México
El desmadre nacional…
Que las alianzas se devalúan, a la vista está. Que la resobada del PAN con el PRD, yendo Bravo Mena y Alejandro Encinas se desplomó, nadie lo duda
No, por ningún motivo es mi intención impactar en los oídos mesurados y castos de conservadores con el sonido fuerte, aplastante, espectacular fonéticamente hablando que como contenido encierra la expresión “DESMADRE…”
Por ello me atengo al diccionario de la Academia de la Lengua Española que define como: Desbarajuste, caos, confusión, —éste armario es un desmadre, no se puede encontrar nada—; así como pérdida de la mesura, exceso incontrolado —hay que poner disciplina o los alumnos llegarán al desmadre absoluto—; y como diversión en la que los participantes actúan con desenfreno y sin respeto alguno a las normas establecidas; por cuanto a falta de orden o dirección en una cosa o en un grupo, —éste gobierno es un desmadre, o lo que es lo mismo, hay desgobierno…—. Así…
Así, oído lo oído, visto lo visto y escrito lo escrito, por el momento político en el que el país está, el término a la perfección encaja.
Que las alianzas se devalúan, a la vista está. Que la resobada del PAN con el PRD, yendo Bravo Mena y Alejandro Encinas se desplomó, nadie lo duda.
Y lo grave, que la panista Cecilia Mora, manifestando una carencia total de oficio político se suelta el pelo “reflexionando” sobre la opinión, —o la línea—, del Presidente Calderón en el sentido de que el Mandatario está de acuerdo en que se siga la apertura de la alianza para honrar lo que perredistas, panistas y mexiquenses votaron en la consulta, para que de inmediato Roberto Gil, secretario particular de Don Felipe, aseguró con fehaciente firmeza que no hubo instrucción alguna de su jefe para su partido Acción Nacional para empujar la recontraconsabida alianza con el partido amarillo yema en el Estado de México.
Ante esto, se vale medir las posibilidades, toda vez que las que tiene el blanquiazul Bravo Mena son pocas, muy pocas, poquísimas, y más cuando el candidato priísta Eruviel Ávila, con un perfil muy del gusto de los mexiquenses y el apoyo de su gobierno, mantiene una perspectiva por demás esperanzadora.
Por otro lado, la sentencia del perredista Alejandro Encinas, en el tenor que rechazando la alianza panista solo iría junto con los otros dos partidos de izquierda, el del Trabajo y Convergencia, la chendenguiza lópezobradorista en pleno, se irá midiendo en las encuestas cuando el desprestigio, por la caterva politicoide que dirige al del Sol Azteca, la secretaria Padierna y su compañero escudero “reaparecido” René Bejarano apodado “el honesto” ¿¿¿??? Y su presidente partidista Zambrano, pues… como que… huele mal, a tufillo de podrido.
Y… PENSÁNDOLO BIEN.
Y… PENSÁNDOLO BIEN, Manlio Fabio Beltrones se descara en su interés por competir como candidato presidencial de su tricolor partido, ¿caballo negro azabache?
Aquí, al revés como en el cine, “cualquier parecido de nombres y personas con la realidad” ¡no es pura coincidencia sino certeza cruda! ¿Título? ¡EL DESMADRE NACIONAL…!
Por ello me atengo al diccionario de la Academia de la Lengua Española que define como: Desbarajuste, caos, confusión, —éste armario es un desmadre, no se puede encontrar nada—; así como pérdida de la mesura, exceso incontrolado —hay que poner disciplina o los alumnos llegarán al desmadre absoluto—; y como diversión en la que los participantes actúan con desenfreno y sin respeto alguno a las normas establecidas; por cuanto a falta de orden o dirección en una cosa o en un grupo, —éste gobierno es un desmadre, o lo que es lo mismo, hay desgobierno…—. Así…
Así, oído lo oído, visto lo visto y escrito lo escrito, por el momento político en el que el país está, el término a la perfección encaja.
Que las alianzas se devalúan, a la vista está. Que la resobada del PAN con el PRD, yendo Bravo Mena y Alejandro Encinas se desplomó, nadie lo duda.
Y lo grave, que la panista Cecilia Mora, manifestando una carencia total de oficio político se suelta el pelo “reflexionando” sobre la opinión, —o la línea—, del Presidente Calderón en el sentido de que el Mandatario está de acuerdo en que se siga la apertura de la alianza para honrar lo que perredistas, panistas y mexiquenses votaron en la consulta, para que de inmediato Roberto Gil, secretario particular de Don Felipe, aseguró con fehaciente firmeza que no hubo instrucción alguna de su jefe para su partido Acción Nacional para empujar la recontraconsabida alianza con el partido amarillo yema en el Estado de México.
Ante esto, se vale medir las posibilidades, toda vez que las que tiene el blanquiazul Bravo Mena son pocas, muy pocas, poquísimas, y más cuando el candidato priísta Eruviel Ávila, con un perfil muy del gusto de los mexiquenses y el apoyo de su gobierno, mantiene una perspectiva por demás esperanzadora.
Por otro lado, la sentencia del perredista Alejandro Encinas, en el tenor que rechazando la alianza panista solo iría junto con los otros dos partidos de izquierda, el del Trabajo y Convergencia, la chendenguiza lópezobradorista en pleno, se irá midiendo en las encuestas cuando el desprestigio, por la caterva politicoide que dirige al del Sol Azteca, la secretaria Padierna y su compañero escudero “reaparecido” René Bejarano apodado “el honesto” ¿¿¿??? Y su presidente partidista Zambrano, pues… como que… huele mal, a tufillo de podrido.
Y… PENSÁNDOLO BIEN.
Y… PENSÁNDOLO BIEN, Manlio Fabio Beltrones se descara en su interés por competir como candidato presidencial de su tricolor partido, ¿caballo negro azabache?
Aquí, al revés como en el cine, “cualquier parecido de nombres y personas con la realidad” ¡no es pura coincidencia sino certeza cruda! ¿Título? ¡EL DESMADRE NACIONAL…!
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