México

Diego: dos meses y nada

Diego Fernández de Cevallos cumple mañana 60 días de que sujetos desconocidos se lo llevaron por la fuerza de su rancho en Querétaro

Ni al Gobierno de Felipe Calderón ni al PAN parece importarles, dos meses después, el destino del panista más connotado. Diego Fernández de Cevallos cumple mañana 60 días de que sujetos desconocidos se lo llevaron por la fuerza de su rancho en Querétaro, en el secuestro de más alto impacto que se recuerde en México; el silencio absoluto del Gobierno, las especulaciones de todo tipo, junto a las sigilosas negociaciones de la familia con los secuestradores, han hecho de éste un caso turbio, tan turbio como las causas que dieron origen al secuestro.

Con un Estado ausente, tras el retiro de las procuradurías federal y estatal de las indagatorias, a petición de la familia, lo único que ha habido son intercambios y filtraciones entre los secuestradores y los hijos de Fernández de Cevallos que, asesorados por una firma extranjera de negociadores, han operado en el total hermetismo en negociaciones que comenzaron con un rescate de 50 millones de dólares, cifra que ha sido renegociada hasta en 30 millones de dólares, según versiones de allegados a la familia.

Buena parte del silencio en torno al caso se explica por la peligrosidad de los secuestradores. Cuando la PGR y la familia se percataron del nivel de profesionalismo y frialdad que manejaba el grupo que tiene a Diego, fue inmediata la decisión de silenciar el caso, cancelar públicamente las investigaciones de ley y meter la negociación a un canal totalmente privado, con el argumento de que peligraba la vida del político panista.

Pero el hermetismo también tiene que ver con las supuestas causas de que Fernández de Cevallos haya sido secuestrado y públicamente humillado por sus secuestradores con aquella fotografía que lo exhibía en su lamentable cautiverio. Una venganza por un millonario litigio incumplido por su poderoso despacho Fernández de Cevallos y Alba, S.A., que involucra a un grupo de empresarios vinculados al narcotráfico en Quintana Roo, es la versión que manejan en círculos de inteligencia militar de México y Estados Unidos para explicar el secuestro.

Así que, tal vez por la turbiedad del caso, dos meses después han preferido callarse y voltear hacia otro lado; mientras el hombre que en los últimos 20 años ha sido “jefe” y símbolo del panismo, con sus virtudes pero también con sus defectos, se mantiene en un incierto cautiverio.

NOTAS INDISCRETAS… Marcelo Ebrard lo dijo ayer con toda claridad: “Estoy apuntado para 2012, ahí nos vamos a ver”. Así le respondió a Andrés Manuel López Obrador y su destape de la semana pasada. Aunque Ebrard insiste en que la candidatura única de la izquierda y el pacto para que en junio de 2011 las encuestas definan al candidato del DIA siguen vigentes, queda claro que el jefe de Gobierno del Distrito Federal no es ingenuo y se previene ante un madruguete del tabasqueño… Los dados mandan serpiente. Mal tiro.
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