México

El PRI y sus modos

El PRI está herido y no piensa dejar que le arrebaten la posibilidad de regresar a la Presidencia

Todos estaban en el entendido de que al Partido de la Revolución Democrática (PRD) le tocaba presidir la mesa directiva de la Cámara de Diputados. Lo dicen los panistas, lo afirman vehementemente los perredistas, en ese entendido se quedaron los periodistas de la fuente, pero lo niegan los priistas.

¿Qué pasó? Que los priistas aún arrastran con dolor los resultados adversos de las últimas elecciones en las que en alianza el PRD y el Partido Acción Nacional (PAN) les quitaron las gubernaturas de Puebla, Oaxaca y Sinaloa. No lo perdonan.

Sienten que el PAN se los chamaqueó al no cumplir con los acuerdos verbales, e incluso escritos, que habían hecho con el secretario de Gobernación, Francisco Gómez Mont, en el sentido de que no habría tales alianzas. Por eso ahora llegan a este periodo de sesiones en plan guerrero. Lo anunciaron sin ambages en su reunión plenaria la semana pasada en Ixtapan de la Sal. En su discurso inaugural, Francisco Rojas, su coordinador parlamentario, dijo que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) desde 1929 “abrió los espacios de la libertad, construyó la democracia, reconoció la pluralidad y creó las grandes instituciones. Un trabajo consistente y productivo que sólo ha tenido un bache histórico, permitir que acción nacional gobierne este país”. Dijo también: “El Gobierno federal no se ha cansado de mostrarnos que está dispuesto a todo antes que permitir nuestro ascenso electoral”. Es la guerra. Lo de exigir la presidencia de la mesa directiva es sólo el principio. Buscan mandar un mensaje de fortaleza luego de que la noche de las elecciones lucieron bastante debilitados. Pretenden que sea una forma contundente de recordar que son la primera minoría.

Quieren además tener esa posición con poder político y económico en sus manos en el año en que se dará la elección del Estado de México, que en mucho definirá las condiciones en que se disputará la presidencia en 2012. Además, Beatriz Paredes termina su gestión al frente del PRI en marzo y están pensando acomodarla en ese puesto y no dejarla simplemente como una diputada más. No van a ceder.

El PRI está herido y no piensa dejar que le arrebaten la posibilidad de regresar a la Presidencia. Saben, y en eso no se equivocan, que Calderón intentará evitar por todos los medios quedar como el presidente que regresó al PRI a Los Pinos. Hay también una buena dosis de ánimo vengativo cuando anuncian que además de presidir la mesa van a bajar el IVA un punto, buscan que le duela al Gobierno en el bolsillo.

Un diputado de oposición decía ayer que todavía no ganan la Presidencia y ya sacaron el “cobre autoritario”.
Por lo pronto: ¡Agárrense!
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