México

El FAP atraviesa por una severa crisis

Fricciones internas en la coalición están sepultando el proyecto forjado para impulsar la política de Andrés Manuel López Obrador

CIUDAD DE MÉXICO.- El próximo 11 de octubre el Frente Amplio Progresista (FAP), conformado por los partidos de la Revolución Democrática (PRD), del Trabajo (PT) y Convergencia, cumple dos años de fundación, pero lejos de festejar hay preocupación ante una posible ruptura.

Las diferencias entre el dirigente del PRD, Guadalupe Acosta Naranjo, y el coordinador del FAP, Porfirio Muñoz Ledo, son tan evidentes que hasta se han atacado verbalmente.

El primero ha calificado al segundo de “fanfarrón” y “estorbo”. Muñoz Ledo dice que no hay ninguna relación con él. Más claro imposible.

El inicio de las fricciones

Los choques han sido por temas varios, el primero fue la aprobación de la reforma electoral que impulsaron el PRI y el PAN y a la que el PRD se sumó sin el consentimiento del FAP, motivo de molestia por parte de los otros partidos miembros de la alianza.
Incluso el senador de Convergencia, Luis Maldonado Venegas, criticó su aprobación diciendo que se privilegió la “partidocracia” y que la decisión del sol azteca ponía a prueba la integración y viabilidad del FAP.

Pero el motivo más importante de la ruptura se ha venido gestando con la discusión de la reforma energética.
Mientras Acosta Naranjo insiste en impulsar un debate legislativo con panistas y priistas sin tomas de tribuna, el PT y Convergencia —junto a los perredistas de la fracción lopezobradorista— amenazan con realizar movilizaciones nacionales en defensa del petróleo e incluso no descartan una nueva toma de la tribuna en San Lázaro.

El FAP también está impulsando su propia iniciativa de reforma, que fue elaborada por expertos e intelectuales y que es apoyada por Andrés Manuel López Obrador,  pero que los panistas la han calificado como un “adefesio jurídico cargado de ideología”.

“Vamos a asegurarnos de que Pemex siga siendo una empresa pública, una empresa de todos, eso dice la Constitución y así lo vamos a defender”, advirtió el coordinador de Convergencia en la Cámara de Diputados, Alejandro Chanona Burguete.

Otro punto de conflicto surgió cuando Porfirio Muñoz Ledo dijo en una entrevista que la solución a corto para el país era un Gobierno interino; “primero se tiene que acabar con el Gobierno de Calderón, luego tiene que surgir un Gobierno interino”.

Las polémicas declaraciones sirvieron para que Acosta Naranjo arremetiera contra él y lo calificara como un “estorbo” para la unidad de la izquierda en México.

Muñoz Ledo intentó explicar después las declaraciones, situación que Acosta aprovechó para decirle que no fuera “rajón”, “en sus declaraciones sí habló de la remoción de Felipe Calderón”.

Con dichas diferencias la situación no puede ser menos alentadora, y es que desde que Porfirio Muñoz Ledo fue nombrado coordinador del FAP, en las reuniones de cada martes realiza la coalición siempre está vacío el lugar del dirigente perredista.

Incluso Acosta Naranjo propuso avaluar la permanencia de Muñoz Ledo al frente del FAP. Dijo que la alianza no debe desaparecer, “pero sí debe dársele un rumbo adecuado, en el que al PRD se le respete y no se intervenga en su vida interna”.

Sin embargo sus frases parecen no comulgar con sus acciones, pues aunque el pasado 6 de septiembre anunció una reunión con los dirigentes del PT y Convergencia “para discutir el deseo de ir juntos en candidaturas rumbo a las elecciones de 2009”, tres días después la pospuso sin ofrecer motivos, además el líder nacional de Convergencia descartó ir en coalición para las próximas elecciones, ya que su partido competirá solo. Algo que refleja el evidente distanciamiento.

Mi voluntad sería que las izquierdas mantuvieran su unidad y que (el FAP) se ampliara con otras organizaciones de izquierda, entre ellas el Partido Socialdemócrata, Guadalupe Acosta Naranjo,presidente nacional del PRD.

Nace la coalición

El Frente Amplio Progresista (FAP) se fundó el 11 de octubre de 2006 después de las elecciones presidenciales. La alianza —que surgió como continuación a la coalición “Por el Bien de Todos”—  se forjó con la finalidad de apoyar la política de Andrés Manuel López Obrador, sin embargo, tras las elecciones en el PRD las cosas comenzaron a cambiar.
Las disputas internas en el sol azteca no se hicieron esperar y la elección se anuló, al final y después de innumerables conflictos Guadalupe Acosta, de la corriente Nueva Izquierda (contraria a López Obrador) quedó al frente. A partir de ahí la alianza entre los tres partidos comenzó a caer en picada, el PRD dejó de tomarlos en cuenta en la discusión de algunos temas y comenzaron las inconformidades.
A pesar del panorama, Alejandro Encinas Rodríguez —uno políticos más cercanos a López Obrador e impulsor de la constitución del FAP—, dijo que no piensa que el PRD se retire del FAP.
“Algunos miembros de la burocracia partidaria quizá, pero la militancia del partido está claramente definida”.
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