México
Diecinueve años
Falta el pago de indemnizaciones, la incorporación de otros afectados, atención integral para las personas que quedaron con discapacidad… desde hace 19 años
El recuerdo de los que se fueron en un instante aún estremece y arrasa los ojos, una ausencia de 19 años, muchos años sin los seres queridos ¿cuántos sueños truncados de un golpe? ¿Cuántas palabras de amor y de perdón salieron volando por los aires y se perdieron? ¿Cuántos asuntos y cuentas personales quedaron pendientes?
Y al dolor por las pérdidas, por las discapacidades, por el abrupto cambio de vida, al dolor de las pesadillas que acechan aún, hay que sumar la indiferencia de la clase política, la manipulación, el uso político, la falta de respuestas, de culpables y responsables, el silencio, las omisiones, los engaños, los paliativos y hasta las críticas y señalamientos a los damnificados, a los que quedaron con lesiones de por vida, a los deudos.
Que si se aprovechan de la situación, que si ya se les dio todo, que si qué más quieren… Lo que quieran, lo que pidan. Así debería de ser. Bastaría con que la clase política de todos los colores, ayer, hoy y mañana en el Gobierno, se pusiera en el lugar de quienes vivieron en sus casas las explosiones del Sector Reforma hace 19 años. Seguro seguirían pidiendo.
Y cómo no, si de pronto, por negligencia, corrupción, deficiencias, ineficiencias y errores humanos de y en Petróleos Mexicanos, en unos segundos se perdieron seres queridos, casas, patrimonio, vida…
Tendrían que darles la mejor atención en todos los ámbitos: vivienda, educación, salud, trabajo, todo.
¿Cómo no piensan en ellos a la hora de definir los presupuestos? ¿Cómo no, cuando se trata de “donar”, de hacer cheques sin ton ni son aunque unos “poquitos” no estemos de acuerdo? ¿Cuando se destinan millones a conciertos y otros espectáculos dizque para poner a Guadalajara y a Jalisco frente a los reflectores internacionales?
Ayer, los damnificados del 22 de abril hicieron un Vía Crucis y Lilia Ruiz Chávez, quien no ha quitado el dedo del renglón y persiste en la demanda de todos los pendientes, no pudo haberlo dicho mejor: “Nosotros consideramos que hoy es muy significativo porque también el nuestro ha sido un viacrucis, un peregrinar durante estos 19 años porque en primer lugar una discapacidad se vive día con día, una limitación física se vive día con día, pero lo que más duele son las groserías, las mentadas de madre”… Y, antes, en un dicho en el que muchos podemos estar de acuerdo: “El gobernador actual no nos ve ni nos escucha”.
Falta el pago de indemnizaciones, la incorporación de otros afectados, atención integral para las personas que quedaron con discapacidad… desde hace 19 años.
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