México

Diego está vivo

El mensaje puede interpretarse como más presión a la presión. Que ''el viejo güe.. y cab... bien hecho'' quedó desamparado

Aparece una nueva fotografía de Fernández de Cevallos. Otro comunicado de los “misteriosos desaparecedores”. Es el primer mensaje en tres meses. El silencio roto es prueba de vida. Buena señal. La negociación parecería reanudarse. Las condiciones están dadas.

El mensaje puede interpretarse como más presión a la presión. Que “el viejo güe.. y cab... bien hecho” quedó desamparado. Expertos afirman lo contrario. Presión, sí, para los captores. El tiempo apremia. Podrían estar dispuestos al arreglo. Son profesionales. Eso tranquiliza.

En el aire hay insidia. Se habla de la familia dividida. Diez hermanos contra el hijo mayor de “El Jefe”. Diego Fernández de Cevallos Gutiérrez es la única cabeza de la negociación. Por órdenes del cautivo. Lo apoyan el ex procurador Antonio Lozano Gracia y el penalista Juan Collado. La familia no está separada. También está secuestrada. Las hermanas de Diego, Helena y Beatriz, están desesperadas. Hablan con el corazón roto. Se comprende. La táctica de los misteriosos desaparecedores intenta herir. Los “amigos traidores” que lo han dejado solo, según los plagiarios, están firmes.

¿Cómo actuar frente a la noticia? No hacen falta principios morales. Ni lástima por el dolor ajeno. Ni siquiera simpatía por el ex senador panista. No se necesita conocer plenamente el proceso de negociación. Hace falta ponerse en lugar del secuestrado. De la familia.

Brotan ideas de lo que debe hacerse. Todo suma. Si ello implica no difundir información por ser súplica de la familia y de quien encabeza la negociación, se haría sin dudarlo. Cerrar filas en torno a Liliana León Maldonado, su mujer, y los hijos, obliga. Son los únicos que tienen información veraz del proceso. Nadie más puede hablar con certeza. Con verdad. La postura de la mujer y los hijos de Diego ha sido el silencio absoluto. Frente a cualquier medio de comunicación, autoridad o persona alguna.

Desde el principio anteponen la vida y la integridad de Diego. La confidencialidad estricta y la reserva total van por delante de cualquier otro interés. Ya habrá momentos para la nota, el comentario, la entrevista o la crónica. ¡Ahora no es tiempo! Se corre el riesgo de afectar (aun sin dolo) un complejo proceso de negociación. Ya van 123 días del secuestro de más alto impacto que se recuerde. Ya es mucho.

EL MONJE LOCO: ¿Por qué festejar el Bicentenario? No falta quien se oponga. El país hecho pedazos. Gritos de miedo. Códigos quebrados. Encono. ¿Tenemos derecho a vencernos por amargura y frustración? Desde hace 200 años hemos sido invadidos y mutilados. Las calamidades ahorcan. También hemos logrado una patria peculiar. Propia. Conflictiva. Incomprensible. Donde a pesar de todo, la vida sigue con cierta alegría. Aún miramos en busca del águila entre las nubes. Si no la vemos, cuando menos el cielo nos consuela. Nuestra historia es más grande que nuestro presente. Ya se sabe. Ya se supo…
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