México

Ebrard propone fortalecer a las policías estatales

El jefe de Gobierno de la Ciudad de México dice que es un error mantener al Ejército en las calles

GUADALAJARA, JALISCO (12/MAY/2010).- Crear policías estatales más fuertes es la propuesta del jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubón, para hacer frente a la delincuencia organizada.

En mesa de redacción, subrayó que tratar de sustituir a la Policía por el Ejército “es la peor idea”.

“Se pueden formar policías estatales mucho más preparadas porque es un error meter al Ejército, las Fuerzas Armadas son un instrumento para el combate, no tiene nada que ver con lo que hace la Policía”.

El perredista recordó el año de 1996, cuando el entonces presidente Ernesto Zedillo quitó a la Policía y puso al Ejército en las calles, “eso acabó en una masacre en la (colonia) Buenos Aires, porque es un error poner a patrullar al Ejército”.

Ebrard Casaubón considera que están exponiendo al Ejército seriamente y por eso las Fuerzas Armadas han solicitado una legislación que regule su actuar en las calles. “Los están sacando a una función que no es la suya, yo sí pensaría que el Ejército no debe tener esas funciones”.

La propuesta del perredista no incluye la desaparición de las policías municipales, que a su parecer deberían tener funciones como regular el tránsito y resguardar los edificios públicos.

Sobre la legalización de la mariguana, Ebrard opina que en México “casi está legalizado”.

“Ya está legalizada, en México no se sanciona el consumo, si tú lees el Código Penal, nuestra legislación dice que el consumo no hay tos, salvo que seas un gran consumidor… me parecería una barbaridad que lo penalizáramos, porque vas a llevar a miles de gente a la cárcel”.

Agrega que Estados Unidos está empezando a tener una política más liberal sobre el tema, ya que se está trabajando en legalizar la mariguana con fines medicinales en 19 estados.

“Van a empezar a despenalizar la mariguana, eso es lo que yo veo venir… otras drogas no veo que la comunidad internacional esté de acuerdo en legalizarlas y yo tampoco, son mucho más peligrosas y complejas. Lo que se pregunta la sociedad es si tiene sentido seguir en esta guerra cuando el que quiere tener acceso a ellas lo tiene sin problemas”.

El mandatario capitalino no deja escapar la oportunidad para criticar la venta de armas estadounidenses en la frontera mexicana. “Debemos parar la venta de armas; en Estados Unidos la industria de producción de armas es intocable y su respuesta oficial es que la frontera es muy grande y no la pueden controlar”.

Sobre la afirmación del gobernador mexiquense, Enrique Peña Nieto, en el sentido de que algunos capos del narcotráfico viven en su Entidad, Ebrard evade opinar que es el mismo caso del Distrito Federal y se limita a mencionar que “es obvio” que hay una lucha en la sucesión del cártel de los Beltrán Leyva.

“Es lo que la PGR nos ha dicho oficialmente. Lo que es importante, la estrategia y las prevenciones que debemos tomar, y estamos colaborando con Defensa, la Procuraduría General de la República ( PGR) y la Policía Federal”.

Cuestionado sobre los conflictos entre los militantes del PRD en Jalisco y el papel político que desempeña el presidente municipal de Tlajomulco –el más importante alcalde perredista en Jalisco–, el Jefe de Gobierno anotó:
“No tengo los detalles de la situación. Lo único que diría  es que el presidente de Tlajomulco (y yo) hemos coincidido en varios foros; estuvimos hace poco en uno, y sólo tengo la impresión de lo que él me reportaría, no sé mucho.

“Tendríamos que buscar aquí y en otros lados. Es la misma metodología; tenemos que lograr una unificación que sea completa pero no imposible en términos generales”.

Enrique Alfaro sostiene desde hace meses un enfrentamiento con la dirigencia estatal perredista que encabeza Antonio Magallanes Rodríguez, identificado con el llamado “Grupo Universidad” que dirige Raúl Padilla López, y que domina la mayoría de los órganos del partido del sol azteca en nuestra Entidad.

