ya Gustavo Madero y Jesús Ortega se reúnen para “pegarle” al PRI. Y no importa con quiénes más tengan que hacerlo.
Y… PENSÁNDOLO BIEN.
Y… PENSÁNDOLO BIEN, vale el considerar que cualquier poder, si no se basa en la unión, es débil, empero...
Empero como también considerarse se debe que no hay nada más deprimente en política que ver a un hombre mediocre cuando se levanta al mando.
Cosa pues de… El sentido del poder y… Y el poder del sentido.
Nada más lejos de la realidad. Se lo aseguro.Y escribo esto porque una de las grandes “cualidades” de un político es profesional trascender en su
proyección personal.
Ése saber sonreír cuando las tripas se les hacen nudo aguantando lo que aguantarse haya.
Ése cebarse el lomo para que resbalen recordatorios familiares y demás frases hirientes con los que muchos ciudadanos expresan su descontento y rechazo.
Ése tragar, lo que tragarse haya, poniendo la mejor de las caras causando buena impresión.
¿Y qué de todo esto?
Que no hay que creer todo lo que se mira ni tampoco lo que se escucha cuando entre políticos se tiran a dar, atacando y defendiendo, haciendo pensar que casi se van a matar… No, no hay que creerlo.
Y digo que no porque ésos mismos que ante los micrófonos y cámaras echan pestes y culebras diciéndose hasta de lo que se van a morir, pueden estar comiendo, cenando y departiendo con sus “contrincantes” apenas unas horas después.
Sí, por supuesto, los ciudadanos tan comunes como corrientes, -- y más éstos últimos que por lo general resultan más propicios y vulnerables por su ignorancia misma --, se quedan con el “aquí va a haber muertos”.
Nada, que no. Son numeritos manifiestos de montajes premeditados, estudiados y hasta ensayados que a la postre vienen a significarse como el “circo” político para entretener.
Y vendrán los acuerdos; las coaliciones entre partidos antagónicos que nada, absolutamente nada por cuanto a ideología y tendencias tienen en común ni qué ver.
Están maquinándose alianzas entre, figúrese Usted, PAN y PRD para el Estado de México. ¿Candidatos? el blanquiazul Bravo Mena y el amarillo Alejandro Encinas. Ya… Ya Gustavo Madero y Jesús Ortega se reúnen para “pegarle” al PRI. Y no importa con quiénes más tengan que hacerlo.
Y… PENSÁNDOLO BIEN.
Y… PENSÁNDOLO BIEN, vale el considerar que cualquier poder, si no se basa en la unión, es débil, empero...
Empero como también considerarse se debe que no hay nada más deprimente en política que ver a un hombre mediocre cuando se levanta al mando.
Cosa pues de… El sentido del poder y… Y el poder del sentido.
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