México
Ebullición política
Por lo pronto, las sonrisas fingidas, o mejor dicho, los esbozos de sonrisas se dejan ver paso a paso
Aunque por supuesto, de acuerdo con los sucesos del año, y sobre todo las circunstancias más recientes, algunos de ellos, como Jorge Aristóteles Sandoval, siguen dando la batalla, pero conscientes deberán de estar que por lo pronto trae un déficit importante, mismo que le dificulta dar la cara como hasta hace un tiempo solía hacerlo, dada la aparente ventaja que se decía tenía en la carrera rumbo a la gubernatura del Estado, por la situación de privilegio que significa encabezar el municipio más importante de la Entidad.
Este tipo de situaciones son las que permiten que un político se temple y dé a conocer de qué está hecho, pues es bien sabido que las acciones infraganti en las que han sido encontrados él y varios de su colaboradores cercanos, no abona nada positivo a sus aspiraciones, antes al contrario, lo compromete a tomar decisiones que seguramente no tenía contempladas, como habrán de ser algunos de los cambios de colaboradores —muchos más a los obligados por las circunstancias—, particularmente por la falta de resultados, por el engreimiento en el que se han sumergido, la patente ineficacia en el quehacer público, además del tráfico de influencias y los actos de corrupción en que han incurrido —y sólo me refiero a los documentados—.
Por lo pronto, las sonrisas fingidas, o mejor dicho, los esbozos de sonrisas se dejan ver paso a paso. La combinación con los abrazos y las tradicionales palmadas estruendosas entre los privilegiados en el poder; el intercambio de tarjetas de presentación, de número de celular y de promesas de que se llamarán en la primera oportunidad, son el pan de cada día, lo que no quita que todos y cada uno de estos actos rituales se conviertan en objeto de estudio, o por lo menos de mención. Selectivo Como corresponde a los cánones de la política y del poder, el gobernador del Estado está “acompañando” a los alcaldes favoritos, sin importar el partido al que pertenezcan —una cosa es acompañar y otra muy diferente entregar las aportaciones correspondientes—, pues al tiempo que le sirve para darse un “baño de pueblo” y afianzar sus alianzas, con su representación asegura el sitio de honor y presencia en los medios, una de las debilidades que más le gusta.
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