México
El iracundo señor Poiré
El vocero del Presidente Calderón responde con soberbia y total ignorancia de lo que realmente ocurre en amplias zonas del país
Qué fácil es hablar desde la comodidad de un escritorio; qué seguro hacerlo desde un cargo blindado y protegido por la seguridad de la casa presidencial; qué ligero condenar a los ciudadanos que piden tregua y que termine el suplicio de la violencia y la inseguridad en sus ciudades, en sus colonias, en sus propias casas. Así cualquiera se engalla y pontifica como lo hizo ayer el señor Poiré.
Desde su visión de académico de cubículo, el señor Poiré seguro ignora que en la cruda realidad que viven muchos mexicanos, fuera del blindaje del Estado Mayor Presidencial, “pactar o negociar” es, en muchos casos, la única salida que les queda a los ciudadanos si quieren salvar la vida, la propia o la de sus familias; si quieren conservar propiedades o patrimonio, no les queda otra ante la amenaza, la violencia, que negociar con los criminales porque ya no hay autoridad que les proteja o los salve.
¿Podría el padre de un adolescente secuestrado en Monterrey o en Torreón o en Veracruz o en Reynosa ponerse digno y decirles a los secuestradores que no piensa negociar con ellos porque “su deber es combatirlos”, según ha sentenciado, iracundo y molesto, el señor Poiré?, ¿debe un empresario que es amedrentado con lastimar a sus hijos y a su esposa negarse a pagarles “cuota” a los sicarios que cada cierto tiempo llegan a su negocio a extorsionarlo, porque el señor Poiré fustiga a quienes piden tregua a la violencia?
Lejos de entender el mensaje que hay detrás del inédito editorial del Diario de Juárez, y de mostrar sensibilidad a la muerte de cualquier ciudadano, sea o no periodista, el vocero del Presidente Calderón responde con soberbia y total ignorancia de lo que realmente ocurre en amplias zonas del país: “negociar” “pactar” “ceder”, o incluso someterse ante los delincuentes es, por desgracia, la única posibilidad que tienen muchos mexicanos de sobrevivir y evitar ser dañados en su integridad y su patrimonio ante la autoridad de facto que ejercen los delincuentes y la ausencia de Estado en varias regiones y municipios.
Los que pueden, como usted, señor Poiré, o se protegen bajo el cobijo oficial o emigran del país yendo a vivir a ciudades más seguras en Estados Unidos; los que no pueden hacer eso, sí, negocian, pactan, sobreviven como pueden frente a la delincuencia ante el abandono del Gobierno al que usted representa.
NOTAS INDISCRETAS… La comida fue el domingo en Acapulco en casa del empresario Jaime Camil. A su exclusiva mansión, el influyente hombre de negocios invitó a varios amigos a un evento de apoyo a Manuel Añorve, candidato del PRI al Gobierno de Guerrero. Entre los asistentes: el gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto; el senador Manlio Fabio Beltrones y el ex presidente Carlos Salinas de Gortari, entre muchos otros… Los dados llegaron al final del puente. Escalera doble para iniciar semana.
Desde su visión de académico de cubículo, el señor Poiré seguro ignora que en la cruda realidad que viven muchos mexicanos, fuera del blindaje del Estado Mayor Presidencial, “pactar o negociar” es, en muchos casos, la única salida que les queda a los ciudadanos si quieren salvar la vida, la propia o la de sus familias; si quieren conservar propiedades o patrimonio, no les queda otra ante la amenaza, la violencia, que negociar con los criminales porque ya no hay autoridad que les proteja o los salve.
¿Podría el padre de un adolescente secuestrado en Monterrey o en Torreón o en Veracruz o en Reynosa ponerse digno y decirles a los secuestradores que no piensa negociar con ellos porque “su deber es combatirlos”, según ha sentenciado, iracundo y molesto, el señor Poiré?, ¿debe un empresario que es amedrentado con lastimar a sus hijos y a su esposa negarse a pagarles “cuota” a los sicarios que cada cierto tiempo llegan a su negocio a extorsionarlo, porque el señor Poiré fustiga a quienes piden tregua a la violencia?
Lejos de entender el mensaje que hay detrás del inédito editorial del Diario de Juárez, y de mostrar sensibilidad a la muerte de cualquier ciudadano, sea o no periodista, el vocero del Presidente Calderón responde con soberbia y total ignorancia de lo que realmente ocurre en amplias zonas del país: “negociar” “pactar” “ceder”, o incluso someterse ante los delincuentes es, por desgracia, la única posibilidad que tienen muchos mexicanos de sobrevivir y evitar ser dañados en su integridad y su patrimonio ante la autoridad de facto que ejercen los delincuentes y la ausencia de Estado en varias regiones y municipios.
Los que pueden, como usted, señor Poiré, o se protegen bajo el cobijo oficial o emigran del país yendo a vivir a ciudades más seguras en Estados Unidos; los que no pueden hacer eso, sí, negocian, pactan, sobreviven como pueden frente a la delincuencia ante el abandono del Gobierno al que usted representa.
NOTAS INDISCRETAS… La comida fue el domingo en Acapulco en casa del empresario Jaime Camil. A su exclusiva mansión, el influyente hombre de negocios invitó a varios amigos a un evento de apoyo a Manuel Añorve, candidato del PRI al Gobierno de Guerrero. Entre los asistentes: el gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto; el senador Manlio Fabio Beltrones y el ex presidente Carlos Salinas de Gortari, entre muchos otros… Los dados llegaron al final del puente. Escalera doble para iniciar semana.
Síguenos en