México

Documentan nexos del Estado con el crimen

El investigador Juan Cedillo publica en su libro que la mafia logró infiltrar al Gobierno del entonces presidente Miguel Alemán

CIUDAD DE MÉXICO (27/JUN/2011).- En la década de los 40 el presidente Lázaro Cárdenas del Río firmó un decreto para legalizar ciertas drogas y así quitarle el enfoque policiaco impuesto por Estados Unidos (EU) al combate a los estupefacientes, así como las jugosas ganancias a los entonces narcotraficantes. Pero el decreto presidencial no funcionó, pues fue retirado por presiones del Gobierno estadounidense.
 
Hoy en día, en plena confrontación del Gobierno federal contra el crimen organizado, para el reportero e investigador Juan Alberto Cedillo, la administración del Presidente Felipe Calderón carece de una estrategia similar o una que esté basada en información de inteligencia para combatir este flagelo que en algunas entidades del país, más que una lucha “parece una guerra”.

“Las organizaciones criminales han diversificado sus negocios, que no sólo se enfocan a la venta de droga, sino también a delitos como la extorsión, el cobro de piso, la “piratería”, el tráfico de personas, el secuestro, la venta de alcohol adulterado o gasolina de Pemex”, afirma Cedillo autor del libro La Cosa Nostra en México (1938-1950), que hace unos días presentó en la Ciudad de México.

Juan Alberto Cedillo se dio a la tarea de investigar por más de cinco años archivos del Buró Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en inglés), de universidades públicas y medios de comunicación estadounidenses donde descubrió cómo una mujer de nombre Virginia Hill, trabajó de la mano con la mafia italiana La Cosa Nostra y los capos mexicanos en los 40.

“Ese es el génesis para entender cómo el narcotráfico comenzó un negocio de trasiego de droga a gran escala de México a Estados Unidos, y hoy es un negocio transnacional”.

Cedillo, quien en 2007 ganó el Premio Debate de Libro Reportaje 2007, por su investigación sobre los nazis en México, explica que el tema central de su nueva obra es la presencia en nuestro país de Virginia Hill, a quien se le conoció como “La Reina de la Mafia”, porque interactuó con la mayoría de las bandas italianas en EU como la de Al Capone o la de Lucky Luciano.

En su investigación, Cedillo también documentó los vínculos de corrupción con altos funcionarios del Gobierno del entonces presidente Miguel Alemán, de elementos del Ejército y de quien fuera el segundo hombre más poderoso del país, el líder del Senado, Carlos Serrano, quien en 1947 fundó la Dirección Federal de Seguridad (DFS).

“Serrano se involucra con Virginia Hill y con los contactos de la mafia, para convertirse en el personaje de más alto nivel del Gobierno que trafica droga y para eso utiliza a la DFS, así (la policía política) se convirtió en el protector y el trasladador de la droga hacia Estados Unidos”.

¿Cuál es la enseñanza de toda su investigación?

Lo que hace la mafia italiana es el génesis del narcotráfico a gran escala hacia Estados Unidos. Eso es muy importante para entender cómo ha operado actualmente el narcotráfico, y por otro lado las implicaciones surgidas partir de los 90 cuando esto se modifica, pues dejamos de ser un país de exportación para convertirnos en una nación que consume droga, ataja el investigador.
 
Juan Alberto Cedillo asegura que a mediados de la década de los 90, en ciudades como Matamoros, Juárez, Monterrey, Nuevo Laredo, según las encuestas, el consumo de cocaína se elevó 1000 por ciento.

La edad de inicio al consumo de droga se redujo de 18 años a los 14 años y refiere que ahora las mujeres son las principales consumidoras de cocaína en México.

¿Los cárteles mexicanos se parecen a los italianos?

Se parecieron. El principal cambio es por ejemplo Los Zetas. Cuando los cárteles del Golfo y de Sinaloa exportaban droga hacia Estados Unidos, ellos pagaban sobornos a la PGR, la AFI y policías federales, cuando el narcomenudeo comienza a crecer, estas tienditas ya no pueden ser protegidas por PGR, ahora son protegidas por policías locales, así ellos comienzan a comprar a funcionarios y policías, pero eso incrementa su nómina.
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