México
¿Diego vale 250 millones?
Según la última nota periodística de El Universal, Diego está enfermo y deprimido, pero estable para que pueda seguir viviendo sin problema
Diego lleva 154 días secuestrado. Lo levantaron el 14 de mayo.
El EPR se deslindó cuatro días después. Desde entonces los misteriosos desaparecedores han hecho peticiones públicas tres veces. Del secuestro de Diego se volvió a tener noticia el 26 de julio. Los captores enviaron una foto del ex diputado con una carta manuscrita (10 de junio) dirigida a su hijo Diego. La última comunicación pública de los secuestradores fue el 13 de septiembre. El 5 de octubre publicamos en este espacio que rumor y mentira son hermanos. Que según versiones, el rescate había sido pagado. Que pronto habría novedades. Se nos dijo que tal afirmación era totalmente falsa. Que quien lo insinuara, mentía como un cretino irresponsable.
Según la última nota periodística de El Universal, Diego está enfermo y deprimido, pero estable para que pueda seguir viviendo sin problema. El rescate fue reunido con aportaciones del primer círculo de la familia, recursos y propiedades en garantía del propio ex candidato presidencial y el apoyo de algunos amigos. Las fuentes autorizadas no desmienten la información, pero aclaran que el supuesto monto del rescate pagado es falso. Que le quede claro a todo el mundo, la noticia de la liberación de “El Jefe”, la dará sólo “El Jefe”. Ni familia, ni amigos, ni nadie puede “informar” con veracidad lo que ignora. La nota periodística es una simple crónica semiobjetiva de lo que ha sucedido. Lo del pago, liberación y promesas de los secuestradores es nuevamente una artera falacia. Son buenas noticias. Siempre hay más de una versión entre los actores que intervienen en un secuestro.
EL MONJE LOCO: Tampico tampoco. Se dijo el martes que cinco alumnos del Tec habían sido secuestrados. La verdad, fue un pleito con policías locales. Poco tuvo que ver la guerra entre el cártel del Golfo y Los Zetas. El caso desató pánico. Mensajes en las redes sociales intentaban compensar lo que parecía un silencio siniestro. No es para menos. Tamaulipas es asiento de más de 350 militares desertores. Hay balaceras. Granadazos. Secuestros. Apareció la cabeza del comandante Rolando Flores; investigaba la muerte del estadounidense David Hartley. Se atribuye a Los Zetas el asesinato del candidato a gobernador, Rodolfo Torre; la matanza de 72 indocumentados; el secuestro del ex alcalde de Tampico, Fernando Azcárraga. Los Zetas quieren apoderarse de la Cuenca de Burgos, la reserva de gas natural más importante del país. Les parece poco Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros. La clave de la violencia está asociada al contrabando de armas. El programa EU-Mex para impedirlo, terminó en fracaso. El reacomodo de las bandas criminales explica el caos. Sobran rumores. La crisis tamaulipeca no se resolverá con miedo. Ni con verdades a medias.
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