México

Dizque ya cuadraron las cuentas

El parte gubernamental señala que todas las ministraciones comprometidas (abonos) fueron entregadas en tiempo y forma, tanto las locales como las federales

Sin dejar de reconocer que hacer cuentas no necesariamente es lo mío, la verdad de las cosas es que ya no entendí en dónde quedó la bolita, o mejor aún, cuál era el meollo del asunto, pues, afortunadamente —como lo habíamos previsto desde hace algunos meses— el conflicto del Gobierno del Estado con la Universidad de Guadalajara quedó saldado de buenas a primeras.

El parte gubernamental señala que todas las ministraciones comprometidas (abonos) fueron entregadas en tiempo y forma, tanto las locales como las federales. Las cifras millonarias que dieron a conocer y sus destinos, para nada hablan de los 701 millones de pesos de adeudos anteriores.

Luego entonces, si de esta enorme cantidad no se suscribe ni un punto, ni una coma, y se concretan a dar cuenta de la sumatoria de partidas entregadas durante el presente año, ¿en dónde y con quién quedó el arreglo?

El énfasis oficial de hoy en día es que todo el subsidio comprometido para 2010 fue entregado en tiempo y forma (¿?).
Empero, ¿cómo dar borrón y cuenta nueva a lo sucedido? No hay que olvidar que fueron muchas horas-hombre las que se desperdiciaron mientras duró el “conflicto”. Tanto de un lado como en el otro se dio un gran desgaste, pues en la Universidad se invirtieron muchas horas de deliberación, operación y logística para poder llevar a cabo las movilizaciones demandantes, incluso, hubo momentos en que parecía que “la sangre llegaría al río”, o por lo menos así lo denunció el propio mandatario, mientras que en el ámbito universitario se preveían medidas más severas a las adoptadas con tal de ser escuchados y se les liquidara el adeudo demandado.

Los desplegados —con todo y sus costos—, las acciones mediáticas, todo lo dicho y escrito, así como las idas y venidas a la Ciudad de México para realizar las negociaciones, las manifestaciones de solidaridad de otras universidades del país y de otras naciones quedaron atrás… ¿Cuándo, cómo, quién o quiénes tuvieron que intervenir para que ello se diera?

La rendición de cuentas es un mandato constitucional que involucra a todos aquellos que manejan recursos públicos, por tanto, la sociedad no puede seguir siendo presa de caprichos —de nadie—, como tampoco moneda de cambio para negociaciones de carácter político en beneficio de unos cuantos.

Así, es necesario que se informe más puntualmente las causas que provocaron este conflicto y la forma en que finalmente fue resuelto, pues de lo contrario se puede prestar para pensar que sólo se trató de una “cortina de humo” para desviar la atención ciudadana.

En lo personal, continúo pensando que, como quiera que haya sido, el problema bien puede ser una oportunidad para buscar la unidad universitaria.
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