México
El PRI del siglo XXI
FRANCISCO JAVIER BESSON O.
Se inició un camino que prosigue, muchas veces, en medio de contradicciones, pero esto es parte de nuestra misma naturaleza, y la obligación de todo ser humano es enfrentarlas con inteligencia y sensibilidad para tener la capacidad de darles solución. Señala Antonio Gramsci, que el objeto de los partidos políticos es la búsqueda de equilibrios y arbitrajes entre los intereses de los diferentes grupos de la sociedad.
Un partido político es una organización intermedia entre Gobierno y sociedad, le concierne coordinar intereses contrapuestos o supeditar los secundarios a los principales. De ahí la importancia que reviste para un partido moderno el estar comprometido con el cambio y además el estar resuelto a ampliar su presencia y representatividad en la sociedad. Norberto Bobbio afirma que un partido político es un instrumento a través del cual grupos sociales, siempre en aumento, se introducen en el sistema político expresando sus necesidades y participando en la formación de las decisiones políticas. Es pues, indispensable en estos tiempos, hacer política en todas partes, más y mejor política para alejarnos de la grilla y la politiquería. Qué lamentable es tener la percepción de que los intereses de un partido están sobre los intereses de la sociedad.
Por otra parte, si un partido político aspira a ser una fuerza motriz, tiene que renovar a sus hombres y mujeres; adecuar sus ideas y sus programas; insistir en la organización; desconfiar de la improvisación, y capacitar a sus integrantes. Apunta Jesús Reyes Heroles que un partido político sólo podrá ser sujeto activo en el presente y para el futuro, esto es, protagonista colectivo de la historia, si está dotado de organicidad, si posee armonía entre sus integrantes, si la unidad de acción se desprende de una correcta apreciación interna de la fuerza absoluta y relativa de sus integrantes.
El día de hoy veo a un Partido Revolucionario Institucional que se sigue renovando, que conoce el valor del diálogo y la negociación. Veo un partido fuerte y vigoroso que sabe incluir, aglutinar y consensuar, porque está convencido de que la real fuerza de un partido es la participación de todos. Veo un partido que sabe debatir ideas, porque está consciente de que lo peor para un partido es el vacío político, el no tener la posibilidad de contrastar ideas. Veo un partido que aprende cada día a reconocer sus logros y a señalar sus errores. Veo un partido que persevera en la búsqueda del cambio con rumbo y responsabilidad. Veo un partido que entiende que vivimos en una nueva cultura política en donde el ciudadano es el auténtico protagonista. Veo un partido que cada día lucha por estar más cerca de la gente.
El día de hoy, en la plenitud del siglo XXI, veo a un Partido Revolucionario Institucional que cambia y se transforma, que se reconoce en sus compromisos sociales y que ve hacia el futuro, que trabaja por responder de manera eficiente y oportuna a los retos de este nuevo siglo.
Y mientras extendemos nuestras felicitaciones al PRI por este nuevo aniversario, nosotros seguiremos caminando entre ángeles y demonios.
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