México
El dinero
El dinero es un instrumento y cuando, de forma generalizada se convierte en un fin en sí mismo, las sociedades enferman moralmente, dando lugar a importantes injusticias sociales
Resulta innegable que el dinero es imprescindible y que con el dinero se construyen realidades; también aquí entiendo que debe haber una ética en su objetivo. Porque el dinero en la realidad sirve para apoyar guerras, que de hecho crean toda una economía, sirve para apoyar y mantener regímenes dictatoriales, para enriquecer a desalmados, para incrementar las grandes desigualdades sociales… e incluso para generar gravísimas crisis económicas como la que atravesamos. La situación del actual sistema bancario es la de la especulación, las burbujas, las quiebras, las intervenciones públicas, la necesidad de apoyo estatal a grandes grupos financieros.
Es una ilusión pensar que los que han producido la crisis, tienen la llave de la solución. Ellos proponen más de lo mismo: más producción, más fertilizantes, más productos genéticamente modificados, más mercado no para saciar el hambre sino para hacer más dinero. Ninguno piensa en colocar más dinero en las manos de los hambrientos para que puedan comprar comida y sobrevivir. Pueden morir de hambre delante de una mesa repleta a la cual no tienen acceso.
El dinero es un instrumento y cuando, de forma generalizada se convierte en un fin en sí mismo, las sociedades enferman moralmente, dando lugar a importantes injusticias sociales. Decía Víctor Hugo: “Hay que tener dinero porque es práctico, pero hay que contarlo al menos una vez al año, para que sepa quién es el dueño”.
El dinero no es neutro y ha perdido el contacto con las necesidades humanas. El dinero, que nació como instrumento con el que comprar y vender ha pasado a acumularse en manos de unos pocos, a moverse virtualmente por todo el planeta o a financiar gobiernos, guerras y empresas en contra de los propios ciudadanos. Nació para estar al servicio de las personas y se ha terminado convirtiendo en una cárcel para casi todos y el instrumento de poder de unos cuantos.
El proceso de globalización al que asistimos se fundamenta en la movilidad del capital, un capital muchas veces radicado en paraísos fiscales y que además es el que decide que actividades son merecedoras o no de su inversión; así las cosas, el dinero no contribuye a generar empleo y riqueza colectiva.
No es cierto que exista una carencia de materias primas, en la Tierra existen recursos suficientes para todos y son las instituciones económicas y el propio sistema quienes impiden que todos los seres humanos tengan acceso a los mismos.
Nota final. A propósito de la Iniciativa de que los medios ya no le den cabida a tanta noticia explicita con imágenes perturbadoras. Que las televisoras comiencen por lavar su propia programación, llena de sangre y pornografía en horarios familiares. ¡Digo yo¡
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