Los dichos

Reforma política


Para el jefe de Gobierno capitalino, Marcelo Ebrard, la reforma es urgente para la capital del país ya que no es justo que el Congreso tenga que autorizarles la deuda, que el Senado tenga la facultad de destituir al jefe de Gobierno, o que el Presidente deba ratificar al procurador capitalino, ya que otras entidades no pasan por lo mismo. “Lo que se quiere hacer es quitar todas estas normas especiales contra la Ciudad de México, para empezar ya no queremos llamarnos Distrito Federal, seríamos otra Entidad como las demás, su denominación: Ciudad de México”. Agregó que si la reforma no sale este año será hasta después de 2012.
La izquierda dividida

Para el jefe de Gobierno, salvo las experiencias autoritarias, la izquierda tiende a debatir mucho más que la derecha. “Tiene más discusión, hay más expresiones distintas, simple y llanamente porque hay más debate que en otras formaciones políticas, el reto es cohesionar eso y creo que sí es posible”.

Agrega que deben evitar más fricciones, “lo que ha deteriorado en particular al PRD es una eterna historia, fatigosa historia de conflictos por todo, todo el tiempo, entonces vamos a tener que pasar en función de muy grandes personalidades.

El PT y López Obrador ¿solos?

Ebrard dijo que “dudaría mucho que el PT esté dispuesto a lanzar una candidatura a sabiendas de que el PRD va a lanzar otra, no lo veo. Creo que tanto para el PT como para Convergencia jugar ese juego es muy peligroso, porque el voto se va a polarizar. No me meto al terreno de la especulación, pero creo que nadie va a jugar una estrategia irracional, porque es muy caro. ¿A qué vas a una elección si no llevas un solo candidato?

Lo que propone

Fortalecer la política social, que según Ebrard, es la más amplia del país y de América Latina.

“Crear una sociedad en donde haya acceso universal a educación y salud y protección a grupos excluidos o discriminados”.

Agrega que es vital cambiar de agenda, pues desde hace 20 años es la misma: reforma energética, reforma laboral… “yo pensaría en educación y salud”.

Crónica

Triángulos, rayas y puntos suspensivos


Ni bien ingresa a la sala de juntas del periódico, a la primera persona que le presentan es a Rafael Santos, director editorial del diario “El Tiempo”, de Bogotá. La pregunta de Marcelo Ebrad suena al chasquido del látigo: “¿Quién gana las elecciones? (presidenciales del 30 de mayo en Colombia). El periodista indica que hoy las preferencias ubican a Antanas Mockus como favorito. “¡Qué bueno!” es la réplica del gobernador de la Ciudad de México, mientras saluda uno a uno de los presentes, casi como si fueran conocidos de toda la vida.

Ebrad se sienta en la silla negra que le asignan, pone sobre la mesa un par de papeles de color madera y con una pluma de tinta azul gastada y sin capuchón, espera las preguntas.

La primera tanda viene por el lado de la reforma institucional de los estatutos del Gobierno del Distrito Federal. Para la respuesta a éste y otros cuestionamientos utiliza el mismo tono de voz: monocorde, bajo y con frases cortas, sin subordinadas. “Si me vuelvo aburrido me avisan”. Como nadie le avisa nada, sigue.

A medida que las preguntas avanzan, empieza a dibujar triángulos (o algo parecido) en el papel que coloca prolijamente sobre la mesa. A los triángulos, les pone unos puntitos y a los puntitos, los encierra con líneas, y a las líneas... Todo esto lo hace mientras responde.

Por ahí da la impresión que se apasiona con el tema de la interna del PRD y cuando uno de los reporteros le pregunta sobre las “tribus” que cohabitan en el partido del sol azteca, Ebrard de inmediato corrige: “Ahora le llamamos expresiones...”

Abandona el dibujo, la pluma azul y ahora juega con los dedos. Junta los cinco de la mano izquierda con los cinco de la derecha. Pese a que las frases son cortas, trata en cada respuesta insertar un “telón de fondo”; se apoya en fechas precisas: día, mes, año.

Alguien le pregunta su opinión acerca de una eventual candidatura presidencial del gobernador Emilio González Márquez. Ebrard no responde, sólo juega con un amago de respuesta: “¿Quién?”, como si no hubiera escuchado nada.

Termina la sesión, guarda, para la próxima, los papeles en blanco que tiene sobre la mesa, y al garabateado con triángulos, puntos y rayas, lo rompe en varios pedazos y se lo lleva.
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