México
El INAES destinará 660 MDP para apoyar a jóvenes
Recomiendan tener un proyecto bien organizado para obtener uno de estos apoyos
CIUDAD DE MÉXICO (06/DIC/2014).- El Instituto Nacional de la Economía Social (INAES), creado en 2013, destinará el próximo año 660 millones de pesos para apoyar a los jóvenes ''graduados'' del programa Prospera para que inicien sus propios proyectos productivos.
De acuerdo con cifras oficiales, cada año 150 mil jóvenes dejan de recibir los apoyos y no encuentran oportunidades laborales ni cuentan con recursos para seguir estudiando.
Narcedalia Ramírez, directora general de este organismo federal, ligado a la Secretaría de Economía (SE), asegura que ha habido una falta de atención a los jóvenes que ha provocado migración, inseguridad y a veces ocasiona que se unan a las filas del crimen organizado.
''Ha habido un descuido importante de parte de los actores que incidimos en el desarrollo del país, porque ante el descuido hay desinformación, los jóvenes se sienten solos, se sienten sin oportunidades, sin motivación y evidentemente la necesidad hace que abandonen los estudios, se propicie la migración y comienza la desintegración familiar''.
Declara que una de las claves para vencer al crimen organizado es el combate a la pobreza, sobre todo a través de proyectos productivos y de incentivos a la economía social, como propone su dependencia.
Sobre el problema de proponer estos proyectos en el clima de violencia que se vive, agrega que ''tenemos un reto especial, en ciertas zonas donde hay más inseguridad, pero esto no es una pausa para no trabajar; hay que buscar aliados para incidir en las zonas de inseguridad, con aliados como organizaciones no gubernamentales o universidades''.
Con un presupuesto de poco más de dos mil 200 millones de pesos para este tipo de empresas, se espera que el próximo año 30 por ciento se destine al nuevo programa Prospera que intenta reducir los niveles de pobreza con mayor éxito que el plan anterior llamado Oportunidades.
Para acceder a uno de estos apoyos federales, recomienda que el proyecto que se presente esté bien organizado y que las personas tengan claro qué actividad quieren realizar. Además se les dará asesoría técnica.
Actualmente este instituto tiene cinco mil 364 proyectos que benefician a 32 mil ''empresarios sociales''. La directora del INAES afirma que la reducción de los niveles de marginación sólo se logrará confiando en los jóvenes e incluyéndolos en la cadena productiva.
¿Cuál es el papel del INAES en esta coyuntura?
Consideramos que juega un papel primordial, porque hace protagonistas del desarrollo a quienes reciben los beneficios de empezar a trabajar en un proyecto productivo, participar en el desarrollo del país significa paz, integración familiar y, sobre todo, detona la vocación productiva de muchos lugares de nuestro país que se han visto en pausa o poco desarrollados en el tiempo.
Creemos que hay que aprovechar la tarea que tenemos y participar en proyectos productivos, e incidir en el desarrollo.
¿Qué se está entendiendo como economía social durante esta administración?
Es detonar el potencial, la vocación productiva, la organización y la vocación de la sociedad, para que a partir de las necesidades y su motivación y las ganas de querer andar a un proyecto productivo queremos echar a andar la economía social. Que no es más que participar en el mismo rango que la economía pública.
De acuerdo con cifras oficiales, cada año 150 mil jóvenes dejan de recibir los apoyos y no encuentran oportunidades laborales ni cuentan con recursos para seguir estudiando.
Narcedalia Ramírez, directora general de este organismo federal, ligado a la Secretaría de Economía (SE), asegura que ha habido una falta de atención a los jóvenes que ha provocado migración, inseguridad y a veces ocasiona que se unan a las filas del crimen organizado.
''Ha habido un descuido importante de parte de los actores que incidimos en el desarrollo del país, porque ante el descuido hay desinformación, los jóvenes se sienten solos, se sienten sin oportunidades, sin motivación y evidentemente la necesidad hace que abandonen los estudios, se propicie la migración y comienza la desintegración familiar''.
Declara que una de las claves para vencer al crimen organizado es el combate a la pobreza, sobre todo a través de proyectos productivos y de incentivos a la economía social, como propone su dependencia.
Sobre el problema de proponer estos proyectos en el clima de violencia que se vive, agrega que ''tenemos un reto especial, en ciertas zonas donde hay más inseguridad, pero esto no es una pausa para no trabajar; hay que buscar aliados para incidir en las zonas de inseguridad, con aliados como organizaciones no gubernamentales o universidades''.
Con un presupuesto de poco más de dos mil 200 millones de pesos para este tipo de empresas, se espera que el próximo año 30 por ciento se destine al nuevo programa Prospera que intenta reducir los niveles de pobreza con mayor éxito que el plan anterior llamado Oportunidades.
Para acceder a uno de estos apoyos federales, recomienda que el proyecto que se presente esté bien organizado y que las personas tengan claro qué actividad quieren realizar. Además se les dará asesoría técnica.
Actualmente este instituto tiene cinco mil 364 proyectos que benefician a 32 mil ''empresarios sociales''. La directora del INAES afirma que la reducción de los niveles de marginación sólo se logrará confiando en los jóvenes e incluyéndolos en la cadena productiva.
¿Cuál es el papel del INAES en esta coyuntura?
Consideramos que juega un papel primordial, porque hace protagonistas del desarrollo a quienes reciben los beneficios de empezar a trabajar en un proyecto productivo, participar en el desarrollo del país significa paz, integración familiar y, sobre todo, detona la vocación productiva de muchos lugares de nuestro país que se han visto en pausa o poco desarrollados en el tiempo.
Creemos que hay que aprovechar la tarea que tenemos y participar en proyectos productivos, e incidir en el desarrollo.
¿Qué se está entendiendo como economía social durante esta administración?
Es detonar el potencial, la vocación productiva, la organización y la vocación de la sociedad, para que a partir de las necesidades y su motivación y las ganas de querer andar a un proyecto productivo queremos echar a andar la economía social. Que no es más que participar en el mismo rango que la economía pública.
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