México
El PRD apuesta por la unidad; elige a Encinas como coordinador
Después de 11 horas de negociación, las corrientes del PRD representadas en la próxima bancada legislativa acataron un pacto de unidad en torno a Encinas
CIUDAD DE MÉXICO.- El pleno de los diputados federales electos del Partido de la Revolución Democrática (PRD) logró un pacto de unidad --con todas sus corrientes internas-- para designar a Alejandro Encinas como su coordinador parlamentario en la 61a. Legislatura.
Después de 11 horas de negociación, las corrientes del PRD representadas en la próxima bancada legislativa acataron un pacto de unidad en torno a Encinas, como la única vía de garantizar la cohesión y la reestructuración del partido.
El ex jefe de Gobierno del Distrito Federal y las corrientes que lo siguen, Izquierda Unida, UNIR e Izquierda Democrática Nacional mantenían latente la amenaza de abandonar las filas del Sol Azteca y fracturar en dos la bancada, que de paso, será una de más disminuidas en la historia del partido.
Fueron los gobernadores de extracción perredista, principalmente Marcelo Ebrard --jefe de Gobierno del Distrito Federal-- los que presionaron para la elección de Encinas, argumentando que en los próximos tres años la negociación presupuestal será prioritaria.
A pesar de que Nueva Izquierda, mejor conocida como “Los Chuchos” mantenía una alianza estratégica --numérica-- con la corriente Alternativa Democrática Nacional (ADN), al final del día cedieron sus aspiraciones a dirigir la bancada en la 61a. Legislatura, y a cambio amarraron cargos secundarios que les garantizarán no sólo la viabilidad política, sino también administrativa, legislativa y de logística.
Así, la vicecoordinación de la bancada del PRD en San Lázaro sería ocupada por Nueva Izquierda con Guadalupe Acosta Naranjo como el candidato natural; la cuota en la Mesa Directiva de la Cámara baja podría ser para Jesús Zambrano; el Comité de Administración --que tiene en sus manos la viabilidad y flujo de más de cinco mil millones de pesos-- será para Uriel López de Michoacán; así como la presidencia de cuatro de seis comisiones legislativas que según cálculos internos les serán asignados.
Por lo que Encinas y sus allegados tendrán que conformarse con la coordinación parlamentaria y con algunas carteras de la mesa directiva de la bancada, además de la presidencia de una comisión legislativa que tendrán que compartir las corrientes que lo apoyaron.
La mayor preocupación de Nueva Izquierda y de ADN en torno a Encinas era que éste, por su cercanía a López Obrador, cerrara los canales de diálogo y negociación con el Gobierno federal.
Sin embargo, el ex jefe de Gobierno del Distrito Federal y ahora coordinador parlamentario, les garantizó --en las reuniones privadas que sostuvieron-- que estará activo en la discusión nacional, y en comunicación con todos los actores políticos en torno a las prioridades del partido.
Fue Jesús Ortega, presidente nacional del PRD el que presentó el acuerdo ante el pleno de los diputados, que fue aprobado por unanimidad.
Después de 11 horas de negociación, las corrientes del PRD representadas en la próxima bancada legislativa acataron un pacto de unidad en torno a Encinas, como la única vía de garantizar la cohesión y la reestructuración del partido.
El ex jefe de Gobierno del Distrito Federal y las corrientes que lo siguen, Izquierda Unida, UNIR e Izquierda Democrática Nacional mantenían latente la amenaza de abandonar las filas del Sol Azteca y fracturar en dos la bancada, que de paso, será una de más disminuidas en la historia del partido.
Fueron los gobernadores de extracción perredista, principalmente Marcelo Ebrard --jefe de Gobierno del Distrito Federal-- los que presionaron para la elección de Encinas, argumentando que en los próximos tres años la negociación presupuestal será prioritaria.
A pesar de que Nueva Izquierda, mejor conocida como “Los Chuchos” mantenía una alianza estratégica --numérica-- con la corriente Alternativa Democrática Nacional (ADN), al final del día cedieron sus aspiraciones a dirigir la bancada en la 61a. Legislatura, y a cambio amarraron cargos secundarios que les garantizarán no sólo la viabilidad política, sino también administrativa, legislativa y de logística.
Así, la vicecoordinación de la bancada del PRD en San Lázaro sería ocupada por Nueva Izquierda con Guadalupe Acosta Naranjo como el candidato natural; la cuota en la Mesa Directiva de la Cámara baja podría ser para Jesús Zambrano; el Comité de Administración --que tiene en sus manos la viabilidad y flujo de más de cinco mil millones de pesos-- será para Uriel López de Michoacán; así como la presidencia de cuatro de seis comisiones legislativas que según cálculos internos les serán asignados.
Por lo que Encinas y sus allegados tendrán que conformarse con la coordinación parlamentaria y con algunas carteras de la mesa directiva de la bancada, además de la presidencia de una comisión legislativa que tendrán que compartir las corrientes que lo apoyaron.
La mayor preocupación de Nueva Izquierda y de ADN en torno a Encinas era que éste, por su cercanía a López Obrador, cerrara los canales de diálogo y negociación con el Gobierno federal.
Sin embargo, el ex jefe de Gobierno del Distrito Federal y ahora coordinador parlamentario, les garantizó --en las reuniones privadas que sostuvieron-- que estará activo en la discusión nacional, y en comunicación con todos los actores políticos en torno a las prioridades del partido.
Fue Jesús Ortega, presidente nacional del PRD el que presentó el acuerdo ante el pleno de los diputados, que fue aprobado por unanimidad.
Síguenos en