México
El Papa agradece 'cálida hospitalidad' mexicana
Francisco destaca el trabajo de quienes hicieron posible su primera visita apostólica a este país
su visita a México, así como el cariño, la fiesta y la esperanza que vivió junto a la "gran familia mexicana".
Al finalizar la misa ante miles de personas en la explanada El Chamizal de Ciudad Juárez, Francisco dio gracias a los mexicanos por abrirle las puertas de sus vidas y de su nación, y destacó el trabajo de quienes hicieron posible su visita apostólica.
Destacó la ayuda de las autoridades federales y locales que contribuyeron al buen desarrollo de todas las actividades en la Ciudad de México y los estados de México, Chiapas, Michoacán y Chihuahua.
Agradeció de corazón a quienes colaboraron de distinto modo, como "servidores anónimos" que, desde el silencio, dieron lo mejor de sí para que estos días fueran una fiesta de familia. "Me he sentido acogido, recibido por el cariño", apuntó.
Citó versos del poema Hermandad de Octavio Paz: "Soy hombre: duro poco y es enorme la noche. Pero miro hacia arriba: las estrellas escriben. Sin entender comprendo: también soy escritura y en este mismo instante alguien me deletrea".
Francisco dijo la presencia misteriosa pero real de Dios en la carne concreta de todas las personas, especialmente de las más pobres y necesitadas de México, es lo que "deletrea" a los cristianos".
"La noche nos puede parecer enorme y muy oscura, pero en estos días he podido constatar que en este pueblo existen muchas luces que anuncian esperanza", relató el Pontífice.
"He podido ver en muchos de sus testimonios, en sus rostros, la presencia de Dios que sigue caminando en esta tierra guiándolos y sosteniendo la esperanza; muchos hombres y mujeres, con su esfuerzo de cada día, hacen posible que esta sociedad mexicana no se quede a oscuras", añadió Francisco.
Recordó que "muchos hombres y mujeres cuando pasaba en las calles levantaban a sus hijos, me los mostraban. Ellos son los profetas del mañana, son signo de un nuevo amanecer, cuidémoslos y amémoslos".
Finalizó deseando que María, la madre Guadalupe, siga visitándolos, siga caminando por estas tierras, ayudando a los fieles a ser misioneros y testigos de misericordia y reconciliación. México no se entiende sin ella".
"Muchas gracias por esta tan cálida hospitalidad mexicana", dijo tras afirmar que su primera visita a México "ha sido sorprendente, México es una sorpresa".
Al término de la misa junto a la línea fronteriza con Estados Unidos, el Papa Francisco se trasladó al aeropuerto de Ciudad Juárez para viajar de regreso a El Vaticano.
CIUDAD JUÁREZ, CHIHUAHUA (17/FEB/2016).- El Papa Francisco agradeció la "cálida hospitalidad" de que fue objeto durante
Al finalizar la misa ante miles de personas en la explanada El Chamizal de Ciudad Juárez, Francisco dio gracias a los mexicanos por abrirle las puertas de sus vidas y de su nación, y destacó el trabajo de quienes hicieron posible su visita apostólica.
Destacó la ayuda de las autoridades federales y locales que contribuyeron al buen desarrollo de todas las actividades en la Ciudad de México y los estados de México, Chiapas, Michoacán y Chihuahua.
Agradeció de corazón a quienes colaboraron de distinto modo, como "servidores anónimos" que, desde el silencio, dieron lo mejor de sí para que estos días fueran una fiesta de familia. "Me he sentido acogido, recibido por el cariño", apuntó.
Citó versos del poema Hermandad de Octavio Paz: "Soy hombre: duro poco y es enorme la noche. Pero miro hacia arriba: las estrellas escriben. Sin entender comprendo: también soy escritura y en este mismo instante alguien me deletrea".
Francisco dijo la presencia misteriosa pero real de Dios en la carne concreta de todas las personas, especialmente de las más pobres y necesitadas de México, es lo que "deletrea" a los cristianos".
"La noche nos puede parecer enorme y muy oscura, pero en estos días he podido constatar que en este pueblo existen muchas luces que anuncian esperanza", relató el Pontífice.
"He podido ver en muchos de sus testimonios, en sus rostros, la presencia de Dios que sigue caminando en esta tierra guiándolos y sosteniendo la esperanza; muchos hombres y mujeres, con su esfuerzo de cada día, hacen posible que esta sociedad mexicana no se quede a oscuras", añadió Francisco.
Recordó que "muchos hombres y mujeres cuando pasaba en las calles levantaban a sus hijos, me los mostraban. Ellos son los profetas del mañana, son signo de un nuevo amanecer, cuidémoslos y amémoslos".
Finalizó deseando que María, la madre Guadalupe, siga visitándolos, siga caminando por estas tierras, ayudando a los fieles a ser misioneros y testigos de misericordia y reconciliación. México no se entiende sin ella".
"Muchas gracias por esta tan cálida hospitalidad mexicana", dijo tras afirmar que su primera visita a México "ha sido sorprendente, México es una sorpresa".
Al término de la misa junto a la línea fronteriza con Estados Unidos, el Papa Francisco se trasladó al aeropuerto de Ciudad Juárez para viajar de regreso a El Vaticano.
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