México
El Papa advierte contra divisiones en la Iglesia
Llama a estar del lado de quienes son marginados por la fuerza, el poder o una riqueza que ignora a quienes carecen de casi todo
Durante la homilía de la ceremonia, pronunciada en el templo dedicado a Nuestra Señora de la Luz, y ante varios cientos de prelados latinoamericanos, el líder católico reconoció los retos y dificultades de muy diversa índole que enfrentan los católicos en el continente.
Pero aseguró que "no hay motivos para rendirse al despotismo del mal" y pidió a Dios que manifieste su fuerza en las "debilidades y penurias".
Constató la preocupación de los obispos por la existencia de situaciones particularmente dolorosas para la vida y la misión de la Iglesia en la región, donde los fieles padecen diversas formas de persecución, marginación o menosprecio.
"Tampoco faltan preocupaciones por la carencia de medios y recursos humanos, o las trabas impuestas a la libertad de la Iglesia en el cumplimiento de su misión", indicó.
"El Papa participa de estos sentimientos y agradece su solicitud pastoral paciente y humilde. Ustedes no están solos en los contratiempos, como tampoco lo están en los logros evangelizadores. Todos estamos unidos en los padecimientos y en la consolación", agregó.
Joseph Ratzinger solicitó a los prelados iniciativas encaminadas a conducir a los hombres hacia Cristo, cuya gracia les permitirá dejar las cadenas del pecado que los esclaviza y avanzar hacia la libertad auténtica y responsable.
Les recomendó cuidar con gran esmero de los seminaristas y mostrar cercanía con los presbíteros, a los cuales nunca debe faltar la comprensión y el aliento y, si fuera necesario, también una paterna admonición sobre actitudes improcedentes.
Además, exhortó a mostrar una atención cada vez más especial a los laicos, los fieles más comprometidos en la catequesis, la animación litúrgica, la acción caritativa y el compromiso social.
"No es justo que se sientan tratados como quienes apenas cuentan en la Iglesia, no obstante la ilusión que ponen en trabajar en ella según su propia vocación y el gran sacrificio que a veces les supone esta dedicación", aseveró.
Benedicto XVI llamó a estar del lado de quienes son marginados por la fuerza, el poder o una riqueza que ignora a quienes carecen de casi todo.
"La Iglesia no puede separar la alabanza de Dios del servicio a los hombres. El único Dios, padre y creador, es el que nos ha constituido hermanos: ser hombre es ser hermano y guardián del prójimo", sostuvo.
"Que la madre de Dios disipe las tinieblas de nuestro mundo y alumbre nuestro camino, para que podamos confirmar en la fe al pueblo latinoamericano en sus fatigas y anhelos, con entereza, valentía y fe firme en quien todo lo puede y a todos ama hasta el extremo", estableció.
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