México
El deseo de levantarse de la lona
Este fin de semana, la Orquesta Sinfónica de Minería interpretará en la Ciudad de México la Segunda Sinfonía de Mahler
Antes de vernos reflejados en el espejo de esta Sinfonía de Mahler, lo hice patente en una de las últimas obras de Shakespeare, en donde la trama da la vuelta completa y el personaje principal tiene una segunda oportunidad para pedir perdón a quien perdón merece, reencontrar a los que ha perdido por insolencia, vanidad o locura y puede ser perdonado.
Ése es el caso de Leontes, rey de Sicilia, en El cuento de invierno, quien después de enloquecer de celos con Políxenes, rey de Bohemia, su mejor amigo desde la infancia, culpa a Hermiona, su mujer, de haberlo engañado y decide encerrarla en una celda, embarazada, a punto de parir; Mamilio, su hijo pequeño, muere de tristeza, mientras su madre da a luz una hija que el rey desconoce, y por su locura la manda matar.
El verdugo la abandona en el campo de Bohemia donde es recogida —como Edipo— por unos pastores. Le llaman Perdita y crece entre ellos hasta que, enamorada, huye a Sicilia donde reencuentra a su padre, su madre vuelve a la vida y Leontes tiene una segunda oportunidad para perdonar y ser perdonado.
Con la Segunda Sinfonía de Mahler podemos imaginar estos mismos deseos y, de alguna manera, volver a ser testigos musicalmente de cómo, a pesar de sus debilidades y fortalezas, el hombre muestra esta dualidad de sentimientos que padecemos —vida y muerte— hasta la resurrección y la sensación de volver a la vida.
La Orquesta de Minería la va interpretar bajo la dirección de Carlos Miguel Prieto, quien hace un par de semanas dirigió la Primera Sinfonía de una manera tan clara —como el agua de un arroyo que fluye bajo la luz prístina—, pues nunca antes había escuchado una obra de Mahler en vivo con esa sensibilidad, donde tiembla cuando es necesario y explota cuando se trata de la voluptuosidad.
Puede uno imaginar el juicio final, como ése que hacemos por las noches, cuando intentamos reconstruir los puentes dañados y soñamos en tener una segunda oportunidad —para perdonar y ser perdonado—, como esos deseos del hombre que dos artistas como Mahler y Shakespeare, entre otros, nos permiten vernos reflejado en sus espejos, para satisfacer el deseo y la sensación de volver a nacer y de levantarnos de la lona.
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