México

El ascenso de Nava

Por Ramón Zurita Sahagún

Sin dudas de ninguna clase, César Nava Vázquez terminará la presente semana como presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PAN.

Nadie, ni dentro, ni fuera del partido, imaginan que se frene su ascenso en esa ruta, aunque tampoco nadie se atreve a vaticinar sobre el costo que tendrá la elección del diputado electo.

Y es que los llamados para votar en contra de la elección del joven calderonista no tuvieron el eco esperado, principalmente por el temor que guarda gran parte de los consejeros en contravenir los ordenamientos del Ejecutivo federal.

Como en los tiempos presuntamente idos, las órdenes presidenciales son acatadas y a pesar de la gran inconformidad que originó la decisión de relevar a Germán Martínez Cázares con César Nava Vázquez, el gran elector será obedecido.
Incluso los propios convocantes a votar en contra de la candidatura de Nava Vázquez ven como una pelea perdida su lucha por impedir la victoria del michoacano el fin de semana.

Santiago Creel Miranda, Manuel Espino Barrientos, Gerardo Priego, Humberto Aguilar Coronado, Javier Corral y Ricardo García Cervantes, no pudieron con sus débiles llamamientos convocar a un importante número de consejeros panistas que evitarán el triunfo de César Nava.

De ellos, los que son consejeros acudirán el sábado al cónclave partidista, aunque ratificarán su débil protesta no impedirán una victoria cantada del alfil presidencial.

Eso sí, la estructura del partido quedará sumamente sensible y expuesta a que un ligero movimiento pueda echarla abajo.
Uno de los grandes críticos por la intromisión presidencial a favor de la candidatura de César Nava Vázquez es Diego Fernández de Cevallos, el que habló tronante en contra de la decisión de que sea el ex secretario particular del Presidente Calderón el nuevo dirigente del partido.

Es un problema de formas que muestra el desaseo con que se ejecutó la decisión de elevar a Nava a la presidencia del partido, mostrando la participación presidencial.

Resulta curioso, dice Diego, como Germán Martínez Cázares va a ver al Presidente de la república y regresa al partido para presentar su renuncia. Lo mismo sucede con Nava, se entrevista con el Ejecutivo federal y, después de eso, anuncia su intención de competir por la presidencia del partido.

Eso que dice Diego Fernández de Cevallos lo piensan otros panistas de prosapia, pero no se atreven a expresarlo en forma abierta, por formar parte de la administración pública federal o pertenecer a alguna de las cámaras del Poder Legislativo, ya que sienten que pueden dañar su relación con el Ejecutivo federal.

Por eso, la mayoría considera que si dará el quórum necesario para que la dos terceras partes elijan al joven diputado federal electo como nuevo presidente nacional del partido blanquiazul.

El ascenso de César Nava a las ligas mayores de la política es un doble riesgo para él, que puede derivar en una estrepitosa caída como la de su paisano, amigo y antecesor Germán Martínez Cázares.

Y es que el futuro dirigente nacional del PAN intentó, sin éxito, jugar en las ligas mayores de la política desde el inicio del sexenio.

Primero buscó la dirección de Pemex y hubo de conformarse con la secretaría particular del Presidente de la República. Luego pretendió la presidencia del PAN y tuvo que conformarse con ver la llegada de su amigo y paisano Martínez Cázares.

Más adelante fue sacado del primer círculo presidencial, en medio de fuertes rumores sobre la eventual pérdida de la confianza sufrida por el Ejecutivo federal hacia su persona y enviado un puesto de cuarto nivel en la estructura judicial.
Sin embargo, su intención de ser diputado federal y competir por el liderazgo de la bancada lo hizo refugiarse en el partido en un nivel inferior, a la espera de los tiempos de las candidaturas.

Consiguió la suya, triunfó por amplio margen en uno de los pocos distritos que mantienen su partido en el Distrito Federal y cuando se dio cuenta que no sería el coordinador de su bancada le cayó del cielo la candidatura a la presidencia del partido.

Precedido de una carrera de altibajos, apuntalada por el auxilio de las circunstancias le llega una oportunidad de oro al michoacano, misma que puede seguir el derrotero de la de su amigo y paisano Germán Martínez Cázares o la de su también amigo y paisano Felipe Calderón Hinojosa.

El año próximo se juegan diez gobiernos estatales y los resultados electorales pueden servir de rasero para medir las posibilidades de crecimiento o hundimiento de quien desde el sábado dirigirá los destinos de un partido que requiere de una buena dirección para retomar la ruta de la que se encuentra alejado desde que probaron las mieles del poder y que ante la derrota no sabe como reaccionar.

*Los gobernadores priistas están de plácemes por el triunfo de su partido en los comicios del pasado cinco de julio, por lo que usan cualquier pretexto para reunirse y continuar la celebración.

El pasado sábado en Mérida, Yucatán, diez de ellos disfrutaron de la fiesta ciudadana por el segundo informe de gobierno de Ivonne Ortega Pacheco. Al día siguiente, cuatro de ellos, expresaron su respaldo a la decisión de que la nueva refinería se asiente en Hidalgo. Ayer, 14 de los mandatarios priistas se reunieron en la ciudad de México.

El pretexto fue la celebración de los cumpleaños de algunos de ellos, aunque hay razones de más peso para el cónclave.
Uno de ellos es la falta de liquidez en algunas entidades, originada por los problemas financieros que azotan al país y el segundo, estudiar la forma en que habrán de convencer a Beatriz Elena Paredes Rangel de que deja las riendas del partido y asuma el control de su bancada en la Cámara de Diputados.
Email: ramonzurita44@hotmail.com
Email: zurita_sahagun@hotmail.com
Síguenos en

Temas

Sigue navegando