México
El Presidente pide mano firma contra la pederastia
El mandatario mexicano afirmó que se necesita ser firme en la exigencia de respeto, especialmente a menores
COMILLAS, ESPAÑA (17/MAY/2010).- La pederastia puede castigarse como política de Estado independientemente de la pertenencia religiosa de los responsables, para que este capítulo vergonzoso del pasado no siga siendo del presente, afirmó el Presidente Felipe Calderón.
En conferencia de prensa, de la V Cumbre México-Unión Europea, el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, asentía con su cabeza las afirmaciones de Calderón, quien fue cuestionado en torno al caso Marcial Maciel y los casos de pederastia en México.
“La pederastia es un delito vergonzoso, aborrecible que requiere una respuesta de Estado y que exige precisamente que quien quiera que sea responsable de este tipo de actos, sea puesto ante la autoridad y juzgado con el rigor de la ley”.
“Independientemente de las organizaciones religiosas o sociales o cualesquiera que sea su naturaleza, necesitamos ser firmes en la exigencia de respeto incondicional y absoluto a cualquier persona, pero más tratándose de menores”, dijo el Mandatario mexicano.
En la política de Estado indicó ajustes a las leyes, que las autoridades no titubeen y atención a las víctimas.
“Que estas historias, que se descubren recientemente, sean verdaderamente, y se conviertan pronto, en un capítulo vergonzoso del pasado y no en una realidad tan hiriente del presente”.
En conferencia de prensa, de la V Cumbre México-Unión Europea, el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, asentía con su cabeza las afirmaciones de Calderón, quien fue cuestionado en torno al caso Marcial Maciel y los casos de pederastia en México.
“La pederastia es un delito vergonzoso, aborrecible que requiere una respuesta de Estado y que exige precisamente que quien quiera que sea responsable de este tipo de actos, sea puesto ante la autoridad y juzgado con el rigor de la ley”.
“Independientemente de las organizaciones religiosas o sociales o cualesquiera que sea su naturaleza, necesitamos ser firmes en la exigencia de respeto incondicional y absoluto a cualquier persona, pero más tratándose de menores”, dijo el Mandatario mexicano.
En la política de Estado indicó ajustes a las leyes, que las autoridades no titubeen y atención a las víctimas.
“Que estas historias, que se descubren recientemente, sean verdaderamente, y se conviertan pronto, en un capítulo vergonzoso del pasado y no en una realidad tan hiriente del presente”.
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